Parte 171: La Cosecha

49 5 0
                                    

Marybeth, Nicolás y Judy acudieron a una zona de casas en bastante mal estado. Guiados por el granjero Hailey esperaban encontrar a Rhonda Dwervick.

Para sorpresa del trío no estaba sola cuando se encontraron, sino que tenía junto a ella al mismo niño que se encontró con Marybeth.

"¡Hola Marybeth!"

"Eh, Todd, ¿cómo estás?"

"Estaba dibujando dentro de casa..."

"Todd, hijo..." - acudió su madre con cierta sospecha - "¿Conoces a esta gente?"

"Mamá, esta es la chica que me defendió..."

"Oh, ¿de verdad?"

"No fue nada, de verdad..."

"¿Y en qué puedo ayudarte? Cielo"

"Es un tema algo... privado..."

Rhonda le dirigió una mirada a su hijo y le hizo una señal para que entrase en casa, cosa que hizo a regañadientes.

"¿Qué queréis?"

"Es Lester... ha regresado..."

"Eso es imposible" - dijo poniéndose algo nerviosa - "Él murió hace años... y también ese espantapájaros..."

"Pues no estaba muerto del todo"

"¿Y tú quien eres?"

"Nicolás Zemo, reportero" - se presentó educadamente - "Y esta es la oficial Judy Hicks, estamos tras la pista de su hijo"

"Todd no haría daño a..."

"Su hijo muerto..."

"Sigo diciendo que son tonterías"

"No son tonterías" - le habló Hailey - "Yo vi en su momento el mal de tu hijo y noto cómo está nuevamente en Emerald..."

"Llevas diciendo eso toda la vida"

"¡Pero hoy es cierto! ¡Rhonda!"

"Ya, claro..."

"Señora Dwervick... ¿por qué no nos acompaña?"

"¿Van a detenerme?"

"No, simplemente iremos a ver a una amiga de su hijo..."

"¿Una amiga de Todd?"

"¡De su hijo muerto!" - le repitió el reportero

"Iremos... iremos a ver a una amiga de Lester y si no pasa nada podrá irse..."

"Y si resulta que el mal ha vuelto será la oportunidad de expiar tus pecados, Rhonda, ¡los pecados de los que Dios es testi..."

"¿Viene él?"

"No es necesario"

"Si no viene él iré con vosotros, pero que se calle ya"

Mientras esto estaba ocurriendo Carrie salía de la casa de Judy Patterson, acercándose a la camioneta donde Esther la esperaba.

Parecía no terminar de acostumbrarse a verla con ropa normal.

"¿Ya habéis terminado de hablar con la demente?"

"Judy está en ello..."

"¿Habéis sacado algo en claro?"

"Le agradaba el chico, pero parece..."

"¿Poseída?"

"........"

"Nicolás dijo algo de eso, pero no le escuché"

"Ya, claro..."

Esas dos palabras le hicieron ganarse una mirada bastante odiosa de parte de su compañera, quien luego continuó hablando.

"Entonces, ¿nos la cargamos?"

"¡No!"

"El idiota está en el espantapájaros o en ella... yo lo veo claro"

"Podemos exorcizarla"

"Ah, cierto..."

"Además, no sabemos si está poseída o solo algo trastornada"

"Ya has visto cómo hablaba de ese chaval"

"Ese chaval fue acosado, golpeado y atormentado... lo mataron... es normal que sienta pena por él, ¿tu no lo harías?"

"No lo haría desde el momento en que poseyera un espantapájaros y comenzase a matar gente"

"Yo... yo..."

"Entonces, ¿no confías en mi?"

"Sois distintos..."

"¿En qué sentido somos distintos?"

"¿De verdad me estás haciendo esa pregunta?" - le rebatió algo enojada - "Piensa por ti misma y usa esa cabeza tuya"

"Esther..."

"No deberías hablar así a la señorita"

"¿Qué has dicho?"

"Yo no he..."

"Jajajaja..."

Esther salió del vehículo para ver junto con Carrie a un espantapájaros subido en lo alto de la camioneta. Era feísimo, de color algo gris.

Lo más destacable es que tenía boca y ojos cosidos, además de portar una hoz.

"Hola, señoritas..."

"¿Lester Dwervick?"

"Siempre es una alegría tener... admiradoras..."

Y de un salto el misterioso asesino se colocó delante de ellas muy amenazante.

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora