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Es 24 de diciembre, Nochebuena. Mis padres ya me han confirmado que iremos a cenar a casa de mi abuela, con el resto de la familia de mi padre. La verdad es que tengo muchas ganas de volver a ver a mis primos y tíos, hace como 3 meses desde la última vez que nos reunimos.

Ahora me estoy preparando, porque voy a comer a casa de Alejandro. Ya que ni en la noche ni mañana al mediodía podré ir, decidieron invitarme hoy a la comida. Sus padres se empeñaron y no puedo rechazar.

Termino de ponerme las botas, me miro en el espejo que tengo en el cuarto y sonrío, me veo bien. Cojo mi bolso, meto las llaves, la cartera, un mini neceser y mi móvil. Salgo al salón, me despido de mis padres y me marcho.

*****

Llamo al timbre y a los pocos segundos me abre Alejandro, con una sonrisa. Nos besamos, me invita a pasar y vamos hacia el salón. Miro a sus padres, Carolina y José Manuel. Nos saludamos con dos besos y mientras preparan la mesa, nos envían a Ale y a mí a su habitación. Andamos hasta esta, él cierra la puerta y me mira, con una sonrisa.

—¿Estás bien o muy nerviosa?
—Estoy bien, tranquilo. Es verdad que algo de nervios tengo porque ahora vengo como tu novia, pero todo bien.
—Vale, entonces todo marcha perfecto.

Se acerca a mí y me besa profundamente, con ganas. Se lo sigo, pongo mi mano en su mejilla y él las suyas en mi cintura. Mete la lengua, pero le paro y nos miramos.

—Vas muy rápido, tranquilo —río.
—Venga, que no pasa nada.
—Tranquilo, ¿sí? Tenemos muchísimo tiempo.
—Está bien...
—No te enfades eh.

Le abrazo fuertemente, él me envuelve en sus brazos y me deja un beso en la cabeza, para luego acariciarme el pelo. Suena mi móvil, me separo, abro mi bolso y lo cojo, es un WhatsApp de Reb.

Reb
¿Entonces vienes mañana?

—¿Vas con él mañana?

Miro a Alejandro, sonrío y asiento, vuelvo la vista a la pantalla.

—¿Es por eso que no podías comer con nosotros mañana, porque vas a estar con ese?
—Oye, ese tiene un nombre y sí, es por eso. Hace una semana ya se habló así que no lo iba a cancelar.
—¿Te importa más tu ídolo que yo, que soy tu pareja y por lo tanto familia?
—No, no confundas. El amor que se le tiene a un ídolo es muy distinto al de pareja. Hay que saber diferenciarlos.
—¿Me estás diciendo que no sé diferenciarlos?

Se acerca más a mí y me agarra del brazo, con el ceño fruncido y mala cara.

—Alejandro, ya hablamos del tema...
—Lo sé, pero es que estás todo el día que si Reborn esto que si Reborn lo otro...¿y YO qué?
—Es sólo un amigo, cálmate.
—¿Ah, que encima sois amigos?
—Si te lo dije, ¿no lo recuerdas?
—¿Me estás llamando tonto?
—¿Cómo...? Eso nunca.

Aprieta el agarre, pero llaman a la puerta y me suelta, para deslizarse hasta esta. Suspiro, mientras me toco esa parte del brazo, levanto la manga y veo que está rojo. Se ven las marcas de sus dedos.

—Vamos cariño, la comida ya está lista.

Levanto la mirada y su padre nos mira, con una sonrisa. Imito el gesto y asiento, caminamos hasta el comedor y nos sentamos alrededor de la mesa. Carolina llega con una fuente llena de carne con salsa, se sienta y nos mira.

Destiny 1 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora