Destiny 1 [TERMINADA]

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Narra ___

Salimos de la consulta, no puedo dejar de sonreír. Reb tampoco. Tenemos en las manos las fotos de mi primera eco y estamos emocionados. Se puede ver un bultito, es nuestro pequeño.

Reb coge la foto y, mientras caminamos hacia la salida, la mira fijamente. Tiene los labios apretados y la cabeza agachada, los ojos le brillan con intensidad. Llegamos al coche, lo miro y él me devuelve el gesto. Se acerca a mi y me abraza, para luego elevarme y hacerme reír.

—Aún no me creo que vaya a ser padre con la mujer más hermosa del mundo.
—Pero Reb...—sonrío aún más.
—Mis planes no eran ser padre aún pero es que siéndolo contigo, lo quiero todo.

Le beso, dulcemente, y él me lo sigue mientras pone sus manos en mis caderas. Nos separamos para recuperar el aire y me abraza fuertemente.

—¿Sigues queriendo ir a Ikea?
—Sí, ya que estamos...pero luego a comprar mi helado.
—Por supuesto.

Ríe, nos damos un beso corto y nos metemos en el coche. Nos abrochamos el cinturón, arranca y sale del aparcamiento. Pone la radio y vamos todo el camino cantando.

****

Llegamos a Ikea, aparca y bajamos. Decide coger uno de los carros grandes y entramos. Caminamos entre pasillos, hasta llegar a la zona de muebles de salón. Vamos mirando, hasta que nos decantamos por una estantería para que esté encima de la tele. Voy a pedírsela a una de las empleadas que hay, me pide que espere para mirar si la tiene en almacén y me giro, veo que hay unas chicas hablando con Reb. Trajeadas.

Me dan la estantería, la cojo con cuidado y espero a que se vayan, no tardan mucho. Me acerco en cuanto desaparecen y dejo esta sobre el carro.

—¿Majas las chicas?
—Sí, y bastante respetuosas.
—Me alegro —sonrío— ¿seguimos?
—Claro, creo que estaría bien cambiar el armario. Toda tu ropa no cabe.
—Buena idea, vamos.

Vamos pasando por pasillos, observando algunos muebles que me parecen curiosos de diseños. En una de las veces, me quedo mirando a una mujer que porta en sus brazos a un bebé, que no creo que tenga más de 5 meses. Y pensar que en menos de 8 meses así estaré junto a Reborn...es muy loco.

Llegamos a la parte y comenzamos a mirar, vemos varios que nos llama la atención y vamos comparando precios. Finalmente nos decidimos por uno que llegaría hasta el techo, color madera claro, con unas cristaleras opacas en medio de las puertas y con dos cajones abajo. Es bastante ancho, así que será suficiente para nuestra ropa.

Cogemos el papelito dónde señala en que pasillo del almacén se encuentra y miro a Reb, con una sonrisa.

—Yo creo que ya está, ¿no?
—En teoría sí, pero había pensado en mirar en la zona infantil cunas y eso.
—Aún es pronto, y te aseguro que mi madre nos la regalará. Lleva desde que soy niña diciéndomelo.
—Vaya con Carmen, desde que eras pequeña diciéndote que tuvieses hijos.
—Puede ser —sonrío— bueno vamos, que un par de peluches si quiero pillar y luego vamos ya al almacén a por el armario.
—Perfecto, vamos.

Reb empuja el carro y caminamos hasta la zona infantil, que está unos pasillos más adelante. Hay múltiples juegos educativos, materiales para colorear, pizarras llenas de dibujos que sólo un niño pequeño sabe que es y, al fondo, todos los peluches. Me acerco, con ilusión, y empiezo a mirarlos.

Cojo un panda, un perrito y un cachorro de león. Son preciosos y seguro que a nuestro hijo le van a gustar. Miro a Reb, que ríe y se acerca. Los coge y los mira, asiente. Los iba a dejar en el carro, pero le paro y cojo uno de ellos, lo medio abrazo.