Destiny 1 [TERMINADA]

28

Despierto, con un dolor de cabeza terrible, abro los ojos poco a poco y me doy cuenta de que estoy tumbada en una habitación, no es la mía. Hay oscuridad, creo que ya es de noche. Me levanto, con lentitud por un pequeño mareo, y camino hasta una ventana. Sí, es de noche. Me deslizo hasta la puerta, la abro y veo la luz del salón encendida, escucho a Reb hacer ruido con algo. Sonrío, salgo del cuarto y voy hacia el salón, lo veo sentado en el sofá comiendo una tortilla francesa con un poco de pan.

—Oh, ya te has despertado —me mira y sonríe— ven, siéntate.

Le hago caso, me siento a su lado y se termina su cena.

—¿Has dormido bien?
—Sí, aunque ahora me duele la cabeza un poco —río.
—Normal, has dormido casi 4 horas ___.
—¿Tantas? Madre mía...
—Ya —ríe y cambia su expresión, parecida a preocupación— ¿no estás durmiendo bien?
—Si si, no sé por qué dormí tanto.
—Bueno, no pasa nada. Lo importante es que hayas descansado bien. Antes ha llamado tu madre y lo he cogido, pensé que sabía que venías aquí —me mira, buscando una explicación.
—B-bueno...a ver confío en ella pero igual no me iba a creer y eso.
—No pasa nada, algo me dice que cuando llegues a casa vais a tener una conversación. Le he dicho que en cuanto despertaras te iba a llevar.
—Puedo ir sola.
—¿Por la noche? No no, ni de coña. Te llevo yo en el coche, es más seguro.
—No soy una niña Reb.
—Para mí si, eres mi niña —dice con timidez y sonrojándose.

Pone su brazo por mis hombros y me estrecha contra él, sonrío y le abrazo por el abdomen, río.

—Que bobo eres.
—Pero quieres a este bobo.
—Ese es el problema —aprieto los labios mientras asiento.
—¿Cómo? ¿Entonces si pudieras, no me querrías? —hace un puchero y baja la mirada. Qué tierno es.
—Nooo, yo estoy orgullosa de quererte y te elegiría mil veces.
—No te creo... —sigue con los mismos gestos que antes, haciéndome reír.
—Que sí que síiii, créeme.

Me suelto del abrazo y me tiro encima suya, haciendo que caigamos al sofá y nos quedemos tumbados, yo encima de él mientras le abrazo por el cuello.

—Eres el mejor Reb, en todos los sentidos. Eres bobo también, sí, pero no te cambiaría por nada del mundo. Eres el mejor amigo que se puede tener.

Sonríe, pone su mano en mi nuca y me acerca, para dejarme un beso en la frente y luego estrecharme a él. Río y aprieto el abrazo.

—Tú sí que eres la mejor amiga que se puede tener, ___. Y como quiero tu bienestar y todo lo mejor para ti, voy a llevarte a casa.
—Vale, gracias —le doy un beso en la mejilla, sonríe.

Meses más tarde...

Estoy en el hospital, mi hermanito ya va a nacer. No paro de dar vueltas por la sala de espera, con muchos nervios y Reb hablándome, e intentando calmarme, por llamada.

Reb: Pero cálmate, todo va a salir bien.
___: Seguramente pero es que se empezó a complicar el embarazo en el último mes.
Reb: Lo sé, me lo contastes, pero de nada sirve que seas negativa ahora.
___: Ya ya si lo sé pero puff...y...
Reb: Mira, para que te quedes más tranquila, voy ahora mismo para allá y así te acompaño. Se te hará la espera menos larga y negativa.
___: ¿Estás seguro? No sé si deberías estar aquí y menos ahora, después de ya sabes.
Reb: Eres mi amiga, ¿no? Pues ya está, me importa más una amistad que lo del hate. Voy para allá, tardo poco.
___: Dos días, vale.
Reb: Capulla...

Me cuelga y río, me encanta reírme de su impuntualidad. Realmente, en lo personal, llega bastante bien a los sitios pero ya está el chiste creado, hay que aprovecharlo.