Parte 101: Ayudantes

60 5 3
                                    

Una vez detenida la ola de asesinatos de Ghostface, el pueblo de Woodsboro estaba volviendo poco a poco a la normalidad en sus días posteriores.

Alex y Nicolás se encontraban junto a Esther, observando los... restos de su caravana...

"Esther..."

"Te he dicho que yo no he sido"

"Está... totalmente quemada..."

"Quizás ha sido el asesino" - dijo sin mucha preocupación

"Le capturamos antes de que eso sucediese"

"En fin... una pena..."

"Esther"

"No he sido yo, pero siempre puedo alegrarme"

"Esther, ¡el libro del Miedo estaba dentro!"

"Sin él es imposible que..."

El sonido de un trueno se escuchó a pesar de que el día estaba totalmente despejado, siendo que frente a ellos cayó el libro del Miedo del cielo.

"Vaya... qué... inesperado..."

"¿De dónde venía ese rayo?"

"Necesito... necesito un vaso de vodka..." - dijo Alex

"Creí que lo estabas dejando"

"Nicolás... me hace falta..."

"Bueno, mientras no viene Carrie"

"¿Todavía está despidiéndose de esa oficial?"

"Esther, deberías relajarte un poco" - le dijo el reportero  - "Disfruta de la vida"

Y mientras tenían esta conversación, Carrie se encontraba teniendo otra con Judy en la comisaría. Le dolía despedirse.

"Siento mucho... lo de Irena..."

"La culpa fue mía, debí haber reaccionado mejor"

"No, eso no es cierto, ella..."

"........"

"Emm... dime... ¿qué pasará al final con Kirby?"

"Ha sido un revuelo tan grande que no podía dejar que muriese aún... si su cuerpo hubiese desaparecido..."

"........"

"Todo el pueblo pensaría que sigue suelta, incluida la policía"

"Al menos estará encerrada..."

"Sí, ya resolveremos este problema a futuro..."

"¿Y los niños? Glen y Glenda"

"Pues... he encontrado a alguien que les echará un ojo encima..."

Carrie miró detrás de ella a Sidney, que se encontraba en su despacho hablando con los pequeños. Y ellos parecían contentos.

Sidney sufrió bastante por muchos años, quizás ahora encontrase algo de alegría.

"Supongo que... es hora de despedirnos..."

"Sí, me ha... me ha gustado mucho trabajar con vosotros..."

"Lo mismo digo"

"No todos los días formo parte de una brigada"

"Ojalá pudieses acompañarnos"

"No puedo, Woodsboro me necesita, ni aunque quisiera me apartaría de..."

"¿Estás segura?"

Los ojos de Judy se abrieron en cuanto reconoció la voz y su rostro se iluminó al ver a su héroe entrar por la puerta principal.

Carrie se miró algo confundida, pues no reconocía al hombre con bigote.

"¡Sheriff Riley!"

"Judy, me alegra volver a verte"

"Igualmente, señor... esta es Carrie, una amiga, nos ha ayudado en el caso..."

"Sí, me han puesto al día antes de llegar al pueblo"

"Por supuesto..."

"Habéis hecho un excelente trabajo, lo digo de verdad"

La joven adolescente lo reconocía por un par de veces que ella lo mencionó, pero al instante supo que debía estar orgulloso de Judy.

"Gracias... señor..."

"Entonces... veo que también has hecho amigos"

"Algo así, señor"

"Sabes... quizás deberías ir con ellos..."

"Señor... me está... ¿despidiendo?" - preguntó temerosa

"No, lo que quiero decir es que los últimos cuatro años te has negado a tomar tus vacaciones obligatorias..."

"Pero señor, yo no podría"

"Es una orden"

Judy se giró hacia Carrie, quien a pesar de su un poco tétrico rostro esbozó una sonrisa. 

"Muchas gracias, señor"

"Unos meses te ayudarán a recobrar fuerzas"

"No sabría yo qué decirle" - se rió un poco

"Puedes volver en cualquier momento"

"Gracias... muchas gracias..."

El sheriff se volteó para dirigirse a Sidney, que todavía estaba hablando con los dos pequeños pelirrojos.

"Entonces... ¿vienes con nosotros?"

"Os conviene tener a las fuerzas de la ley de vuestro lado"

"Eso... eso suena bien" 

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora