Detectives del Miedo

Parte 84: Problemas familiares

Nuestros protagonistas habían llegado a Los Ángeles en busca de Chucky, el muñeco diabólico. Aunque primero debían ir a su casa.

O mejor dicho a casa de Tiffany Valentine, la novia de Chucky. La casa a la que llegaron era bastante grande, con jardín.

"¿Es necesario que vengamos todos?"

"Dividirse sería una tonte... ría..."

"¿Qué ocurre?"

"A vuestra derecha"

"¿Mmm?"

Justo en el jardín se encontraban dos niños mirándoles, un chico y una chica. Ambos pelirrojos, el niño con el pelo liso y la niña alborotado.

"Ho... hola..."

"¡Hola! ¡Me llamo Glenda!"

"Y yo Glen..."

"Emm... yo me llamo Carrie y..."

La puerta principal se abrió de repente, siendo que una mujer mayor de pelo negro y un lunar en la mejilla les recibió.

"Buenos días... ¿en qué puedo ayudarles?"

"Buenas, mi nombre es Nicolás Zemo, reportero"

"Uhhh... reportero"

"Y este es mi compañero, Alex Nevsky"

"Nevsky, qué exótico, ¿ruso?"

"No señora, canadiense"

"Oh" - se le notaba decepcionada - "¿Y qué queréis?"

"Querríamos hacerle una entrevista por su larga trayectoria... qué se sintió al estar nominada al Óscar..."

"Entiendo, por lo general mi agente debería concertaros una cita..."

"........"

"Y este caso no..."

La mujer observó cómo sus dos hijos estaban hablando con Carrie, quien estaba agachada con Esther a su lado.

Esta última fingía una sonrisa, aunque quisiera irse de allí.

"¿Quienes son ellas?"

"Son mi hermana Carrie y mi hija Esther"

"¿No eres muy joven para tener hija?"

"Todos hemos cometido... locuras"

"Sí, ¿quienes no hemos cometido alguna que otra?" - se rió un poco - "Glen, Glenda, no molestéis a las chicas"

"No se preocupe, señora" - le dijo Carrie - "No es ningún problema"

"¿Podemos ir con ella a los columpios?"

"Bueno... está bien, pero tened cuidado"

"........"

"Tengo un ratito libre si la entrevista es corta"

"No se preocupe, durará poco"

La mujer les dedicó una sonrisa a sus hijos y luego abrió la puerta a Nicolás y Alex. La casa estaba bastante bien decorada.

Aunque había algo extraño, una sensación de mal augurio.

"Criar dos hijos debe de ser difícil"

"No se imagina cuanto..."

"No me hable de usted, por favor" - le pidió Alex

"No lo hagáis entonces conmigo"

"Jennifer..."

"Señorita Tilly"

"Pero..." - decidió no seguir por esa ruta - "Señorita Tilly... ¿le suena el nombre de Jennifer Valentine?"

"¿Valentine?"

"........"

"No... no he escuchado ese nombre antes..."

"¿Tampoco el de Charles Lee Ray?"

"........."

"Señorita Tilly... Jennifer... sabemos todo lo ocurrido con Chucky"

Ambos tenían sus armas cargadas, guardadas en el interior de sus chaquetas para no alterarla. De por si la mujer parecía muy nerviosa.

"Por favor, tranquilícese, no vamos a hacerle nada..."

"Quieren dinero, ¿verdad?"

"No, no queremos eso..."

"¿Y qué queréis de mi?"

"Verá... nosotros investigamos diversos... asesinos o seres sobrenaturales"

"¿No erais periodistas?"

"Yo sí lo soy, tengo un título" - dijo Nicolás

"Muchos de estos asesinos y demás han... resucitado"

"¿Resucitado?"

"Sí... y Chucky..."

"Solo sus amigos le llamaban Chucky"

"Charles... creemos que podría haber resucitado"

"Y vosotros estaríais en peligro, quizás quiera haceros daño..."

"¿Hacernos daño? ¿Por..."

"Desmembrarlo, rebanarlo, golpearlo, matarlo"

"Tienes un buen punto"

"No pretendemos quitarte a tus niños ni tampoco hacerles nada malo..."

"Solamente estamos preocupados"

"Ya... agradezco vuestra ayuda... pero Chucky lleva mucho tiempo muerto"

"Kenny Thompson también, Alex Hammond... Mary Lou Malone..."

"Bien... ¿podéis disculparme un minuto?"

"........"

"........"

"No voy a huir sin mis hijos, solo necesito ir al baño, estas situaciones..."

"No tarde..."

Pero Tiffany no tenía pensado dejarles irse con vida. Si iban por Chucky irían también por ella, no era estúpida.

Y solo se le ocurría una forma de librarse de ellos.