Parte 180: Encumbramiento

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Los investigadores sobrenaturales favoritos de nadie se encontraban frente al supuesto cuartel general de Leslie Mancuso, aka Leslie Vernon.

Con tres lugares opcionales a los que ir tocaba dividirse un poco. Era peligroso, pero estaban medianamente preparados para ello.

"Bien, ¿cómo nos dividimos?"

"Parad el carro, aquí el sheriff soy yo" - se quejó Patterson

"Emm... vale"

"Para empezar estáis diciendo que es un tal Leslie Mancuso y que está aquí, ¿por qué debería creeros?"

"Pues... no lo haga"

"¿Y dejaros en la escena de un crimen?"

"Pues... pida refuerzos"

"¿Para que os vayáis?"

"Mire, sheriff..." - le apartó por un momento Judy - "Podemos hacer de esto todo un papeleo, pero hoy nos la hemos visto con un espantapájaros viviente..."

"Eso..."

"Además hemos demostrado que no somos los asesinos de esta gente..."

"Aún así no puedo dejar..."

"Soy ayudante de sheriff, sé que basta con su permiso para que una oficial... como yo... investigue este lugar, solamente queremos eso"

"¿Solo echar un vistazo?"

"Sí, porque imagínese que por traer agentes lo espanta"

"No sé si fiarme de vosotros..."

En ese momento sonó el walkie talkie que llevaba el oficial y dio un paso hacia atrás para escuchar qué tenían que decirle.

"Señor Patterson... ¿está ahí?"

"Sí, ¿qué ocurre? ¿y dónde están los oficiales que pedí aquí?"

"Señor, nos dijeron que llegaron antes que usted"

"¿Antes que yo? Aquí no hay nadie"

"Eso es imposible, nos notificaron que llegaron hace más de media hora"

"¿Media hora?"

"Hace media hora estuvimos con usted, todos nosotros" - le recordó Judy

"¡Cállese de una maldita vez!"

El oficial se dirigió hacia la puerta de la casa, bastante enfadado y con una pistola en mano. Parecía cansado de todo el mundo.

"Sheriff... debería andar con cuida..."

"¡Cállate! ¡Imbécil con sombrero! ¡Aquí la autoridad soy yo!"

"Simplemente..."

"¡Silencio o te detengo hasta que cumplas cuarenta años!"

Enojado el sheriff abrió la puerta de golpe, activando una trampa que provocó que un hacha le cortase la cara verticalmente.

Ocurrió tan rápido que nadie pudo reaccionar, solo ver cómo su cuerpo caía al suelo.

"La madre de..."

"Oh... dios..."

"Ahora la autoridad aquí eres tu, Judy" - dijo Marybeth

"Hay que joderse..."

"Nicolás... ¿esto es normal?" - preguntó Judy algo aterrada

"No, esto no suele ser demasiado normal viniendo de él"

"¡Pues es muy tarde para que cambie de modus operandi!"

"Cuánto drama" - comentó Esther con sarcasmo - "La marimacho y yo iremos a la casa para que no hagáis tanto drama..."

"¿A quién llamas marimacho? Niñata viejuna"

"No tenemos armas aquí..."

"¿Cómo que no?" 

Marybeth señaló lo que parecía un cobertizo, que al abrirlo estaba lleno de varias herramientas para los cultivos. Hachas, horcas, rastrillos, cuchillos, hoces...

"No cojáis las hachas" - advirtió Nicolás - "Están trucadas"

"Yo tengo mi propia arma..."

"Entonces la horca para mi"

"Yo... yo tengo mi arma... ¿a dónde debería ir?" - preguntó Judy

"Tu ve al cobertizo, puede que esté allí esperando a alguien para sorprenderle... yo me iré al granero que hay tras..."

"¿El bosque donde mataron a su madre?"

"Hay que joderse, me ha tocado el peor sitio..."

"Al menos no es de noche"

"Ya... eso definitivamente ayuda..."

Nicolás cogió un par de hoces, las cuales no había utilizado en su vida. Este hubiese sido un gran momento para haber traído su arma.

"Nicolás, ¿seguro que quieres ir solo?"

"Es un friki de Terrores... creo poder manejarlo... más o menos..."

"No le hables, siempre la cagas"

"Gracias, Esther..."

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora