Parte 90: Hella Burger

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Era muy temprano cuando los trabajadores del Hella Burger encontraron el cadáver de Joseph Burke y de inmediato llamaron a la policía.

Al escenario acudió la oficial Judy Hicks acompañada de Irena Dubrovna, que aunque era una civil había obtenido un permiso especial.

"No puedo creer que haya muerto el sheriff Burke..."

"¿Lo conocías?"

"Cuando era joven, era el sheriff anterior al sheriff Dwight"

"Has... ¿has visto el cuerpo?"

"Es... horrible, lo han desmembrado..."

"........"

"¿Quién haría algo así?"

"Oficial Hicks" - le habló uno de los agentes - "Aquí tiene el expediente"

"¿Expediente?"

"Del Hella Burger, lo han mandado desde la central tras notificar el crimen"

"Déjame verlo"

Judy observó detenidamente lo que le habían dado.

Parece ser que habían habido otros incidentes en distintos restaurantes de esta cadena. Desde quejas hasta asesinatos.

Incluso hubo un caso en el que un joven muy quemado.

"Judy..."

"¿Sí? ¿Qué ocurre? Irena"

"Hay algo extraño..."

"¿Extraño?"

"Sí... ¿por qué estaba aquí el sheriff Burke?"

"¿A qué te refieres?"

"El restaurante cerró a medianoche y se encuentra a las afueras del pueblo, ¿por qué vendría tan tarde a este lugar?"

"Esa es... una buena pregunta..."

La oficial continuó leyendo, hasta dar con el propietario. Jack Benjamin, el cual fue acusado y más tarde puesto en libertad.

"Llamad a Jack Benjamin, necesitamos ver las cámaras de seguridad"

"Sí, oficial"

"Judy, no... ¿no notas ese olor?"

"¿Olor? ¿Qué olor?"

"Huele un poco como a... azufre..."

"Yo no huelo nada"

"........"

"Espera un momento..." - dijo con el expediente en la mano - "Los testigos aseguran que fue un hombre vestido de payaso..."

"De payaso..."

"Los únicos supervivientes fueron Mackenzie Carpenter y Fisher Kent"

"¿Qué fue de ellos?"

"Uno desaparecido y la otra estudiando en Nueva Orleans"

"........"

"Espera, ¿crees que puede haber sido un Terror?"

"Ese tipo al que buscas... Ghostface... ya ha usado Terrores"

Ciertamente Clavo Oxidado lo mencionó en su momento, al igual que Alan Feinstone, así que no era demasiado descabellado.

"Eso explicaría qué hacía aquí el sheriff..."

"Será mejor que llamemos a los demás..."

"Sí, ya se encontraban de camino, pero será bueno informarles"

"........"

"¿Qué ocurre? Irena"

"Nada, es solo que..."

A pesar de no haberse convertido en pantera, la mujer guardaba ese sentido tan agudizado del olfato. Y había algo que le molestaba.

Olía a azufre... a carne quemada... a... a algo podrido...

"Creo que estoy un poco fatigada..."

"Pronto estaremos en comisaría"

"Sí... no... no me gusta este sitio..."

"Si te sirve de algo nunca he comido aquí"

"¿En serio?"

"La mascota nunca me gustó, me daba miedo de pequeña"

"A mi me daban miedo... los lobos"

"¿Los lobos? Es porque eres... ya sabes..."

"No, no" - se rió un poco - "Desde pequeña me han gustado mucho los animales, mi abuela siempre me contaba sobre todos..."

"........"

"Pero cuando hablaba de ellos, lo hacía de forma... muy visceral..."

"Uff... suena peor que la caperucita roja"

"Aún así era una buena mujer, encantadora, le hubieses caído bien"

"Yo a mi abuela no la llegué a conocer"

"Ella fue..."

"No, murió de muerte natural"

"Eso en Woodsboro tiene que ser un privilegio"

"Algo así... yo... estuve también a punto de ser una de ellas... de las llamadas víctimas de Woodsboro..."

"Nicolás mencionó algo al respecto, pero no profundizó mucho..."

"Básicamente intentaron matarme"

"Oh... ¿de verdad?"

"Sí, una chica llamada Jill Roberts, me pegó tres disparos"

"Y... ¿cómo sobreviviste?"

"Ponte un chaleco y protege tu pecho" - le guiñó un ojo

Irena se rió un poco, pero eso no atenuaba ese olor a muerte que le angustiaba tanto.

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora