Detectives del Miedo

Parte 43: Espantapájaros

Habían pasado algunos días desde lo ocurrido en el Hamilton High School y nuestros personajes estaban saliendo de un avión que habían tomado.

Carrie y Nicolás no se veían muy bien, siendo que solo Esther les acompañaba.

"Uff... qué mal me encuentro..."

"Yo... también, creo que voy a vomitar..."

"Menudo par han dejado a mi cargo..." - se quejó Esther

"Nicolás, ¿podemos sentarnos?"

"Sí... ahí hay un banco..."

"Jamás pensé que me daría tanto vértigo... volar..."

"Yo tampoco..."

"¿Nunca antes habíais volado?"

"No..."

"Jamás salí de Maine..."

La frustración de la asesina bajita se encontraba en aumento. Delante de ella se encontraban una niñata y un estúpido gilipo...

"Hey, Esther, ¿cómo llevan el mareo?"

"Dan asco"

"Bien... afortunadamente he rentado una furgoneta"

"¿Furgoneta? ¿Vamos a recorrer todo el país en una furgoneta?"

"No podemos estar tomando trenes y autobuses todo el rato... y a la vista está que aviones tampoco"

"¿Voy a pasarme el resto de mi existencia en una mierdosa furgoneta?"

"No exageres, la limpiaré con cada parada"

"No dormiremos en ella, ¿verdad?"

"Eres muy delicada para ser rusa, ¿no?"

"En primer lugar eso es un estereotipo, capullo"

"Buen punto..."

"Segundo, puedo ser delicada para muchas cosas, clavaros un puñal una de ellas"

Ahora Alex recordaba por qué era Nicolás el que habitualmente hablaba con ella. Sin duda alguna la toleraba más.

Y no le daba ni el más mínimo miedo... no como a él...

"Bueno, de todos modos iremos a California"

"¿California?"

"Sí, a una granja aparentemente maldita"

"Nunca he estado en California"

"¿No has oído lo que granja maldita?"

"Exorcizamos un cementerio, no creo que con una granja haya mucha diferencia"

"A ver, esta vez hay monstruos de por medio"

"Niño... zombie..."

"Me refiero a que quizás nos lo impidan"

A Esther a veces le resultaba frustrante que las cosas más sencillas fueran también las más complicadas de realizar.

"¿Qué son esta vez?"

"Espantapájaros..."

Esta vez la voz era de Nicolás, quien junto con Carrie se veían mejor.

"Espantapájaros poseídos por... satánicos..."

"¿Espantapájaros satánicos? ¿En serio?"

"¿Qué? No todos van a ser asesinos en serie"

"Espera, has... ¿has dicho satánicos?" - preguntó Carrie

"Emm... sí... tres para ser exactos"

"Quieres decir que... oraban al infierno y... al demonio..."

"Pues sí, eso es en lo que consiste ser un satánico"

"No creo... no creo que debamos inmiscuirnos... deberíamos..."

"Carrie, esto no es algo que podamos elegir, ¿sabes?"

"Pero una cosa es un psicópata con un hacha y otra es un culto satánico"

"En primer lugar, era un culto" - comentó el escritor - "Ahora son espantapájaros"

"Bien dicho, Nevsky, además le plantaste cara a Mary Lou"

"¿Y qué tiene eso que ver?"

"Canónicamente ella estuvo en el infierno"

"Ella... ¿estuvo en el infierno? ¿en el infierno real?"

"Sí, pero logró escaparse... de una forma bastante ridícula"

"¿Tan fácil es escapar del infierno?"

"Pues..."

Esther volteó los ojos mientras sus dos compañeros estaban cagándola todavía más. Simplemente se sentó en el banco.

Fue ahí donde le pareció ver a un niño mirándole a lo lejos.

"Esther, ¿tu qué opinas?"

"Eh... ¿cómo?"

"Que si quieres que nos pongamos en marcha o vamos mañana" - le comentó Nicolás

"Me da igual..."

"Genial, iremos mañana"

"Dime que no dormiremos en esa camioneta o..."

"Me apuñalarás y destriparás..."

"¿Serás tan gracioso cuando realmente lo haga?"

"Lo harías mientras duermo"

"Veo que vas aprendiendo a no morder la mano de tu dueña"

"¿Has hecho un chiste o te van esos rollos?"

Esther no pudo haberle regalado una mirada más fría y de odio que aquella. Cualquier día amanecería muerto...