Parte 73: Alan

66 6 0
                                    

Era todavía de noche y en un coche parado a las afueras de Woodsboro se encontraba un hombre con entradas, bastante mayor y de aspecto cansado.

Estaba pensando en sus cosas, anotando cosas en una libreta cuando sonó su teléfono. Dudó un poco antes de cogerlo.

"¿Sí? ¿Dígame?"

"Hola, doctor Feinstone..."

"¿Qué quieres ahora?"

"Doctor... emm... ¿puedo llamarle Alan?"

"........"

"Alan, los dos sabemos que eres un hombre buscado... tienes un problema..."

"No, no tengo... no tengo ningún problema..."

"Sí, tienes un ligero problema de autocontrol, ¿no crees?"

"Ellos..."

"¿Se lo merecían? Algunos tal vez... otros..."

"¿Quién eres?"

"Solo soy un amigo, uno que cubrió ese... accidente que tuviste con unas chicas en Beverly Hills..."

"Tu lo... ¿cubriste?"

"Sí, soy todo un profesional..."

"Y qué... ¿qué quieres ahora?"

"Alan, somos amigos, nos hacemos favores... yo encubro tu crimen y tu..."

"¿Cubro el tuyo?"

"No exactamente, digamos que hay una jovencita bastante mala... que merece un escarmiento..."

"........"

"Y quizás una visita del dentista..."

"Yo no soy un asesino a secas"

"No, eres un asesino buscado... e igual que he encubierto tu crimen, puedo darles el número de matrícula de tu coche..."

"Cómo... ¿cómo sabes eso?"

"¿Cómo sabes tu que no te estoy observando ahora mismo?"

"........"

"¿Cómo sabes que no estoy en el asiento de atrás de tu coche?"

El hombre se giró rápidamente para no encontrar a nadie allí. Su respiración estaba bastante agitada y los dolores de cabeza volvían.

"¿No te gusta jugar? Alan"

"Para..."

"Solo pásale consulta a la chica... ha sido mala..."

"¿De verdad lo ha sido?"

"Sí... conmigo lo fue... todos lo fueron..."

"........"

"También fueron malos contigo, Alan... ¿vas a dejar que gente así se salga con la suya?"

"No... no lo dejaré..."

"Bien, pero procura no ser impulsivo, ¿quieres?"

"No... no lo seré..."

"Y preséntate con tu nombre real"

"¿Por qué?"

"Porque así la atraerás seguro... solo asegúrate de seguir mis instrucciones..."

"........"

"Haz esto y nunca más te contactaré, Alan... ahora apunta, 856..."

La escena cambia al día siguiente, en comisaría, donde la agente Judy Hicks se encuentra recibiendo una llamada por teléfono.

Al otro lado de la línea se encontraba Alan Feinstone, bastante tranquilo.

"¿Hola? ¿Hola?"

"Ha dicho... Alan Feinstone..."

"Sí, así es, doctor Alan Feinstone"

La agente pulsó un botón del teléfono para que grabase la conversación. También puso el altavoz para que la escuchasen.

Aún así les hizo una seña para que no hablase.

"¿En qué puedo ayudarle?"

"Le llamaba para su consulta"

"Mi... ¿consulta?"

"Sí, me han pasado su teléfono para consultar una revisión bucal... ¿le parece bien esta tarde sobre las seis?"

"Yo... sí, me parece bien..."

"De acuerdo, necesitaría su dirección, es una visita a domicilio"

"¿Le importa si le llamo dentro de cinco minutos?"

"¿Por qué?"

"Porque estoy ahora mismo en horario de trabajo, algo ocupada"

"Entiendo, lamento no haber podido llamar en otro momento"

"Le escucho un poco bajo"

"Sí, estoy con una paciente anestesiada"

"Con una... paciente..."

"Sí, otra vecina de Woodsboro, así aprovecho y los reviso a todos"

"¿Cómo se llama la vecina?"

"No puedo darle esa información, señorita..."

"Soy oficial de policía y ayudante del sheriff, creo que puede decírmelo"

"Bueno, no creo que pase nada..."

"........"

"Estoy con la señorita Tatum Riley..."

"¿Lleva mucho tiempo anestesiada?"

"No, acabo de sedarla y dentro de poco empezaré a..."

Judy se apresuró a coger una hoja de papel y escribir en ella la dirección de la casa. Luego se la dio a los investigadores.

Estos se marcharon rápidamente, con Irena saliendo de la habitación.

"¿Señorita Hicks? ¿Sigue ahí?"

"Sí, sigo aquí..."

"Me alegro..."

Detectives del MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora