Siendo Adolescentes © [SIENDO #1| Completa✓]

13- Bruni.

Capítulo 13: Bruni.

Martes dos de septiembre: Mabel Hanson.

El primer día de clases había sido muy agobiante para todos. Hoy asistimos a clases como si nada. Y esperaba saliera la verdad a la luz sobre lo que le sucedió a Steven.

Permanecía en mi pupitre, cerca de Sam y Ander. Ya era la última clase, el día de había pasado tan lento, solo quería retirarme.

—Buenas tardes, chicos —saludó amablemente el oficial Bervely al entrar.

Todos respondimos de igual manera: —Buenos días.

—Paso por acá, para informales que en la mañana estuve en el hospital. Hablé con el doctor que está atendiendo a su compañero Steven, y el chico sigue en coma pero estable, los médicos dicen que estará bien —explicó el oficial.

El ambiente pasó de estar tenso a tranquilo, porque dentro de todo, son buenas noticias que el chico esté estable.

—También quiero recordarles, que si alguien vio, escuchó, o sabe algo, comuníquense conmigo por favor. Esto no es un juego, es una situación delicada —agregó el oficial.

—Nos encargaremos de que si uno de los estudiantes sabe algo, se comunique con usted oficial, gracias por la información —contestó la profesora de dibujo.

—Muchas gracias, pasen buen día —se despidió Bervely.

Al acabar las clases me despedí de Ander y Sam, luego me dirigí a buscar a mis hermanos. Los logré ubicar cinco minutos después junto a su grupo de amigos.

—Hola, chicos —hablé al llegar. Todos respondieron a mi saludo.

Estaba Pamela junto con Bruno, no me había dado cuenta de su presencia. No habíamos cruzado palabra estos dos días, y no conversaba con él desde aquella vez en la fiesta de Matteo.

—Mabel, justo íbamos a llamarte. En unos minutos tenemos que volver a clase. ¿Nos esperas? —Explicó mi hermana.

—Tranquilos, no tengo problema en tomar un autobús —respondí sin importancia. —Nos vemos en casa.

Me despedí y giré en mi propio eje, pero hubo una persona que me impidió avanzar y me halo del brazo.

—¿Te irás en autobús? Bruno te puede llevar. Van a la misma residencia y además no tienen más clases, él justo se iba también —propuso Pamela con extraña amabilidad.

—Sí, me iré en autobús, Pamela —fruncí mis labios —No es necesario que Bruno me lleve, muchas gracias —le dediqué una mirada de pocos amigos. —Adiós.

—Mabel, vamos yo te puedo llevar, no hay ningún inconveniente —intervino Bruno con un semblante tranquilo.

Mordí el interior de mi mejilla y di una bocanada de aire.

—Mabel, yo estaría más tranquilo si te vas con Bruno —reconoció mi hermano.

—Bueno, está bien —me rendí.

Junto a Bruno nos despedimos de todos y caminamos hacia el estacionamiento en busca de su auto. Abrió la puerta del copiloto y me subí, luego él dio la vuelta y subió por la puerta del conductor, arrancó y salimos del estacionamiento.

El silencio reinaba, y sinceramente yo no sabía cómo romper el hielo, no sabía si hablar, o callar. Sólo me dediqué a observar.

Bruno llevaba puesto el uniforme del colegio, su cabello rojizo estaba completamente despeinado. Notaba lo tenso que estaba, yo sabía que él quería decirme algo, solo estaba esperando que lo hiciera.