Imagínate que la vida te diera la oportunidad de conocer a tu ídolo, ese al que llevas apoyando tanto tiempo y deseando ver tantas veces. ¿Y si surge esa oportunidad? ¿Y si a partir de esta ocurre algo más?
❗NO ACEPTO ADAPTACIONES NI COPIAS❗
Inici...
Viernes, al fin, último día de la semana. Estoy reventada y necesito descansa de una vez. Ha sido una semana muy intensa en todos los sentidos.
Alguien se ha creado una cuenta llamada @laverdadeReb que tan solo me sigue a mí y a Reb, pero parte del fandom la conoce y habla de ello. Ha puesto varios tweets que han causado cierto revuelo y muchos dicen que tiene que ver conmigo, porque sólo me sigue a mí y pone la primera letra de mi nombre.
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También me he sentido perseguida, por la calle y universidad, pero nunca veía a nadie alrededor. Sea quién sea, se escondía muy bien.
Salgo de la universidad, ahora tengo que esperar a que Reb venga ya que voy a comer en su casa. Dice que ha aprendido una nueva receta y quiere que la pruebe, soy un conejillo de indias para él. Me siento en uno de los bancos y justo cuando voy a sacar el móvil, alguien me coge de la capucha y tira hacia atrás fuertemente. Me quejo y miro a la persona, me levanto rápidamente e intento irme, pero me agarra del brazo.
—¿A dónde vas? —dice con superioridad y chulería. —N-no te importa...d-d-déjame. —Ahora ya no eres tan valiente, ¿no? Mira, si estás muerta de miedo y no está tu salvador. Qué pena —ríe. —Vete... —Vas a decirle que hacer a tu puta madre.
Me pega un puñetazo en la cara, me echo hacia atrás y me vuelve a agarrar, con una navaja me hace un corte en la mejilla.
—¡AYUDA! —¡¡Cállate puta!! —grita con rabia.
Pone su mano en mi boca y me empuja hacia atrás, cayendo al suelo. Hay un agujero bastante ancho, ya que tuvieron que quitar un árbol por posible accidente, y con la suerte que tengo, caigo ahí.
—¿Vas a retirar la denuncia, verdad?
No puedo ni hablar, tengo mucho miedo y me duele todo. Creo que me está sangrando la nariz también. Se ríe y juega con la navaja.
—¿Se te comió la lengua el gato? Mejor, así no dices nada en el juicio. Y vas a volver conmigo, por supuesto —dice pasando el afilado entre sus dedos y superioridad. —Eso nunca... —me tiembla todo el cuerpo. —¿Qué has dicho? —su tono cambia a alguien cabreado. —No... —las lágrimas brotan de nuevo. —¿No? ¿No vas a volver conmigo?
Niego, con miedo, gruñe y baja hasta mí. Me coge de la cara y acerca la navaja a mi cuello, del miedo me orino encima y comienzo a llorar sin parar.
—Me encanta verte sufrir de esta manera...espera, ¿te has meado encima? JAJAJA qué patética. —¡SUÉLTALA!
Se gira hacia atrás, cuando recibe un puñetazo y cae a mi lado. Miro a mi salvador, es Reb. Me mira, se le aguan los ojos y vuelve a pegar a Alejandro, con mucha rabia.
—¡¡NO VUELVAS A TOCARLA PEDAZO DE MIERDA!! —DÉJAME GILIPOLLAS —le da un puñetazo a Reb en el ojo. —NO SE TOCAN A LAS MUJERES Y MUCHÍSIMO MENOS A ___. —¡QUE ME SUELTES, RETRASADO! —le golpea la boca. —¡Alto policía! Suéltele.