Destiny 1 [TERMINADA]

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—Tía, ¿qué te pasa? Llevas toda la semana como de bajón. ¿Ha pasado algo con Alejandro?

Miro a mi mejor amiga, con una sonrisa no muy convincente. Me conoce, sabe que algo no va bien desde el inicio de la semana aunque hasta ahora no haya preguntado. Suspiro, con cansancio, y niego.

—No es por Ale, es un buen chico no tienes que preocuparte. No me ha hecho nada malo.
—¿Entonces? ___ llevas así demasiados días y me estoy preocupando.
—Bueno...¿sabes que Reborn es mi ídolo, verdad?
—Por supuesto, ¿qué ha pasado con él? ¿Ha dicho que se retira o algo así?
—¡No! Por favor ni lo menciones...es que en un directo anunció que viene a Barcelona con un show y n...
—AAAAAA ME ALEGRO POR TÍ, TÍA. MERECES ABRAZARLO Y CONOCERLE —me interrumpe.

La miro, echándome un poco hacia atrás. No me esperaba que empezara a gritar de esa manera. Me mira y me abraza. No rechazo el abrazo, pero tampoco le correspondo. Se aleja un poco y me mira, pone un ensamble confuso.

—¿Por qué no estás feliz ni gritando? ¿Por qué soy la única que lo celebra?
—Porque no me has dejado terminar. No...no voy a ir.
—¡¿CÓMOO?! Pero pero, ¿dónde está la loca ___ que yo tengo como mejor amiga? Tía, ¿cómo que no vas a ir?
—Mis padres...no tienen dinero en la cuenta para pagarla.
—Eso es muy raro...a ver si va a ser tu regalo de cumpleaños —titubea.
—Imposible, porque es dos semanas después del evento. No voy a ir...pero al menos sé que habrá otra persona que lo podrá disfrutar hasta más.
—Pero no digas eso...estoy segura de que te la van a comprar. Sino, me cuelo contigo dónde se celebre. Tú vas a abrazar a Renacido en directo como que me llamo Paula Márquez Molina.

Me río, admito que siempre me causa gracia que llame así a Reborn. Ella no es fan, ni seguidora siquiera, pero sabe que me hace muy feliz y me avisa incluso de novedades suyas.

Paula es mi mejor amiga desde que tenemos uso de razón, desde las barriguitas de nuestras progenitoras ya entablamos una fuerte y duradera amistad. Y aquí, después de casi 18 años, estamos compartiendo momentos inolvidables y miles de gustos parecidos.

Ella también ríe, cuando noto un leve peso en mi hombro. Giro la cabeza a mi izquierda y ahí veo a Alejandro, un chico del cuál llevo prendada desde primaria. Él es alto, me saca casi una cabeza, ojos y pelos castaños, piel morena y una forma de ser angelical. Hay muchas chicas detrás suya, es consciente, pero pasa mucho de ellas. Nos llevamos muy bien y somos amigos casi el mismo tiempo que con Paula.

—Hola ___, ¿qué hacías?
—Hola Ale, aquí estaba riendo con Paula. ¿Y tú?
—Buscándote, para ver cómo estabas. He notado tu bajo ánimo en estos días y como vi que estabas más animada, vine a preguntar.
—Muchas gracias Alejandro, agradezco tu gesto. Estoy mejor de verdad.
—Uff...me alegro muchísimo. No me gusta ver a la gente que quiero mal.

Pone su mano por encima de la nuca, mientras sonríe y cierra los ojos. Sonrío por sus tiernas palabras y asiento.

—A mí tampoco me gusta ver mal a los que quiero.

Me mira fijamente, con esa sonrisa que tanto me fascina. Me atrapa en esta, noto mi sonrojo en las mejillas, cuando Paula se interpone enmedio de los dos con una gran sonrisa.

—Hola Alejandro, ¿qué tal va el equipo? ¿Va a remontar?
—Eh eh...hola Pau, pues de momento está igual jejeje. Aún así estamos entrenando duramente. Remontará.
—Eso es lo que quería oír, no vamos a dejar que nadie nos pare.

Río mientras niego, siempre igual. Paula y Ale se llevan muy bien, les flipa el baloncesto y casi siempre entablan de ello. También le molesta un poco que me guste Ale, dice que merezco más. Yo no lo veo así, siento que Alejandro es un buen chico.

Pasa el día con calma, las tres últimas horas de instituto han sido tranquilas. Han mandado bastante tarea, pero fáciles de hacer. Es hora de ir a casa, me despido de mis amigos y camino, con calma, hasta mi hogar.

Saco las llaves, doy una vuelta e ingreso. Escucho ruido en la cocina, debe de ser mi progenitora. Cierro la puerta y camino hasta la estancia antes mencionada, he acertado.

—Hola mamá.
—Oh, hola ___ ya has llegado, ¿qué tal el día cariño?
—Bastante tranquilo, ¿y el tuyo? ¿Mucho trabajo?
—Pues sí, hoy Enrique ha encargado varias cosas pero superado sin problemas. Anda, ve a dejar la mochila y lávate las manos, vamos a comer.
—Está bien, ahora te ayudo a poner la mesa.
—Descuida, ya está preparada.

Afirmo con la cabeza, sonrío y camino hasta mi habitación. Dejo la mochila sobre mi cama, me remango la camiseta y voy directa al baño. Abro la llave del agua fría y las mojo. Agarro la pastilla de jabón, la paso por mis dos manos, la dejo en su lugar y vuelvo a aplicar el agua. Cierro el grifo, sacudo un poco estas en el lavabo y me las seco.

****

—Sí chicos, queda tan sólo una semana para el show. Estoy muy nervioso, lo admito. Es la primera vez que voy a hacer algo así.

Flowerpower: ❤️300 ¿vamos
a tener oreja reveals en el evento?

—Ya veremos...

Él y sus ya veremos. Suelto una carcajada pero a la vez, observo la pantalla con tristeza. Tan sólo quedan 7 días para el show y yo no podré ir. Me da rabia, pero me alegra saber que habrá otras personas disfrutando. Lo hará sensacional, como en los directos.

Llega mi procreador, escucho como deja sus llaves sobre el mueble de la entrada y saluda a mi madre. Platican un poco y camina hacia mi estancia, llama con dos pequeños golpecitos. Le doy permiso para pasar, abre la puerta y me mira con una sonrisa.

—Hola pequeña, ¿qué tal? —mira al ordenador— ah, ¿ya ha empezado?
—Hola papi, sí. Hace unos 15 minutos.
—Perfecto, entonces no te molesto más.

Asiento, aunque nunca me ha molestado que se pare para hablar conmigo, da igual que esté viendo a Reborn. Cierra la puerta, pero la vuelve a abrir y me mira levantando un dedo.

—Cierto, se me olvidaba. Esta noche tenemos mamá y yo que decirte algo importante. Así que cuando vayamos a cenar, cenas en la mesa con nosotros. Hoy no comeras con Reb.

Me río, por su forma de comunicarlo. Cuando él hace directo, suelo cenar delante del ordenador y mi papá dice siempre que es porque prefiero cenar con él. Pero hoy va a ser que no, me perderé una pequeña parte.

—Vale papi, en una hora voy a la cocina por si está la cena lista.

Asiente y, esta vez, cierra la puerta completamente. Sonrío y continúo atendiendo a las palabras de Renato. ¿Qué será aquello que me tienen que comunicar mamá y papá? Sólo espero que no sea nada malo, como que no van a renovar la suscripción...o peor...que se divorcian.

He tenido ese miedo desde pequeña y aunque yo vea que se llevan bien y se aman, tengo ese canguelo en el cuerpo.