45- Impostora Miller.

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Capítulo 45: Impostora Miller.

Primero de junio: Mabel Hanson.

La noche estaba algo silenciosa, la luna llena brillaba, y estrellas no habían muchas por el cielo nublado, la temperatura del bosque era extraña. No obstante la compañía con la que me encontraba era maravillosa.

—Miller, deberíamos darnos un chapuzón, —propuso quitándose la camisa y caminando en dirección al río.

—¿A esta hora? Una araña nos puede picar, o qué se yo. Ven, mejor entremos a la cabaña, —lo regañé en forma de juego desde la puerta de la cabaña.

—Que aburrida eres, Mabel, —revoleó los ojos y caminó hacia mí. —Pero, eres mí aburrida favorita, —me agarró de la cintura y besó mis labios.

Lo tomé de la mano, y nos adentramos a la cabaña. —Mejor veamos una película, yo haré palomitas.

—Me parece un plan perfecto, —sonrió.

Puse en maíz en una olla con aceite vegetal y esperé a que estuvieran listas las palomitas para agregarle un poquito de sal. Después de pasarlas a un recipiente se las llevé a Eric.

—¿Cuál película veremos? —Puso el tazón grande de palomitas sobre su regazo.

—Elige la que te guste, es tu día especial, —respondí al mismo tiempo que buscaba gaseosas en el pequeño refrigerador.

—Está bien cariño.

—Deberías dejar de llamarme cariño, —fingí un tono molesto.

Al parecer él sí creyó que mi molestia fue real, —¿Por qué? —Alzó una ceja.

—Yo soy quien te llama cariño a ti, y tú Miller a mí, —me acerqué y le entregué su botella de refresco.

—Sinceramente no tengo idea de por qué de llamo Miller, desde un principio he debido nombrarte pequeña impostora.

—¡Por Dios, Eric! No sabía de qué forma acercarme a ti, —me senté a un lado de él. Podía sentir como mis mejillas ardían en calor, y el hecho de imaginarme roja como un tomate hacía que me avergonzara aún más.

—Eres una impostora, —sonrió.

—Déjame en paz, —me tapé el rostro con un cojín, como una niña pequeña.

Eric me destapó la cara y en tono ronco me dijo: —Tú empezaste Miller, o mejor dicho, impostora— Me guiñó el ojo.

—Mejor pon la película, —crucé mis brazos.

—Está bien, pero antes quiero una foto con la impostora Miller, —se burló encendiendo su teléfono.

Besó mi mejilla colorada y yo sonreí para la foto.

—No me vuelvas a decir impostora.

—Bueno está bien, chica que le robó la identidad a su abuela.

—Cállate, —lo fulmine con la mirada.

Estampó sus labios con los míos y en un segundo, sin darme tiempo de hacer nada me levantó con sus brazos y estábamos fuera de la cabaña.

Corrió hasta el lago y estaba a punto de aventarse al agua conmigo en sus brazos: —¡ERIC! —Grité molesta antes de quedar empapados.

— ¿Qué pasó? —Puso expresión de víctima.

—En otras palabras te dije que no quería venir al lago, —fruncí el ceño, y me quité los cabellos que se adhirieron en mi rostro.

—Me dijiste que podía elegir la película que quisiera, y no quiero verla, quiero vivirla junto a ti, —me ayudó a salir del lago.

Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora