Detectives del Miedo

Parte 72: Desdentado

La mañana estaba siendo algo ajetreada para la agente Judy Hicks, quien no paraba de recibir llamadas de teléfono en su "despacho provisional".

Así llamaba al despacho de su jefe, el cual ocupaba mientras no estaba presente.

"Buenas... ¿se puede?"

"Irena, claro, pasa sin problemas"

"Te traigo un café" - dijo dejándoselo en la mesa - "Últimamente te veo..."

"¿Agobiada?"

"Un poquito"

"Es la prensa, desde que se difundió la aparición de Ghostface estamos llenos de personas preocupadas o falsas alarmas"

"¿Falsas alarmas?"

"Jóvenes haciendo bromas de mal gusto"

"En mi tiempo las bromas no eran tan..."

"¿Siniestras? ¿Oscuras?"

"Malas... en general"

"Tus tiempos eran más simples"

"Pero no mejores"

"¿Tu crees?"

"Bueno... en mis tiempos viajar sola por todo el país era visto como algo raro... y que una mujer fuese policía..."

"Tienes un punto..."

"Además la comida parece mucho mejor"

"Dos... y eso me recuerda que debo de llevarte a un tailandés"

"¿Tailandés?"

"Sí, comida de..."

Irena notó que estaba mirando por detrás de ella.

Se giró y vio que detrás estaban Alex Nevsky y Esther. El primero saludó con una sonrisa a la policía, mientras la segunda estaba muy seria.

"Alex, Esther, que alegría veros vivos"

"Supongo..."

"¿Todo bien por aquí?" - preguntó el escritor

"No han habido incidentes aún..."

"¿Irena? ¿Cómo estás adaptándote?"  

"Bien, gracias a Judy he podido adaptarme algo más... este pueblo de hecho es bastante encantador..."

"Cuando no hay muertes" - añadió Judy

Rápidamente se arrepintió de haber dicho, ya que estaba arruinando el momento. Intentó recuperar la sonrisa y cambiar de tema.

"Pero por otro lado, nunca había tenido mi propia ayudante..."

"Sí... supongo..."

"Decidme, ¿cómo está Carrie?"

"¿Carrie?"

"Me dijiste por teléfono que estaba herida"

"Cierto... está recuperándose, pero tardará un poco en caminar bien"

"¿Mucho tiempo?"

"No demasiado, Nicolás cree que los Terrores tienen un poco más de tolerancia al dolor y a recuperarse de las heridas"

"Eso suena... bien y mal"

"Ya... bueno, nos llamaste por un caso, ¿no?"

"Sí, por favor sentaos primero"

Ambos hicieron lo que les pidió e Irena al ver que era la única levantada cogió una silla para sentarse junto a la oficial.

"Hemos estado haciendo un recuento de los presos de California"

"¿De los presos?"

"Sí, por si había algún Terror encerrado"

"Eso... es algo que no se nos había ocurrido"

"Hay uno que ha coincidido... un interno que lleva fugado varios años de un hospital psiquiátrico..."

"Dime que no es Norman Bates"

"¿Por qué mencionáis tanto a ese tipo?" - preguntó Esther

"Es un clásico de entre los asesinos en serie..." - respondió la oficial - "Es como mencionar a Freddy Krueger o Michael Myers"

"Pero él es un humano normal y corriente"

"........"

"........"

"Volviendo al caso... el hombre se llama Alan Feinstone"

"No me suena"

"A mi tampoco... aunque si Nicolás estuviese nos diría su director y todo..." - dijo Alex mientras sacaba una libreta

"Bueno, yo usé Google"

"Qué... ¿qué es Google?" - preguntó Irena

"¿No le has enseñado internet?"

"Paso a paso, primero las normativas del cuerpo..."

"........"

"¿Vosotros  se lo habéis enseñado a Carrie?"

"No, Nicolás está empezando con VHS y DVDs..."

"Vuestras prioridades se me escapan..." - admitió sin darle mucha importancia - "Es un ex-dentista y asesino serial"

"¿Un ex-dentista asesino?"

"Sí, salido de la película de El Dentista y..."

El teléfono de la mesa volvió a sonar como en toda la mañana. Judy resopló un poco y les hizo un gesto de que ahora continuaba.

"Comisaría de Woodsboro, ¿en qué puedo ayudarle?"

"Señorita Judy Hicks... ¿es usted?"

"Sí, soy yo..."

"Mi nombre es Alan, Alan Feinstone... tiene una consulta conmigo..."