Narra Ally
Tras la expedición de mi nuevo look y las variadas confesiones decidí salir con mi familia. Mi cuerpo se encontraba algo flojo mientras que mis ganas de caminar y verlos a todos estaban vigentes. Le propuse a Edward bajar y aceptó.
Mi hermano fue el primero que se acercó a mí y me abrazó.
-Tranquilo, estoy bien.-dije con una sonrisa tranquilizadora. Pero sabía que de nada servía fingir cuando mi propio aspecto decía que todo estaba cambiando.
Todos estaban intentando disimular la angustia y la preocupación sin éxito. Miré a Jacob, tenía la cara hinchada, los ojos rojos y no hizo por disimular que la situación le superaba. Pero yo no podía y no quería verlo así, así que tras un rato que pasamos en familia discutiendo un poco sobre todo lo que ocurría me acerqué a él para pedirle salir fuera.
-¿Estás loca, Ally? Ni de broma.-Contestó Jasper a mi pregunta para Jacob.
-Jasper voy a estar bien, y si pasa cualquier cosa él es el que me podrá ayudar.
Mi hermano se pensó lo que estaba diciendo y no le convenció pero no se iba a negar más. Y sin más vuelta nos fuimos.
-La echaba de menos.-dije cuando vi la moto en la puerta. El había bajado los pocos escalones y estaba poniéndose la chaqueta.
-No tanto como yo a ti.-dijo en voz baja, como si no lo fuera a escuchar.
Nos dirigimos a la reserva donde Jacob creyó que sería buena idea que me encontrara con su familia.
-Resulta que he hablado con ellos y por el parecer todo aclarado. Con la condición de verte.
-¿Me has traído entonces un poco a traición?-Dije en duda.
-¡No! Todo lo contrario,-dijo apurado. -no quiero que pienses eso, sabía que si tu familia se enteraba se negarían y entonces la manada no se detendrá. En realidad es por el bien de todos, y solo estaremos un rato, después iremos tu y yo a donde tú quieras.
-Vale, creo que me has convencido.- Apenada por el recuerdo que embarcaba mis pensamientos en todo momento de ese extraño sueño, premonición... lo que quiera que fuese, miraba a Jacob con un sentimiento muy fuerte. Mi cuerpo estaba cambiando demasiado, mi cabeza, todo era diferente. Ya no pensaba con claridad, pensaba apenada, aterrada por lo que pudiera pasar. Esa mirada aparentemente inocente y enamorada que Jacob siempre me mostraba me daba de que pensar, me hacía plantearme el terrible daño que le provocaría si mi cuerpo siguiese el curso de la vida.
Todo era tan raro y diferente que mis miedos me invadían sin querer irme de casa por si me ocurría algo y no estaba con mi familia. Sentía que le debía algo. Y acababa de caer en la cuenta de lo que era.
Cerca ya de la reserva noté un cosquilleo en mi mano derecha que se encontraba entrelazada con la izquierda rodeando el cuerpo de Jacob.
Me enderecé un poco y las retiré observando que donde había sentido cosquillas mi piel se estaba deslizando de forma extraña creando unas arrugar superficiales en el dorso de mi mano.
La escondí rápidamente con temor. Con reparo. Con repulsión. Con vergüenza. Con agonía. Con toda la humanidad que aquello suponía.
Mi otra mano no había sufrido cambio alguno hasta el momento por lo que acababa de observar. Pero no tardarían en aparecer. Mi estómago se encogió y lo miré volviendo a rodear con un brazo a Jake.
Dejando de ser yo a cada momento que pasaba. El pelo que volaba con el viento no era mío, esos sentimientos y esas extrañas sensaciones no eran mías. Aquello que desde que nací me pertenecía por ley, ahora me aterrorizaba. Pero el verdadero miedo no era la muerte, era el dolor. El dolor que le podría causar a mi hermano, a Jacob, a Edward... a Isac.
En aquel momento mis pensamientos se alinearon.
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Ayúdame. (Edward Cullen) Parte 2
Fiksi PenggemarSEGUNDA TEMPORADA DE "MÍRAME A LOS OJOS" Tras la situación que acababamos de vivir Edward y yo ansiabamos conocer la historia pero parecía que nos tocaría esperar. Ambos estábamos asimilando los acontecimientos y sin encontrar respuesta correcta. Ha...