Los polos opuestos se atraen.

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Narra Ally

Noviembre

Tuvimos sexo en aquel lugar, en aquel momento en el que ambos habíamos perdido la coherencia y lo apartamos todo a un lado como si nada importara. Agarré su brazo para salir de allí y volvimos a la pista en la que estaban nuestros hermanos y Lisa. Observé a todos ellos de uno en uno para ver si alguien se había percatado de nuestra ausencia. Lisa bailaba y bebía, tal cuál como hace un rato. Rose y Emmett también estaban un poco a su bola, sin embargo, Alice y Jasper quiénes seguían bailando con mucho ímpetu se mostraban inquietos, sobre todo el segundo. Alice podría habernos visto perfectamente, pero dudo que desvelara aquello que acababa de pasar.

-No te preocupes.-Dijo Edward.-Alice no es tonta, además tu hermano se ha dado cuenta de que no estábamos, pero ella ha disimulado y ha dicho que estábamos inspeccionando el club.

-Genial, porque no me apetecía dar explicaciones por algo que no las merece.-Sonreí. Ambos habíamos salido del trance y habíamos vuelto a una realidad en la que a partir de ahora no sabía que podía pasar.

-¿Jasper no me matará?-rió.

-Me encargaré de que no sea así.-dije sonriendo su broma.

Mis manos rodeaban su cuello y las suyas mi cintura. No me atrevía a mirarle y probablemente me estuviera leyendo la mente.

Edward nunca había sido mi prototipo de chico, tanto por dentro como por fuera pero al parecer los gustos cambian.

-Chicos, tenemos ganas de irnos ya.-dijo Alice dos canciones después.

-Está bien.-Edward me agarró la mano y siguió el camino de Alice ya que había mucha gente.

-¿Qué tal lo habéis pasado?-pregunté al salir.

-Muy bien.-dijo Emmett riendo.-La verdad es divertido.

-¿Quién deja a Lisa en su casa?-dijo Rosalie quién sostenía a la chica que iba algo ebria.

-Nosotros.-Ofreció Edward.

-Sí.-dije agarrandola.

-Está bien, nos vemos en casa.-Dijo Jasper.

Subimos a Lisa en la parte trasera del coche y esta vez condujo él.

-¿Recuerdas lo del otro día?-dijo de repente.

-Claro...-dije obvia. Lisa no se acordaría de nada al día siguiente por lo que no importaba lo que escuchara.

-Hoy me he sentido más o menos igual. Bastante mejor para ser sincero.

-Eso es un avance. Punto mío.-dije riendo.

La velocidad de su coche de Seattle a Forks era muy poco moderada. Conducir así era típico en él, y la chica detrás de nosotros vomitaría todo lo que había bebido como no fuera un poco más despacio pero allá él.

-Lo he pasado bien, y eso que a mí no me van todo ese tipo de cosas.- Era fácil de adivinar que Edward es un chico más clásico, que las locuras que ha cometido han sido librar a Bella de un par de amenazas y poco más, pero estoy segura que ninguna así de... atrevida.

-Lo sé. Pero te advertí que no sería igual, ni a tu manera, ni como lo era con Bella seguramente tampoco.

-Ni de lejos.-admitió.-Ella es una chica muy tranquila, como yo.

Siendo sinceros no me gustó la comparación aunque fuera verdad que quizá eran tal para cual, pero bueno, lo que dicen; los polos opuestos se atraen.

-Ya, yo quisiera ser como la chica que llevamos detrás.-No iba a ser tan descarada de decir que quería ser humana para participar en todo lo que me pierdo por ser lo que soy, pero me entendió.

-Shh.- Chistó él.

-Va demasiado ebria Edward, ahora mismo no sabe ni su nombre.

-Si pudieras ser ella, ¿que harías?

-Emborracharme para saber lo que se siente estar en otro lado, sintiendo todo mucho más intenso.

-Eres rara.-dijo riendo.

¿Puede gustarte tanto esa sonrisa? Yo creo que no.

-Lo siento, se me dispersan los pensamientos. No es mi culpa que estés en mi cabeza.

Volvió a reír.

-Al menos así sé con certeza que todo esto no lo haces sólo por caerme bien.

-Estás graciosillo hoy, Cullen.

-Contento, mejor dicho.

-Me alegra escuchar eso.

-Baja a tú amiga anda.- Antes de si quiera darme cuenta ya estábamos en Forks. Me dispuse a ayudar a Lisa. La chica se quejaba de dolor de cabeza y yo la ayudé a bajar.

-Vamos anda. Ya veo que te gusta la fiesta eh.

-Tú y Edward sois muy monos.-dijo con una risa muy tonta.

Edward también rió ante el comentario de la chica. Una vez en su puerta intenté hacer que se sostuviera sola y que vocalizara un poco al menos para que sus padres no quisieran matarla al verla así.

Toqué la puerta y me abrió su madre.

-¡Hola, señora Steven!-dije para parecer simpática.

-Buenas noches mamá.-dijo Lisa.

-¿Le importa que suba con Lisa a su habitación que me va a dejar unos apuntes de biología?

Escuché reír a Edward, seguramente porque sabía que era imposible que yo no tuviera cualquier apunte de biología.

-Claro, pasa.

Ambas pasamos y ella cerró la puerta. Era tarde pero al parecer la hora no le había importado demasiado. Ayudé a Lisa a subir las escaleras. También a quitarse el vestido.

-Buenas noches morena mía.-le dije dándole un beso en la frente cuando ya estaba acostada.

-Buenas noches mi rubia.- Aquello sonó tierno, su voz estaba entrecortada ya que su cabeza no la dejaba vocalizar de mejor forma.

Sí, Lisa y yo nos habíamos cogido mucho cariño desde que le asumí que Edward me gustaba y no entendía el motivo ya que debería haber sido al contrario.

Bajé las escaleras y la madre de Lisa volvió.

-¿Y los apuntes?-dijo.

-Oh, eeh... Lisa no los encuentra ahora mismo. Pero no importa. Buenas noches señora Steven.-dije saliendo de la casa.

-Buenas noches querida.

Volví al coche de Edward y me subí.

-¿Con qué te faltan apuntes de biología? Que mala alumna eres...-dijo bromeando.

-Pero soy muy buena amiga.

-Bueno, eso no te lo discuto. Lisa está empezando a caerme mejor.

-Dime que es por lo que ha dicho.-dije casi suplicando.

-Puede.-sonrió.

-Poco a poco Allison.-me auto animé en voz alta.

Ayúdame. (Edward Cullen) Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora