Destiny 1 [TERMINADA]

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Quedan tan sólo dos días para el evento, mi cuerpo es puro nervios. He decidido redactar una pequeña carta para dársela a Reb, junto a dos dibujos que incluso pudo ver en Twitter hace unos meses. Quiero que los tenga físicamente.

Estos días he estado hablando con varias personas que irán al show, no sabía que tantos vivían tan cerca de mí. Hemos decidido quedar un día antes, así poder conocernos y que no sea tan incómodo el sábado. También siento nervios por eso, espero no causar mala impresión.

Mis padres están muy felices por la próxima llegada de mi hermanito, están pensando nombres incluso. Mi madre propone que se llame Agustí, mi padre que se llame Daniel y a mí me encantaría que le pusieran Miguel, pero no es decisión mía.

Termino de componer unos últimos versos de mi carta, puse un poema como último pues. La leo por encima, le doy el visto bueno y la meto en un sobre. Cierro este, sonrío, cojo un boli y, con cuidado de no apretar mucho, escribo su nombre junto a un corazón rojo. Echo el sobre en una funda de plástico, junto a los dibujos antes mencionados. Lo coloco todo en una esquina del escritorio y suspiro, con el cosquilleo en la tripa. Tengo demasiadas ganas del sábado, cumpliré mi sueño.

•••••

¡Ah, ha llegado el día! Me levanto de la cama, de un salto, me pongo las pantuflas y camino hacia la cocina. Me recibe mi padre, que prepara su desayuno.

–Bon dia ___, ¿cómo has dormido?
–Buenos días papi, pues con muchos nervios. ¡Al fin ha llegado el día! ¿Y tú?

Se ríe mientras niega, coloca una loncha de queso en su bocadillo y me mira.

–Yo bien, como un oso invernando.
–¿Y mamá?
–Ella igual, aunque se ha despertado un par de veces por el bebé. Ya sabes, las náuseas y eso.
–Si bueno, más o menos me lo sé jajaja. ¿Dónde está?
–Ha ido al supermercado, va a comprarte cosillas para el día de hoy. ¿Quedastes con estos chicos a las 12 no?
–Sí, en un par de horas. Oye papi...¿me vas a prestar tu corbata, verdad?
–Sabía que me la pedirlas, así que te compré una para ti. La podrás utilizar cuando te apetezca.
–¿Enserio? ¡Gracias!
–Cuando desayunes, te la daré.
–Vale vale.

Voy hacia la nevera, cojo la leche y cierro el electrodoméstico. Cojo mi taza favorita, echo el líquido y lo meto en el microondas.

Me siento y comienzo a engullir mi desayuno, aunque me cuesta un poco de los nervios que tengo. Doy un bocado a una tostada y se escuchan las llaves, mamá acaba de llegar.

****

–Recuerda ___, Víctor estará allí. Será quién se encargue de pasar las entradas.
–Vale papi, pero me lo has dicho ya 5 veces.
–Para que no lo olvides. Venga, vete ya anda que te esperan.
–Si si, adiós a los dos.

Abro la puerta y mi padre me llama, lo miro con prisas. Levanta la funda con la carta y los dibujos, los cojo rápidamente mientras él ríe y bajo con paso acelerado. Ahora tengo que ir a una plaza, ahí nos reuniremos María, Laia, Josep, Arnau y Meritxell. Son buenas personas, ayer lo pasamos muy bien. Tenemos bastantes portes en común, además de la gran admiración que sentimos por Reborn.

Llego a la plaza de Catalunya, hago un pequeño rastreo con la mirada y diviso a Arnau junto a Meritxell. Esbozo una sonrisa y me acerco, se giran.

–¡___, holaaa!
–Hola chicooos.

Nos damos un abrazo y nos quedamos frente a frente, con sonrisas.