Can't Hold us (DM-3T)

Aparte 4.

Harry y Ginny se han comprometido en matrimonio teniendo ya un hijo, y la fiesta por la unión ha comenzado a estallar. He llegado junto a Seamus, su novia cuando el reloj marca las diez de la tarde. Haber recibido la invitación para el evento me ha puesto de buen humor, es decir, Harry se ha convertido en uno de lo mejores aurores del país y su fama creció junto a sus habilidades. 

Veo una cabellera anaranjada sobresalir de la multitud y mi corazón va a mil, lo volteo sólo para asegurarme que es él y no mis neuronas jugándome una mala pasada.

—Espero que tengas conciencia de que soy George, Sam.

Mi corazón se hiela y mis ojos se humedecen.

—Si, si lo sabía— miento—Ha pasado un tiempo.

(...)

Son las tres de la mañana cuando llego a mi departamento en NewCastle. He dejado la casa de mi madre cuando cumplí los 25, hace unos meses. La vida era buena en esta parte de Inglaterra y la red flu funcionaba mejor de lo que esperaba para poder llegar al Ministerio de Magia cada mañana, ya que hace unas semanas fui aceptada en el Wizengamot, el más alto tribunal mágico de Gran Bretaña.

Veo sobre mi ventana una lechuza amarillenta y no dudo ningún momento en abrirle el vidrio. Trae una carta en su pico y se ve cansada; la dejo descansar en el puesto de Hestia mientras el fénix pega un chillido de enfado y se marcha a vete saber dónde. Las cosas me dan vuelta un poco debido a la cantidad de whisky de fuego que bebí previamente.

"Necesito verte tan rápido como sea posible.

D.M"

A pesar de que han pasado los años, podría reconocer esa caligrafía en cualquier parte en la que la viese, mi cuerpo se estremece y emociona al mismo tiempo, ¿Esto está pasando realmente?

Giro sobre mis tobillos para aparecerme en la antigua mansión de los Malfoy, rogando que él se encuentre ahí porque no tengo ni la menor idea de dónde pueda estar si no. Cuando el sordo sonido de mi aparición resuena por los bastos terrenos, la luz de la entrada se prenden, la reja de la entrada es abierta y yo, bueno, yo camino tan derechamente como puedo hasta la entrada. Whisky de fuego más una carta de tu ex-novio no son la combinación perfecta.

Él me espera en la entrada, sus ojos están rojos y su mirada turbia, como si hubiese estado preocupado, mas esta se suaviza cuando me ve. Camina hacia mí tambaleante- aún más que yo- , sus manos tiritan cuando se posan en mis mejillas, su frente está tibia cuando se posa sobre la mía, su aliento está plagado de alcohol cuando lo respiro, pequeños temblores sacuden su cuerpo, su manzana de adán sube y baja, como si estuviese a punto de hablar, y en efecto, así es.

—Ella ha sido un maldito error todo este tiempo, Sam. Te juro que lo intenté, lo intenté hasta que no pude más pero ella no eres tú, maldita sea— una pequeña lágrima cae por su mejilla y no hago nada por detenerla.—Eras tú todo el maldito tiempo, tú y nadie más. Dime que no te irás de mi lado nunca más, por favor.

Me quedo estática, sin habla. No sabe cuánto tiempo estuve esperando escuchar aquello salir de sus labios. Cierro los ojos para lograr dejarme llevar por las letras que abandonan sus cuerdas vocales. 

—No me pienso ir a ningún lado, Draco.

Es eso suficiente para él, con rapidez une nuestros labios y todo los años que han pasado parecen retroceder, acabarse, dejar de existir. Es ese ceño fruncido el que me fascinó todo este tiempo, es él y nadie más. Es en el sillón de la casa en la que ahora vive solo en la que compruebo que él es con quién quiero pasar el resto de mi vida, es él con quien quiero formar una familia, con él quiero discutir, amar, llorar, dormir, pasar las horas, los días, las semanas, los años.

Su cuerpo se sacude en los primeros espasmo para luego ser seguido por mí y mis uñas clavándose en su espalda. Es su boca entreabierta la que quiero besar el resto de mi vida, es él todo lo que quiero.

—Quiero que te cases conmigo, Sam. Aunque creas o no en el matrimonio quiero que lo hagas conmigo.

(...)

Es diciembre del 2005, cuando luego de un par de semanas teniendo malestares escucho las insistencias de Draco, mi prometido, y voy a San Mungo. Es un diez de Diciembre cuando uno de los doctores colegas de Draco nos da, a él y a mí, la noticia. Son las tres con veinte de la tarde de la primera decena del último mes del dos mil cinco cuando nos dicen que Draco y yo estamos esperando un hijo.

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Hell, yeah.

Hola, la verdad es que no tengo idea de cómo me quedó esto porque lo escribí como en media hora, xd. Sólo les quería avisar que la sección para reseñar y recomendar fanfics de Harry Potter- Hogwarts Recomienda- ya está disponible en mi perfil y yo sé muy bien que tú quieres que te reseñe tu novela, jajaja. :c me haría mucha ilusión que pasaran y anotasen sus datos en los pedidos. 

*Lo siento por lo corto y malo, pero tenía que actualizar, prometo subir en los próximos cinco días*