Narra Ally
Marzo
Mi padre se apresuró por llegar a la reserva acelerando para variar de forma excesiva, de modo que nos acercábamos a la casa de Jacob y mis nervios aumentaban a cada segundo. Carlisle aparcó sin mucho miramiento en la misma puerta, o más bien se detuvo y paró ahí el coche. Por la ventanilla visualizaba aterrada a gran parte de la manada que permanecía fuera. Él ya se había bajado a prisa del coche pero Edward aún permanecía conmigo.
-Vamos.- dijo cogiendo mi mano a sabiendas de que estaba atemorizada por la situación y animándome a bajar del coche y enfrentarme a todos ellos de buenas formas.
-Te explicaré breve y rápidamente la situación-informó Carlisle intentando concienciarme nada más bajé, acompañándome por el pasillo que formaba la manada en la entrada de la casa. Yo procuraba entender y saludar con la cabeza, con la cara que llevaba no quería imaginar lo que parecería.-Jacob no se puede transformar pero la ponzoña tarda más en matarle que cualquier humano en hacerle su efecto correspondiente pero también es el doble de doloroso. No ha pasado ni una hora desde que le han mordido pero no sé el tiempo exacto que puede resistir su cuerpo. O succionas la ponzoña o probablemente morirá hoy mismo.
La presión sobre mí aumentaba a velocidades estrepitosas con las miraditas de los presentes en la puerta. Eran de real preocupación y tristeza. Y de repente escuché sus gritos de dolor desde dentro.
-Tengo miedo.-me invadieron unas ganas de llorar que no eran posibles por lo que supuse que solamente serían ganas.-¿Qué pasa si no puedo parar?
La mano de Edward, entrelazada con la mía me hizo saber que sufrí un escalofrío.
-Podrás.-me alentó él.
Me adentré en la casa escuchando con mayor frecuencia los gritos de Jacob rompiéndome el corazón poco a poco. Sabía dónde estaba su habitación así que no me costó encontrarla aunque el notable dolor de Jake me facilitaba el trabajo de todas formas.
Cuando abrí la puerta y lo vi las repentinas ganas de llorar volvieron a evadirme.
-¿Dónde?-le pedí a mi padre el lugar en el que estaba la mordedura. Nerviosa, apunto de ponerme a temblar como una niña pequeñita, a sabiendas de que pasara lo que pasara yo era la responsable y teniendo claro que no podría soportar que le pasara nada.
-En el cuello.- dijo Carlisle mostrándome la zona.
Cuando la encontré me acerqué a ella pensando si iba a ser capaz. Y miré aquella mordida con atención. Un ensordecedor grito de Jacob agarrándome del brazo con fuerza me pilló por sorpresa metiéndome prisa. Acaricié con mi mano derecha su mejilla izquierda y me incliné hacía dónde debía.
Clavé mis dientes en la misma hendidura de los del otro vampiro y comencé a absorber el veneno. No sabía cuándo debía parar. Tampoco si quería hacerlo. Mi cuerpo se estaba nutriendo de algo diferente a todo lo que había conocido antes y era demasiado extraño.
-Ya, para Ally.-avisó mi padre con su mano en mi hombro.
Mi cabeza sabía lo que quería pero mi cuerpo no lo tenía tan claro. Y mi boca seguía absorbiendo.
Hasta que la mano de Edward se encontró de nuevo con la mía y voluntariamente me empujé hacía atrás cayendo al suelo.
Edward se acercó a mí rápidamente. Mis manos estaban sobre mi cara y mis piernas encogidas me arropaban temblando ahora sí de verdad.
Levanté la cabeza para mirarle y seguramente él tampoco se creía lo que estaba viendo.
ESTÁS LEYENDO
Ayúdame. (Edward Cullen) Parte 2
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE "MÍRAME A LOS OJOS" Tras la situación que acababamos de vivir Edward y yo ansiabamos conocer la historia pero parecía que nos tocaría esperar. Ambos estábamos asimilando los acontecimientos y sin encontrar respuesta correcta. Ha...