Detectives del Miedo

Parte 106: Obras de arte

Nuestros investigadores de lo oculto habían encontrado a Candyman, invocándolo de alguna manera y recibiendo una paliza que de milagro no fue mortal.

Ahora mismo Nicolás estaba tirado en el suelo al igual que Alex, ambos conscientes pero también bastante magullados.

"Nevsky..."

"¿A dónde ha..."

"Eso da igual... el cuadro..."

"........"

"Tienes que... quemarlo..."

"Que... quemarlo..."

"Antes de que regrese... date prisa..."

Mientras tanto el Terror de grueso abrigo apareció delante de una joven niña, de pelo negro y que portaba un espejo en la mano.

Era Esther quien le había convocado.

"Tu..."

"Hola, señor, qué sorpresa verle..."

"No finjas en mi presencia, Leena Klammer, tu cuerpo tal vez engañe... pero yo puedo ver tu alma..."

"Qué poético..." - dijo con sarcasmo

"Más lo será que un alma oscura acabe con otra..."

"¿Me estás poniendo a tu altura?"

Este comentario irritó al ente, que alzó su garfio para destrozarle el rostro de un solo golpe.

Sin embargo fue ahí que su abrigo empezó a arder en llamas.

"¡Aaaahhh!"

"........"

"Mi... mi retra..."

"........"

"El... el fuego... aaahh... arf...."

"¿Qué pasa? ¿No tienes fuerzas para llegar a ellos? ¿O es que te quedan segundos para irte?"

"Ríete y mófate... pero tu destino será el mismo que el mío..."

"........"

"Las llamas del infierno te... reclamarán..."

"Hablando de llamas..."

Esther aún seguía algo irascible por lo acontecido con Nicolás y sabía perfectamente que este hombre había muerto por fuego...

Se inclinó y con una sonrisa colocó el espejo delante suya, para que su última visión fuera verse a sí mismo ardiendo.

"¡Uaaaahhhh!"

"........"

"Aaaa.... rff..."

Y finalmente su cuerpo se desmaterializó en unas luces de color rojo. Acto seguido Esther tiró el espejo al suelo y lo rompió con su zapato.

Mientras tanto Alex estaba recuperándose junto a los restos del retrato quemado.

"Uff... qué... intenso..."

"Deberíamos haber traído a Carrie"

"Candyman es un fantasma, Nevsky, no le hubiera hecho nada..."

"Al payaso ese sí le daño..."

"Poseía un cuerpo..."

"¿Puedes moverte?"

"Déjame un par de minutos... me duele la pierna y el brazo..."

"¿Crees que eso habrá acabado con Candyman?"

"Yo diría que sí"

Esther apareció tranquilamente por el pasillo, viendo sin demasiada sorpresa el cadáver, los restos del cuadro, Judy inconsciente...

Y dos tipos que parecían haber recibido una paliza.

"Esther, ¿dónde estabas?"

"En una de las habitaciones, buscando un espejo"

"Espera... ¿tu le has invocado?"

"Se paró enfrente de mi, pero acabó muriendo..."

"Porque incendiamos el cuadro" - añadió el escritor - "Así que funcionó..."

"Sí, aunque veo que lo teníais bajo control"

"Qué graciosa..."

Alex fue el primero en recomponerse y acercarse a Judy. Parecía que era la que menos heridas presentaba, solo estaba inconsciente.

"¿Está muerta?"

"No, solo inconsciente"

"Lástima..." - murmuró en voz baja

"Nevsky... ahora que estamos más o menos tranquilos..."

"Estaría bien pedir una ambulancia"

"Más o menos tranquilos... ¿por qué no tuvisteis cuidado? ¡Llamasteis al maldito Candyman!"

"No fuimos nosotros, fue el recepcionista"

"¿Y con qué espejo?"

"Ejem..."

Esther, que estaba sentada muy calmadamente, señaló la mesita que había a su lado y que tenía un cristal donde se podía ver uno reflejado.

"Eso no vale, no es un espejo"

"Nicolás..."

"La leyenda decía claramente frente a un espejo, eso no es un espejo"

"Odio mi trabajo..."

"Yo también os odio, si os sirve de algo"

"No... Esther... no ayuda..."

"Bien..."

La mujer se levantó y procedió a irse a la camioneta, donde se sentó junto a Carrie sin decir gran cosa. Se limitó a coger el libro del miedo.

"Esther, ¿los demás están bien?"

"Desafortunadamente"