Parte 139: La camioneta del miedo

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Nuestros investigadores se habían topado con Marybeth Dunston, la superviviente y enemiga acérrima de Victor Crowley que había ido a Louisiana a matarlo.

El problema es que ya estaba muerto. Carrie y compañía parecían tener algo que ver y tras increparles un poco obtuvo respuestas...

"No os creo"

"Perfecto" - le dijo Nicolás - "Ha sido un placer conocerle, soy un gran fan suyo y ya nos veremos nunca..."

"¡Detente!"

"Uff... señorita Dunston"

"Marybeth"

"Marybeth... le hemos dicho la verdad, no nos cree, ¿qué más quiere de nosotros?"

"Vine a cazar a Victor Crowley y me encuentro con que lo habéis matado... ¿cómo ha sido eso posible?"

"Usamos las cenizas de su madre" - dijo Carrie

"¿De su madre?"

"La biológica, la que no le maldijo"

"Judy... solo tenía una madre, la otra estaba muerta cuando..."

"¡Silencio!" - les mandó a callar Marybeth - "Decís... que le habéis derrotado y asesinado porque es un Terror..."

"Sí, una amenaza sobrenatural básicamente"

"¿Y cómo sabéis que no regresará?"

"Bueno, está registrado en el libro del miedo, nadie ha regresado de entre los..."

"Ya, el libro del miedo"

"Marybeth..."

"Habréis engañado al viejo McMuller, pero no..."

"Cállate..."

Esta voz tan fría pertenecía a Esther, quien la estaba mirando con cierto enfado. Era evidente que desde el principio le caía mal.

"Escúchame, imbécil... estos idiotas te han dicho la verdad, te guste o no..."

"........"

"Y aunque no fuese verdad, tenemos cosas mejores que hacer que escuchar los lamentos de una niñata que se cree una heroína de acción..."

"........"

"Ese adefesio de Crawler, Crowler o como se llame está hecho cenizas"

"........"

"Así que danos las gracias, quédate aquí por el resto de tu mísera existencia o simplemente búscate una vida..."

"........"

"Pero déjanos en paz..."

Marybeth no sintió miedo o un sentimiento de amenaza.

Pero lo que sí notó es que Esther le hablaba con la mayor franqueza del mundo, omitiendo sus insultos le estaba diciendo la verdad.

"Victor Crawler está muerto..."

"Es lo que llevamos intentando decirte todo el día" - le dijo Judy

"Está muerto..."

"Es... ¿estás bien?"

"Sí, es solo que... dediqué muchos años a esperar a su regreso..."

"Un acto muy heroico..."

"Un acto muy inútil" - le corrigió Esther - "Buen momento para una epifanía..."

"Esther..."

Nicolás cogió del brazo a su compañera y se la llevó de allí a mala gana, incluso si se ganaba alguna patada por su parte.

Carrie por otra parte se acercó a Marybeth, que estaba en shock.

"Tranquila... ya... ya puedes..."

"¿Ya puedo qué? ¿Ser feliz?"

"Emm... ¿sí?"

"Era feliz cuando mi familia vivía, ¿qué hago ahora?"

"Quizás... quizás deberías tomarte unas vacaciones..."

"¿Vacaciones?"

"Sí, puedes quedarte aquí algunos días, celebrar el festival y... descansar..."

"Descansar..."

"Oye, sentimos si nuestra amiga se ha pasado un poco contigo"

"No es nada, oficial, simplemente me negaba a creer esto..."

La mujer de pelo castaño se levantó caminó hacia las calles del pueblo sin un rumbo fijo, dejando a nuestros protagonistas algo desanimados. 

"Pobre chica..."

"Quizás deberíamos decirle que nos acompañase"

"Creo que no es buena idea" - dijo Judy a la adolescente - "Primero tiene que aprender a librarse de esa... rabia"

"Entonces... ¿qué hacemos?"

"Buscar un vehículo" - dijo Alex

"Cierto... ¿qué tipo de vehículo?"

"Una camioneta debería bastar, eso o una furgoneta"

"Creo que la camioneta es menos sospechosa..." - admitió Judy - "Llámalo consejo policial"

"Yo... yo no entiendo mucho de coches..."

"Vale... Judy, vamos a mirar si hay alguna tienda"

"Dime, ¿cuál es nuestro siguiente objetivo?"

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora