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Hoy vienen mis suegros, estoy muy nerviosa la verdad. Espero causar una buena impresión y vean que quiero a su hijo de verdad, que no soy una aprovechada de esas.

Me sacudo, de los nervios, la falda amplia negra y recolocar por cuarta vez mi camiseta blanca. Al ser blanca y algo ajustada, se nota la barriguita más.

—Estás preciosa cariño.

Miro hacia la derecha y veo a Reb, con su traje, sonriéndome. Me coge de la mano y me da una pequeña vuelva, para luego pegarme a él y poner sus manos en mi cintura.

—¿A dónde va está señorita tan guapa, eh?
—Que bobo —reímos— ¿enserio que voy bien?— tenso la mandíbula.
—Claro que sí, enserio tranquila. Como ya te dije, les he ido hablando de ti y están deseosos de conocerte.
—Espero que no hayas exagerado.
—No he exagerado, te lo aseguro...—mira hacia otro lado haciendo un puchero, chasqueo la lengua y levanto una ceja. Vuelve a mirarme— bueno, igual les he dicho que eres perfecta pero tú tranquila. Todo va a salir bien.
—¿Y si no?
—Y si no pues me da igual, aquí lo importante somos nosotros, nuestra felicidad y nuestra propia familia.
—Está bien, voy a intentar tranquilizarme.
—Si quieres, para calmarte de esos nervios, vemos unos vídeos y así te distraes también.
—Me parece bien.
—Venga, vamos al PC que tengo varios pensados ya.

Asiento, vamos hasta su estudio, cojo la otra silla y me pongo a su lado. Él enciende la torre y se sienta también. Da varios golpes suaves en mi pierna con su mano y luego me la acaricia, nos miramos y sonreímos. Aparta la mano en cuanto esté enciende, se acerca al escritorio y prepara todo.

**

Terminamos de ver los vídeos, muertos de la risa. Reb con su risa tampoco es que ayude mucho a que podamos parar.

—Dios mío —se limpia una lágrima— es que enserio —vuelve a reír.
—Matteo calla —río— que por tu culpa no puedo parar de reír.

Nos conseguimos calmar tras unos minutos, respiramos profundo y nos miramos.

—Que, ¿mejor de los nervios?
—Mucho mejor, sí. Gracias.
—No se dan ___.

Me abraza fuertemente, se aparta y se pone de pie. Se estira y bosteza.

—Bueno, voy a terminar de preparar el postre que en dos horas estarán aquí.
—Perfecto, yo...no sé qué haré —río.
—¿Te apetece jugar? Ya sabes.
—Bueno, un poco de CS no me vendría mal.
—Entonces perfecto, eso sí, no te estreses mucho jugando por favor.
—No te preocupes, me lo tomaré con calma. No juego tan en serio como tú.
—Vale, ya s...

El timbre nos interrumpe, Reb frunce el ceño y me mira confuso, le miro igual.

—¿Has pedido algún paquete o algo?
—No, realmente no. Voy a ver quién es.

Asiento, sale del estudio y lo escucho ir con cierta prisa hacia la entrada de la casa. Abre y lo escucho hablar, pero no distingo palabras. Vuelvo a escuchar sus pasos y viene hacia mí.

—Son ellos, al parecer el vuelo se adelantó y pudieron venir antes. Sal a que te conozcan.
—Vale —vuelven los nervios a mi, me pongo de pie. Reb pone sus manos en mi cintura y me pega a él.
—Tranquila cariño, todo va a ir bien. Simplemente sé tú misma —asiento y nos besamos.

Me ayuda a acomodarme mejor el pelo y la ropa. De la mano, caminamos hasta el salón y allí les veo.

No creo que pasen de los 68, son tan altos como Reb y su madre tiene también los ojos algo achinados. Tiene el cabello moreno pero con canas que poco a poco va comiéndose su color natural. Va vestida con un largo vestido color negro con flores moradas por todos lados, varios anillos y pulseras.

Destiny 1 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora