Detectives del Miedo

Parte 18: Kenny Hampson

Tras hablar un poco del Terror que tenían que encontrar, Alex se quedó en el compartimento mientras Nicolás y Esther iban a investigar.

La idea era que funcionase como punto de control, al menos hasta que una mujer de pelo castaño abrió la puerta.

"Hola, disculpa, ¿está este compartimento ocupado?"

"Oh, bueno estoy con un amigo, pero puede sentarse"

"Muchas gracias"

"No hay de qué..."

Ya se imaginaba a Nicolás preguntándole por qué la dejó entrar en el compartimento...

Pero no pudo decirle que no, ya que la mujer estaba entrada en algunos años y le daba cierta angustia negarse.

"¿Estáis tu amigo y tu de viaje?"

"Sí, a Maine"

"¿Maine? Me han dicho que ese sitio es un tanto extraño"

"Y que lo diga..."

"Espero que tengáis un buen trayecto"

"Sí, esperemos que no descarrile el tren" - bromeó el escritor

"O que haya un asesino a bordo..."

"¿Cómo dice?"

Esto llamó la atención de Alex, ya que lo decía con cierta tristeza, como si fuese un mal chiste. Y lo del asesino...

"Mi nombre es Alex Nevsky, ¿cuál es el suyo?"

"Oh, mi nombre es Alana"

"Alana... bonito nombre"

La superviviente, era la superviviente a la que Kenny Hampson no logró matar. Pero al contrario que Michelle o Esther había envejecido.

"Nevsky... ¿eres ruso?"

"Emm... no, canadiense"

Por otro lado Nicolás y su nueva compañera investigaban los baños.

"Quedan pocos sitios por mirar"

"¿No decías que no sabías cuál era su aspecto?"

"Pelo corto y negro... o puede haberse puesto peluca"

"Tu tranquilidad me irrita"

"Igual que a Nevsky" - admitió algo pensativo - "Pero el humor a veces puede camuflar el nerviosismo o la preocupación"

"Si tu lo dices..."

"Esther, si fueses Kenny y hubieses matado a casi todos los que te hicieron desgraciado... ¿qué harías?"

"No hubiese dejado superviviente"

"Solo mataste a uno de los Coleman"

"Vete a la mierda..."

"Esa boca, recuerda que tienes nueve años"

"Soy mayor que tu"

"Solo por tres años, Esther, no es tanta diferencia"

La mujer apretaba los dientes para armar un escándalo en los vagones. Con un asesino a bordo era peligroso hacer algo así.

"Pero, ahora en serio, ¿qué crees de él?"

"¿De Hampson?"

"Sí, tengo curiosidad..."

"Que era un idiota y que mataba por idioteces"

"¿La venganza por un trauma no te parece poca motivación?"

"Cuando yo mataba..." - puntuó mirándole de mala manera - "Lo hacía para garantizarme un futuro, no para limpiar el pasado"

"La muerte, sea por el motivo que sea, no es una idiotez"

"¿La de los Terrores tampoco?"

"Tampoco..."

Finalmente la dupla llegó al último vagón, siendo que solo quedaba el del conductor y sus ayudantes. La puerta estaba abierta.

"¿Hola? ¿Hola?"

"¿En qué puedo ayudarle?" - preguntó el maquinista

"Nada, solo echábamos un vistazo al tren"

"Hágalo, de verdad que no me importa"

"Muchas gracias..."

Esther miró de un lado a otro de la sala. Era espaciosa, pero había algo que le resultaba extraño, no sabía el qué era.

"Esther, ¿te ocurre algo?"

"No... papi..." - fingió una sonrisa - "Miro las paredes..."

"La paredes no es que sean..."

"Están amarillas"

"Disculpe, señor..."

"Carne" - le dijo sin darse la vuelta - "Señor Carne"

Ese nombre lo conocía, era el del maquinista de la película original. Pero ya se había dado cuenta qué era lo extraño.

"¿Cuánto tiempo tiene este tren?"

"Varios años, igual que yo manejándolo" - dijo risueño

"¿Y cómo es eso posible?"

"Emm... ¿disculpa?" 

"En 1980 el conductor Carne llevaba este tren... murió en 1996..."