Parte 159: Celebraciones

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Habían pasado varios días desde el encuentro de los investigadores con la familia Firefly, siendo que finalmente habían llegado a México.

Nicolás estaba seguro de que el libro del miedo indicaba esa zona, y además podrían aprovechar para una celebración pendiente...

"¡Callaos!"

"Esther, solo han cantado una canción de cumpleaños"

"Cantan terriblemente... todos..."

"Bueno, la intención..."

"En especial la oficial Hicks" - dijo con cierto asco - "Parece un gato atropellado"

"Yo no canto mal"

"........"

"¿Chicos?"

Era evidente que todos en la mesa discrepaban con eso de que no cantaba mal, pero tampoco es que quisieran herirla.

"No cantas como un gato atropellado..."

"Gracias, Nicolás"

"Pero sí cantas como un gato muy... muy jodido de la garganta..."

"¿Qué?"

"Eso es mejor que ser atropellado, ¿no?"

"Para esta situación no"

Mientras comían Nicolás no pudo evitar mirar a su compañera Esther. Llevaba algo de maquillaje, pero solo para ocultar algunas arrugas superficiales. 

Pero no parecía llevar sus vendajes, tampoco su típico vestido e incluso recogió su pelo en una coleta. En contraste con su apariencia habitual llevaba vaqueros y camisa negra.

"Por cierto, ¿a qué viene el cambio de look?"

"Carrie insistió... y no me gustaría intentar matar a una psíquica..."

"¿De verdad? Porque no pareces muy incómoda"

"Autocontrol"

"Eres la persona con menos autocontrol"

"Eso no es cierto" - dijo con calma - "Evito clavarte un cuchillo cada día"

"Te queda bien"

"Nadie pidió tu opinión, Hicks"

"........"

"Pero gracias de todos modos"

Parecía que de alguna manera Esther parecía mucho más cómoda que de costumbre, tal vez por no tener que hacer el papel de una niña.

Judy sin embargo se enfocó también en su amiga y motivo de celebración.

"Tu también te ves muy guapa, Carrie"

"Gracias..." - dijo algo nerviosa - "Esther me ayudó con el pelo y... el maquillaje..."

"Son años de experiencia"

"Y esta vez lo más rojo que verás será esta dichosa salsa picante..."

"Hablando de rojos y comunistas..."

"Nicolás..."

"Es hora de que te demos esto..."

De debajo de la mesa Nicolás sacó algo envuelto en papel de regalo que pasó a Alex para que se lo diese a Carrie.

"Un... ¿un regalo?"

"Sí, de parte de Nevsky y mío"

"Oh... ¿puedo abrirlo?"

"Claro, estaría feo abrirlo en medio de un tiroteo"

La adolescente empezó a rasgar el papel y se quedó un poco extrañad cuando vio un muy bonito sombrero de paja con un lazo azul.

"¿Un sombrero de paja?"

"Es bonito, te cubre del sol... y no teníamos ni idea de qué regalarle"

"Es un regalo terri..."

"Me encanta"

El rostro de Carrie estaba iluminado con una sonrisa, pues no solo le gustaba el sombrero sino que fue el primer regalo que alguien le dio alguna vez.

"Es precioso..."

"Sí, ya sabemos que estamos en Octubre, pero... de cara a... ¿Abril? ¿Mayo?"

"Lo que no entiendo es eso del comunismo"

"No se me ocurría cómo sacar el tema del regalo" - dijo el periodista - "Estaba totalmente bloqueado..."

"Idiota..."

"Gracias, Esther..."

La asesina levantó una bolsa blanca que tenía al lado y de ella sacó un pequeño estuche envuelto en un papel marrón.

Todos se quedaron sorprendidos, pero Carrie simplemente lo desenvolvió con una sonrisa, aunque el contenido...

"Una... ¿navaja?"

"Sí, es de estas que se pliegan"

"Esther, ¿le has regalado por su cumpleaños una navaja?"

"Así tendrá algo con lo que defenderse, ¿no?"

"Gracias..." - le dijo Carrie dulcemente - "Significa mucho que te hayas molestado..."

"No te pongas cursi"

Pero era cierto que aunque quisiese no podía ocultar su sonrisa.

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora