Parte 2: El Periodista

158 9 14
                                    

Nicolás Zemo era un periodista demasiado clásico para el mundo actual, o al menos en lo que a su forma de vestir se refiere. Con chaleco, sombrero negro, traje...

Era un gran aficionado al terror y tenía una columna poco exitosa de leyendas urbanas en un periódico local, realmente no daba mucho para vivir.

"Buenos días, Nevsky" - saludó con energía

"Nicolás..."

"¿Tomando café?" - preguntó al ver la taza

"Si lo quieres llamar café..."

"Por favor dime que esa cosa no tiene ese extraño vodka morado"

"Solo tiene unas gotas, el café sabe mejor con un poco de vodka"

"Deberías mantenerte sobrio" - comentó mientras se sentaba

"¿Has pedido el taxi?"

"¡Por supuesto!" - afirmó con excitación - "Es el día, Nevsky, por fin alguien reconocerá nuestro trabajo de forma apropiada"

"¿Y qué hay de esa mujer que nos pidió que le firmáramos un libro?"

"Nevsky, esa fue tu madre"

"Cierto, sabes, me envió unas nueces la semana pasada"

"¿En serio? ¿Te queda alguna?"

"No recuerdo..."

"Bien, primero las nueces y luego nos vamos"

Pasaron unos minutos y ambos marcharon hacía el estudio, el paseo fue tranquilo y Alex llevaba una gabardina marrón con una camisa blanca debajo.

El estudio de la productora estaba algo demacrada, por no decir casi derruida por lo que no hubo problema en entrar al edificio.

"¿Estás seguro que este es el sitio?"

"La dirección es correcta, sino podemos preguntar"

"Bueno, no creo que nos pase nada por salir a..."

La puerta por la que entraron estalló en llamas, reduciéndose a cenizas y dejando un muro tras los rastros de la madera.

"¿Qué cojones ha sido eso?" - preguntó Cooper algo asustado

"Ahí... había... una puerta...."

"¡Eso lo he visto! ¡Me refiero a que ha salido en llamas!"

"Igual es un truco publicitario...."

"¿Cómo que un truco publicita..."

Las maderas del suelo comenzaron a desaparecer, al igual que las paredes y el techo, dejando a los dos hombres flotando en la oscuridad.

"Nicolás..." - murmuró el escritor con cierto miedo

"Seguro que esto..."

Saludos, caballeros

"¿Has oído esa voz?" - preguntó Nicolás

Espero que no les haya molestado mi presentación

"¿Presentación? ¿Quién eres tu?"

"No veo a nadie..."

Señor Nicolás Zemo. Señor Alex Nevsky. Yo soy el Miedo...

"¿El Miedo? ¿Cómo que él Miedo?" - preguntó el escritor

Una serie de imágenes empezaron a aparecer alrededor de los hombres, para ser más concretos eran escenarios de varias películas de horror.

"¿Eso es Viernes 13? Y también una escena de Scream" - comentó Nicolás

"Esa la conozco, es emm... ¿Pumpkinhead?"

"¿Qué demonios es esto? ¿Películas?"

Exacto, caballeros

Su empleador, el llamado Miedo, tomó la forma de un hombre de traje, con una especie de llama azulada en lugar de una cabeza.

Cada vez que una película de terror se hace, genera un nuevo Terror

"¿Terror? Osea, los villanos..."

"Emm.. eso... ¿está científicamente demostrado?"

"Nevsky, estamos hablando con una antorcha azulada que se hace llamar el Miedo"

Os he convocado como empleados porque recientemente varios de esos Terrores han escapado de sus respectivas películas

"¿Escapado? ¿Se refiere a que Jason Voorhees está suelto por ahí?"

Exacto, junto a otros muchos

"No me fastidies..."

"¿Y cómo se han escapado de las películas?" - preguntó Alex intentando asimilarlo

Hace treinta y seis horas terrestres ocurrió una alineación de los planetas al mismo tiempo que se producía un eclipse...

"Ya empezamos con los eclipses..." - se quejaba Zemo

"Como en la peli esa de la niña y la ouija..."

"Odio las películas que van sobre la ouija..."

Debido al eclipse las ubicaciones y líneas temporales de las películas están fundiéndose poco a poco con este mundo...

Y con ello los Terrores han sido liberados... causando estragos

"Disculpe... señor Miedo pero... ¿por qué nos ha escogido a nosotros?"

"Si, hubiera servido más Sam Raimi o Michael Dougherty"

"O... cualquier persona más reciente..."

Porque sois las almas que más entienden el concepto del terror, el horror y el ser un vástago sin futuro con nada que perder

"Eso último sobraba..." - murmuró Nevsky de mala manera

"¿Y qué pasa si nos negamos?"

Trabajad para mi y la recompensa será enorme, negaos y arderéis en lo más profundo del infierno durante milenios

Estas palabras provocaron que ambos socios se miraran entre ellos por unos escasos segundos, lo necesario para saber que pensaba el otro.

"Señor Miedo... ¿Cuándo podemos empezar?" - preguntó Alex

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora