Narra Jasper
Aquel día no sabía todo lo que se venía cuando me dispuse a levantarme de la cama. Llevaba varios días sin poder pensar con claridad, mis propios pensamientos se habían nublado con dolor. Mi cuerpo reaccionaba mal, mis habilidades estaban débiles y mi don no me ayudaba. Por muy irónico que parezca no sabía controlar mis propias emociones y este lo agravaba a peor. Mis piernas no querían caminar. Lo que pensaba que nunca me podría pasar en una vida tan perfecta, que tu mundo se venga abajo, estaba pasándome.
Y era Alice la guía de mi supervivencia en las últimas semanas en las que no aguantaba un sólo suspiro. No podía presenciar nada más que el dolor. Tan agudo como el de ver a tu hermana con el pelo blanquecino y una sonrisa apagada, en un desconocimiento de lo que podría suceder de ahí en adelante. Vivir así, con esa agonía, era tan inhumano como nosotros mismos.
Me dispuse a caminar hacia el salón orgulloso porque para mí era un gran logro. Había días de desesperación únicamente y algunos otros sin descanso en búsqueda de una solución. Una montaña rusa de estados de ánimo me atacaba día sí y día también.
Carlisle decidió llevarnos a cazar el día que todo ocurrió. Estábamos tan pendientes de la situación, de la vigilancia de Ally, de cualquier detalle... que no habíamos salido a cazar hacía ya un tiempo. Y eso tampoco era bueno por si había que actuar rápido.
Así que toda la familia nos dirigimos a las afueras de Seattle a la búsqueda de algo a lo que hincarle el diente. Aunque tenía pocas ganas.
Emmett y Rosalie se propusieron cazar a un veloz puma en una guerra por admirar quien poseía mejores habilidades de sigilo y velocidad.
Edward no se había despegado de mi hermana en ningún momento y todo el tiempo iban riendo. Si era de admitir que mi hermana era feliz así y que todas mis palabras me las estaba tragando sin pausa.
Alice sin embargo permaneció pendiente de mí cuando nos distanciamos un poco unos entre otros para cazar.
-Siento que me duele el pecho. Siento como si se encogiera, un sentimiento de nostalgia. Aquí la encontré.-Dije señalando donde me dolía. En este bosque nuestras destinos se volvieron a encontrar en un mundo tan grande.
Ella se detuvo en seco y agarró mi cara con ambas manos mirándome a los ojos.
-No te vengas abajo ahora, tenemos que cazar, tenemos que coger fuerzas para ayudarla más que nunca.
Sus palabras me animaron en cierta parte a recordar que aunque no quisiera estar aquí lo hacía por ella.
Entonces Alice y yo escuchamos crujir una rama y nos miramos en silencio y estáticos. Ahí estaba el animal que me iba a dar fuerzas. Antes de que apenas pudiera darme cuenta Alice estaba subida entre las ramas de un árbol ojeando el terreno desde arriba y cuando encontró al animal la vi saltar.
Se trataba de un fiero oso por el que una chica de su edad, peso y estatura hubiera sido devorada. Pero al contrario ella lo devoró a él casi sin esfuerzo.
Cuando ya consideramos que nos habíamos quedado satisfechos nos dispusimos a buscar a los demás. El grito casi ahogado de Esme nos desveló su ubicación cuando ya nos habíamos acercado un poco. Nos reunimos con ellos, pero faltaban Edward y Ally.
Todos gritaban el nombre de Edward que tenía doble capacidad de escucha.
-¿Qué ocurre?-dije preocupado.
-No sabemos donde están, se habían ido juntos pero es raro que Edward no haya contestado ya llevamos un rato buscando.-Dijo Rosalie.
-Pero tranquilo, los encontraremos.-Dijo Carlisle para disminuir la tensión.
Tras un tiempo que me pareció eterno los encontramos. Ambos estaban tirados en el suelo y Ally en los brazos de Edward.
-¿Qué pasa?-dijo Emmett alterada.
Alice se dio la vuelta alejándose unos pasos, quería atenderla pero necesitaba saber que pasaba.
-Ha perdido la velocidad, apenas puede caminar mejor dicho.
-Deberíamos llevarla con Jacob. Es posible que se transforme. -dijo Carlisle.
-Él no es necesario ahora mismo.-dijo Edward molesto y aferrado a mi hermana.
Me acerqué a ella arrodillándome en el suelo a su lado para mirarla y apenas abría los ojos. Opté por medir su temperatura en sus muñecas, pero se había puesto unos guantes. Los retiré. Y me asusté. Pero no quería que se notase.
Pequeña y querida hermana mía, estás envejeciendo a una velocidad vertiginosa, y me avergüenza admitir que tu hermano mayor no sabe que hacer para parar esto- Pensaba para mí. Agobiado, desesperado.
Edward se levantó para levantar su cuerpo y ella, apenas consciente, se aferró a él como una mochila delantera apoyando su cabeza en el hombre de Edward desplegando su cabellera a todo lo largo del brazo.
-Vayamos a casa.- Sugirió Carlisle con prisa.

ESTÁS LEYENDO
Ayúdame. (Edward Cullen) Parte 2
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE "MÍRAME A LOS OJOS" Tras la situación que acababamos de vivir Edward y yo ansiabamos conocer la historia pero parecía que nos tocaría esperar. Ambos estábamos asimilando los acontecimientos y sin encontrar respuesta correcta. Ha...