Destiny 1 [TERMINADA]

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Narra Reborn

No ha sospechado nada ni ha preguntado demasiado, bien. El haberle dicho que vuelva a contratar Netflix hará que no se dé cuenta del tiempo que pasa. Es de las que se ve las series del tirón.

Dejo la bolsa en los asientos de atrás, me siento en el lado del conductor, me abrocho el cinturón y arranco. Le envío un mensaje a Paula diciéndole que ya voy y, ahora sí, salgo del aparcamiento y conduzco hasta el local dónde será todo.

Llego, aparco en el primer hueco que encuentro y bajo. Cojo la bolsa, cierro bien el vehículo y voy hasta la puerta metálica. Toco tres veces y a los pocos minutos se abre la puerta, encontrando a Meritxell.

—Hola Reb, pasa pasa.
—Hola Meri, ¿cómo lo lleváis? —entro y la sigo por un pequeño pasillo.
—Bastante bien, estamos empezando ya a retirar todo.
—¿Están los demás aquí?
—Están Paula, María, Carles y Josep. Arnau y Laia están al caer.
—Perfecto.

Llegamos a la gran sala y todos me miran, se acercan y nos saludamos. Les doy la bolsa, sacan el contenido y lo dejan sobre una mesa. Observo mejor el lugar, es bastante espacioso y sé que gracias a sus amigos, esto va a quedar perfecto.

—Hemos imprimido varias cosillas de la temática que nos dijistes, creemos que estos diseños son perfectos.

Paula saca una carpeta y me la da, la abro y saco todos los papeles impresos. Sí, justo lo que les dije.

—Están genial, de verdad. Son muy buenos diseños. Le va a encantar.
—Ese er...

La frase es interrumpida por varios golpecitos en la puerta, Paula corre y va hacia esta. No tarda en volver con Arnau y Laia detrás suya. El chico me da la mano con una sonrisa, se la estrecho y le devuelvo la sonrisa. Laia me da dos besos y continúa así con los demás.

La relación con este grupo de trajeados es especial, son fans pero me tratan como uno más. Parecemos el típico grupito de amigos que quedan para estar sentados en un banco y comer pipas. Hay confianza, aunque sigo reservándome mucho.

—¿Habéis empezado sin nosotros?
—No tranquis, Reb llegó poco antes que vosotros y sólo le enseñé los diseños.
—¿Te han gustado? -me pregunta ella.
—Me han encantado.
—Bien, una vez eso lo tenemos aclarado, lo suyo es ir imprimiendo más y personalizar las cosas —comenta Paula.
—Me parece buena idea, hacer unos banderines para colgar, el mantel de las mesas, vasos...y esas cosas —dice Carles.
—Eso justo —señala ella— si empezamos ya, el jueves estará todo.
—Tiene que estar todo a tiempo —recuerdo.
—Tranquilo, está todo controlado y bien planeado —me tranquiliza Meritxell.
—Bien, empecemos ya a limpiar esto. Mañana traeremos algunas impresiones que adelanté y ya el jueves finalizar todo.
—Empecemos sí.

Cogemos varias escobas y algunos trapos que traje en la bolsa. Tenemos que limpiar suelos, mesas, sillas y ventanas. Es un local especial para celebraciones, pero se ve que no son muy de limpiar. O que hace tiempo que nadie lo utiliza. Son varios locales juntos, este es el más retirado y pequeño en comparación con los demás.

Las chicas limpian las mesas y sillas, mientras los chicos y yo limpiamos suelos y ventanas. En mi caso, voy barriendo toda la roña que hay. Creo que vamos a tener que fregar incluso. Pero no importa, necesito que quede todo como lo tenía planeado.

—¿Ponemos música mientras? —pregunta Laia con entusiasmo.

Todos afirmamos, ella coge su móvil y tras unos minutos, NGSUN comienza a sonar. Muestra la pantalla, ha puesto mi lista de reproducción de los 80. Río mientras niego y continúo limpiando. Varias risas se escuchan también, luego los escucho cantar. No puedo evitar unirme, es nuestro himno.