Detectives del Miedo

Parte 160: Benefactor

Nuestros investigadores se encontraban aún celebrando el cumpleaños de Carrie, siendo que se encontraban en un local tomando algo de beber.

Esther parecía estar discutiendo con Judy, no con su mal humor habitual pero igual de ofensiva que siempre.

"Mi regalo es mejor que el tuyo"

"Eso no es verdad"

"Oh, vale, le has regalado un diario"

"Un diario muy bonito" - dijo Carrie

"Sí, un regalo esplendido... considerando que tiene sus días contados es genial que los escriba en un cuaderno"

"No sabemos cuándo llegará ese momento, podría ser en..."

"Cierto, sois tan inútiles que igual tardáis décadas"

"Dejad de pelearos" - les pidió el periodista - "Que estamos de celebración"

"Nicolás, ¿qué regalo te gusta más?"

"La navaja"

"¡Nicolás!"

"¿Qué? Nunca he sido muy fan de los diarios... prefiero un cuaderno en blanco, sin fechas ni líneas ni nada de eso..."

"Me gustan todos los regalos, de verdad..."

"Bien, un día de estos te enseñaré a usar esa navaja"

"¿De verdad?"

"Sí, si no tienes precisión golpearás la nariz en lugar del ojo, y eso no funciona tan bien porque choca con hueso y..."

"¡Esther! ¡No le cuentes esas cosas!"

"Calcinó a toda su promoción, ya es mayorcita"

"¡Al menos no hables de eso durante su cumpleaños!"

Siguieron hablando y discutiendo por un tiempo hasta que vieron cómo un hombre calvo, con bigote y bastante alegre se les acercaba.

"Disculpen, ¿tienen un minuto?"

"No damos limosnas"

"Esther..."

"No estoy por limosna, señorita" - le dijo riéndose un poco - "Vengo de parte de mi patrón... está interesado en conocerles..."

"¿En conocernos?"

"Sí, Nicolás Zemo, Alexander Nevsky, Judy Hicks, Leena..."

"Emm... vale, vale..."

"Nos ha quedado claro"

Todos estaban algo extrañados de que supiesen sus identidades, pero tampoco daba la sensación de que fuese alguien malvado...

"¿Quién es su patrón?"

"No puedo decírselo aquí, pero un coche puede recogerles..."

"Preferiríamos una dirección" - le dijo la oficial

"Por supuesto, totalmente comprensible"

El hombre metió su mano en la chaqueta que llevaba y sacó una tarjeta donde podía verse una dirección.

"Puede... ¿decirnos su nombre?"

"Mi nombre es Carlos, pero suelen llamarme Carlitos"

"Un placer... Carlitos..."

"Disculpe" - le llamó la atención Carrie - "¿Qué clase de hombre es su patrón?"

"Mi patrón, y amigo, es un benefactor del bien... un hombre hecho y derecho que lucha contra la injusticia y el sufrimiento..."

"Menuda presentación..."

"Ahora, si me disculpan, espero que sigan con su celebración"

Y con un saludo el hombre se despidió. Automáticamente todos se giraron hacia Nicolás, que también estaba algo confuso.

"¿Quién era ese?"

"Me suena su nombre... y su aspecto... pero creo que no es un Terror..."

"¿Qué hay del malo de Poltergeist?"

"Kane tenía pelo y una cara más reconocible"

"¿En dónde queda la dirección?"

"Pues bastante cerca..." - respondió Judy

"Podríamos ir mañana" - sugirió el reportero - "Hoy no me apetece combatir a las fuerzas del mal"

"Me gusta ese egoísmo"

"Alex... Nicolás..."

"¿Qué? No es como si fuese a morirse todo México por ir mañana"

"Yo no tengo ningún problema en..."

"Ni se te ocurra" - le advirtió Esther - "No me he puesto a buscar navajas para que ahora se cancele tu cumpleaños"

"¿La compraste de verdad?"

"Cállate, Hicks"

A pesar del detalle la oficial creía que existía una posibilidad de que lo hubiese robado. Se relajó un poco al escuchar que lo compró.

"Bueno, entonces mañana iremos a ver a ese... benefactor de la humanidad..."

"Espero que tenga un nombre de verdad"

"Benefactor de la humanidad... México..."

"¿Nicolás?"

"Tengo un presentimiento... hay algo muy obvio que se me escapa..."