Parte 124: Madre e hija

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Alex Nevsky acababa de pasar por una experiencia muy cercana a la muerte, que le hizo replantearse algunas cosas... y que le obligó a estar hospitalizado...

Durante este periodo fue que Judy le visitó con el libro del miedo. Un objeto que francamente no tenía ganas de ver.

"Entonces... el Reeker..."

"Aparece aquí, con tu tinta roja y todo"

"¿Cómo es posible? No le maté"

"Nicolás comentó que quizás fuese porque sobreviviste"

"........"

"Que quizás con eso derrotases a la muerte y... bueno, él es algo así como..."

"¿Destino Final?"

"Sí, por ahí..."

"Judy, por favor, si vas a traerme algún libro que sea policiaco..."

"Era para que estuvieses más cómodo" - dijo mientras lo guardaba - "No volverá"

"A estas alturas no me lo creo..."

"........"

"Antes me pareció escuchar ciertos ruidos... ¿qué pasó?"

"Emm... nada..."

"Judy..."

Regresando una hora o así al pasado, Nicolás se encontraba reunido con sus compañeros en los pasillos del hospital tomando algo.

"Este café está aguado..."

"No es mi culpa, Esther, es cosa de la cafetería"

"Nicolás, no te está echando las culpas" - le dijo Carrie

"Sí lo estaba haciendo"

"De hecho lo estaba haciendo"

"Esther..."

"A alguien tendré que quejarme, ¿no?"

"Hice bien en pedirme un zumo de naranja" - comentó la oficial - "Nicolás, ¿te han preguntado por nosotros?"

"Claro, sobretodo por ellas dos"

"¿Disculpa?"

"Esther..."

Carrie pensó por un momento que su amiga tenía cara de muy pocos amigos cuando no actuaba y ella... podía llamar la atención por cualquier cosa...

"¿Y quienes has dicho que somos?"

"De izquierda a derecha sois Carrie Zemo, mi hermana... Esther Hicks, hija de Judy Hicks... Judy Hicks hermana adoptiva de Alex Nevsky"

"........"

"........"

"Vale, ¿quién empieza con las quejas?" - preguntó al verles los rostros - "¿Judy?"

"¿Por qué Alex tiene que ser mi hermano adoptivo?"

"Bueno, no tienes pinta de rusa... o canadiense..."

"¿Y por qué no podía ser un amigo tuyo y ya está?"

"Quería añadirle un toque dramático, no preguntarán de todos modos"

"¡Soy oficial de policía!" - gritó sin darse cuenta - "No debo mentir en estos procedimientos"

"Bueno, no es algo que vayan a investigar"

"¿Y con una hija? Tengo apenas treinta años"

"Mi madre me tuvo con veintiseis, ¿lo sabías?"

Luego se dirigió hacia su asesina favorita, la que más oportunidades y probabilidades tenía de matarle por la cara que le ponía.

"¿Hija? ¿Su hija?"

"Esther..."

"¡Te dije que no dijeses que soy vuestra hija! ¡Imbécil!"

"No, dijiste que no dijese que eres mi hija..."

"¡Imbécil!"

"Baja la voz, estamos en un hospital..."

"Haberlo pensado antes, trozo de mierda..."

"Esa boca" - le recriminó algo cansado - "¿Qué tiene de malo ser hija de Judy?"

"Sí, ¿qué tiene de malo hacerte pasar por mi hija?"

"Es horrible, es asqueroso, es completamente denigrante y sobretodo..."

"Te estás pasando"

"Y sobretodo tengo más edad que tú, madre"

Estaba claro que esto era culpa de Nicolás, aunque no fuese hecho con mala gana. Ahora de hecho se estaba arrepintiendo...

Desvió su mirada hacia Carrie, que se encontraba muy tranquila.

"¿Tus problemas?"

"Ninguno, no... no me parece mal..."

"¿Seguro?"

"Sí..."

"........"

"........"

"Carrie..."

"Aunque debes de admitir que Carrie Zemo... suena horrible..."

"Suena mejor Carrie Hicks" - admitió Esther - "Haberla hecho su hija también"

"No soy tan vieja, solo tengo..."

"Silencio" - rogó Nicolás - "Tenemos a un escritor de segunda fila... tercera, en su peor estado posible desde..."

"¿Que casi la palma?"

"Iba a decir desde que se apuntó al gimnasio"

"Sois todos unos inútiles..." - masculló Esther antes de levantarse e irse

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora