Me tumbaron y me ataron nuevamente. Carlisle inspeccionó mi pulso y comenzó a extraerme sangre pero le estaba costando. Además la extracción no era lo que esperábamos. Siempre había sido sangre, ahora un liquido viscoso grisáceo llenaba parte de la sangre haciendo que esta tomara su color.
-¿Qué es eso?-Dije a trompicones, y sin vocalizar ni una sola palabra. Parecía que estaba dorgada o anestesiada. Me costaba mantenerme despierta.
-No cierres los ojos Ally, aguanta.-Dijo Jasper a mi lado. Edward me agarraba la mano con fuerza animándome también a abrir los ojos.
Pero mis huesos estaban rompiéndose uno a uno sin cesar, y el dolor era agotador. Sentía que no podía más, no era como cualquiera de las otras veces. Todo se había intensificado, mis músculos no cogían la fuerza que perdían mis huesos. Comencé a gritar en un intento de desahogar ese intenso dolor.
-¡Carlisle páralo!-Gritó Edward nervioso.
Mi padre agarró a mi hermano del brazo y lo apartó para decirle algo que no pude oír.
-Por favor aguanta, estoy aquí contigo, todo saldrá bien Ally.-La voz de Edward sonaba a sufrimiento. Yo le miré y asentí como pude. Jasper salió a prisa de allí e imaginé que era por lo que Carlisle le había dicho.
Tras un largo rato del dolor más intenso que había sentido en toda mi vida, se detuvo. Dejamos de oír crujir mis huesos y Carlisle se dispuso a sacarme sangre de nuevo la cual ahora se veía mucho más limpia.
-El pulso se ha ralentizado pero es normal si ya no sientes tanto dolor.-Dijo mi padre.
-Por favor, llamad a Isac.-Titubeé tan débilmente que si no fuera por el agudo oído de los vampiros apenas se me habría entendido.
-Edward quédate con ella le diré a Emmett y a Rosalie que lo busquen.-Dicho esto salió por la puerta disparado.
-Está bien. -Dijo Edward mirándome y estrechando aún más su mano. -No me voy a mover de aquí, te vas a poner bien, te lo prometo Ally.-Dicho esto besó mi mano repetidas veces y con las pocas fuerzas que me quedaban acaricié su pelo. Apenas podía levantar la mano pero lo intenté.
-Gracias por todo.
-¿Por qué dices eso? No hagas esto, te estás transformando nada más. -Edward sabía por donde iban mis palabras.
Y es que no era cierto que me estaba transformando nada mas. Me estaba apagando. Sentía un cosquilleo que desde hacía un rato me estaba subiendo por las piernas muy lentamente y que había empezado por la punta de mis pies. Y sabía que clase de cosquilleo estaba sintiendo.
Me hubiera gustado que fuera el que sentía cuando Edward me besaba, cuando mi hermano me abrazaba, cuando Jacob me miraba a los ojos o cuando escuchaba la voz de Isac. Pero no eran esas mariposas tan bonitas que surgen cuando te rodeas de la gente a la que quieres.
Era como si una flor se marchitase más bien. Como si me estuviera pudriendo poco a poco y sólo me quedaba sonreír y suplicar que no se fuera de mi lado. Y pensar que Isac cumpliría mis deseos. Esto era lo único que podía esperar ahora mismo.
Le miré y le sonreí.-Me has hecho tan feliz que sólo puedo sonreír. -Su expresión de sufrimiento como si realmente estuviera llorando me estaba partiendo por la mitad. Pero en este momento sólo podía pensar en todo lo bueno. Aunque le viera sufrir sabía que sería temporal y me alegraba mucho de que no fuera a cargar con esto toda su vida.
Comenzaron a correr por mi cara un par de lágrimas tontas que seguían acompañadas por mi sonrisa inamovible.
-No puedes decirme eso Ally, por favor. Quédate conmigo.
No sabía que responderle a tal proposición que no podría cumplir así que con las fuerzas que pude levanté la manga de mi camiseta para que él viera que el sufrimiento que le estaba provocando no era mi deseo, y que yo no podía frenar esto.
Comenzó a besar mi brazo lamentándose, gritando, abrazándome y pidiendo que todo esto no fuera real. Ya ni si quiera sentía mi corazón de lo que estaba sintiendo.
Aparecieron por la puerta Carlisle, Jasper y Jacob y cuando se acercaron a mí todos estaban atónitos viendo como mi cuerpo acababa de cambiar casi por completo y que Edward estaba con la cabeza hundida en mi abdomen agonizando casi tanto como yo hacía un rato.
Mis dedos acariciaban su pelo consolándole sin ningún efecto positivo.
Jasper se lanzó hacia mí. Hermano, como te explico que me estoy muriendo. Agarré su mano y le miré también con una sonrisa.
-Te quiero. -Le dije lo más sentidamente que pude.
-Esto no puede estar pasando.-Dijo Jacob.
-Jake, no es necesario que tengas que pasar por esto.-Le ofrecí la oportunidad de marcharse, pero al contrario él también se acercó y los tres al rededor de mi cuerpo moribundo comenzaron a suplicarme que aguantara.
Cuando Emmett y Rosalie encontraron donde se alojaba Isac y lo trajeron a casa aún no sabían para qué. Alice y Esme también vinieron conmigo. Jacob se encontraba en un lado de la habitación sentado y abrazando sus rodillas mientras lloraba, similar a cuando yo creía que lo perdía y es que nuestra conexión no era normal. No volver a verle me dolía tanto como a él.
Alice sujetaba a Jasper por un lado el cual estaba eufórico. Sus emociones llevaban ya tiempo descontroladas pero esto era la gota que había colmado su vaso.
Isac tampoco era capaz de asimilar nada y no era para menos. Tras todo lo que habíamos pasado juntos ninguno tendría que ver así al otro.
Algunos gritaban nerviosos pidiéndole a Carlisle que hiciera algo pero tanto él como nosotros sabíamos que ya estaba todo hecho.
Y que no había vuelta atrás de ninguna manera.
-Siento hija mía no poder ayudarte de alguna manera. Te he fallado y cargaré con la culpa el resto de mi vida.-Se lamentó mi padre.
Esme le ayudó diciéndole que esto no era culpa de nadie ya que estaba muy afectado.
-Os pediré algo.-Dije cuando todos estaban a mi al rededor. Yo sentía que se agotaba el tiempo y debía hacerlo ya. -Os pido que cerréis los ojos y sólo me escuchéis.
Todos obedecieron. Edward aferraba mi mano con fuerza y mi dolor crecía al igual que mis lágrimas.
-Todos nosotros hemos tenido un camino largo por nuestra condición y en todos y cada uno hemos tenido que aceptar situaciones o atravesar experiencias que no siempre eran las mejores. Yo hoy llego a la meta. Esa que todos queremos en la vida, tener amigos tan fieles y en los que apoyarnos por encima de todo, tener una familia fuerte en la que unos luchan por otros y todos luchamos por todos. En la que la unión y el amor reinan y siempre ganan. Y esos amores incondicionales y sin los que no podríamos haber superado cada uno de los baches del camino. He llegado a la meta en unas condiciones inmejorables, con personas que no cambiaría y ahora no quiero que lloréis ni me lamentéis. Sólo quiero que disfrutéis, que me recordéis para los restos, y que siempre os acordéis de que sin vosotros no me sentiría nunca tan en paz como hoy.
Mis últimas palabras no fueron en voz alta.
En mi habitación encontrarás una carta. Leedla todos. Te llevaré conmigo siempre, porque nunca nadie nos separará. Te amo, y por encima de la muerte te seguiré amando.-pensé para él.

ESTÁS LEYENDO
Ayúdame. (Edward Cullen) Parte 2
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE "MÍRAME A LOS OJOS" Tras la situación que acababamos de vivir Edward y yo ansiabamos conocer la historia pero parecía que nos tocaría esperar. Ambos estábamos asimilando los acontecimientos y sin encontrar respuesta correcta. Ha...