Can't Hold us (DM-3T)

Aparte 5

Mes uno:
Deben ser pasada la media noche cuando Draco llega a casa; tiene los turnos de tarde-noche en San Mungo. Soba mi espalda suavemente mientras besa mi mejilla, yo estoy sentada en mi escritorio terminando de analizar uno de los casos que debo defender la próxima semana ante los tribunales. Ignoro la presencia de mi prometido durante un par de minutos mientras la vuela pluma acaba con su trabajo.

-Ya es muy tarde, para ti y el bebé deberías estar durmiendo- bufo enseñando molestia y me levanto de la silla, dándole un suave beso en los labios.
-Estamos perfectamente, ¿no es así, criaturita?

Draco ríe y me atrae más cerca de su cuerpo, besándome nuevamente.

-Mi madre vendrá mañana a vernos, no le he querido directamente. De los dos,meres tu quién tiene el don de la palabra, Sammy.

Mes dos.

En contra de todo lo que Draco me dice, sigo trabajando en el Ministerio de lunes a viernes. Estoy embarazada, no inválida. Él insiste en que si no me cuido teniendo reposo podría tener un aborto involuntario. Lo que Malfoy no sabe y yo sí, es que criaturita y yo tenemos un pacto secreto: permanecermos juntos hasta el final.
Los mareos han comenzado a invadirme y los vomitas matutinos también; según mamá es completamente normal.
Yo solo quiero que acabe pronto.

Mes tres.
Mi estomago comienza a crecer y he estado llorona y mala para comer durante unas semanas; es extraño de todos modos, porque llego s comer mucha comida basura mientras que lo que Draco dice que debo comer, es desplazado de mi lista de prioridades.

Criaturita y yo preferimos seguir trabajando porque nos sentimos capaces de seguir discutiendo; aun cuando Draco siga sacando su instinto de medimago a cada momento, haciendo todo por mi.
Hasta ha conseguido un elfo doméstico .
Charlotte y yo hemos ido a comprar ropa. Esta me ha comenzado a quedar pequeña y no me gusta la sensación de que la ropa me apriete.

Mes cuatro.
Por fin se me han acabo los vomitos y los mareos matutinas aunque siento que cada vez tengo dos manos, Dracp sigue insistiendo en que debería dejar de trabajar. Pero yo no lo haré hasta que tenga siete meses. Su madre nos ha llenado la casa de ropa de bebé, todo de color blanco o amarillo, ya que aun no sabemos si es el o ella. Draco y yo hemos hecho una apuesta: si es niña el nombre lo pondré yo, si es hombre lo hará él. De todos modos lo encontraba injusto: era yo la que tenía que cargar con un nuevo ser en mi interior.

Mes cinco:
El estomago me comienza a crecer al igual que mi cansancio. Draco y yo estamos recostados en la cama, hoy es domingo y no tenemos mucho que hacer. Su mano acaricia constantemente mi estómago y sus labios besan los míos. Nuestras piernas están entrelazadas y el silencio nos invade, hasta que yo decido romperlo.

-Estuve dispuesta a morir por ti, y a la fecha mi mentalidad no ha cambiado.
-Estoy dispuesto a matar por ti Sam. Nada ni nadie me sacará de tu lado ahora que volvemos a estar juntos.
-Esas son las magias de nuestras casas, ¿No es así?
-Criatura será un honorario Slytherin, ya lo verás venir.
-Criatura será una culta Ravenclaw, no tiene por donde no serlo.
-¿No apoyarás a Gryffindor?
-Realmente no me interesa la casa en la que Criatura quede, mientras sea feliz en ella, claro.

Mes seis.
Me siento gorda y estoy más ancha. Por lo menos he subidos tres kilos y las piernas se me han comenzado a hinchar cada vez que caminaba mucho. Draco ha comenzado a ponerse nervioso y hasta le ha dado un hambre voraz por comprarle ropa a un bebé del que siquiera conocemos su sexo. Pero cada vez me tiene más paciencia con todos mis cambios de humor y con mis antojos; normalmente encuentro helado o un milkshake de chocolate en la cocina. Besa mi estómago más seguido y le habla a Criatura cada vez que tiene tiempo.

Mes siete.
He dejado de trabajar, y me dedico a dormir la mayoría del día. Draco ha cambiado sus turnos por los de la mañana, por lo que llega cercano a las seis, horario en el cual salí,os a caminar. Hace unos días hicimos el club de las embarazadas con Hermione y Ginny; ambas ya iban para el segundo hijo. Era bonito ver como el tiempo pasaba pero las relaciones quedaban.

Mes ocho.
He comenzado a vivir en mi habitación, ya que las ganas de ir al baño se presentaban a cada momento. Mis padres se acaban de marchar luego de venir a vernos; es bueno ver que aunque no están juntos por lo menos se toleran. Comienzo a quedarme dormida cuando Draco entra en la habitación seguido de una bandeja con la cena. Su torso está al aire por lo que veo lo poco y nada que queda de la Marca Tenebrosa en su brazo izquierdo. Una sonrisa se expande por mis labios al saber que algún día le contaremos esa historia a nuestros hijos.

Mes nueve.
Estamos en San Mungo, el nacimiento había sido programada par mañana en la mañana, por lo que me acaba de internar en la habitación y algunas visitas me acompañaban. Draco estaba de turno y cada cuanto se deba vueltas en sus tiempos libres para ver que tal estaba la frecuencia de las contracciones.

Doy el último aliento se pujar y un llanto llena el ambiente, Draco es llamado para cortar el cordón. Escucho la risa del nuevo padre mientras dice entre carcajadas.

"Bienvenido al mundo, Scorpius"
Lo limpian y me lo pasan para verlo. Por las barbas de Merlin, es una copia de Draco.

4 años después. Noviembre 2010.
-¡Scorpius, si no bajas ahora no llegaremos a tiempo a la iglesia y no queremos ver a tu madre enfadada en el día de la boda!

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Hola, lo lamento por la demora y lo malo, mañana en la tarde hora chilena subiré el capítulo final -y en unos días más subiré el final alternativo-. Las re adoro por todo, chiquillas, pero estos días andaba corta de inspiración .