XV

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"Adiós". Dumbledore cayendo desde la Torre de Astronomía. Draco bajando la escalinata. Mis rodillas impactando el suelo. Semanas en silencio. Cero mensajes de su parte. Soledad máxima. La marca tenebrosa en su brazo izquierdo. Sus cambios de temperamento. La veces que me dejo plantada. El armario evanescente. Sus sonrisas de medio lado. La forma en que pronunciaba mi nombre. La oscuridad de sus ojos. Las mariposas en mi estómago cuando me besaba. La indiferencia de sus rasgos. Él.

Abrí los ojos de golpe, nerviosa, sofocada. Me costo unos segundos recordad donde estaba. Era tan extraño despertarse en Hogwarts y no tener compañeras de habitación. Cogí las túnicas del suelo y la deslice por mis brazos, quedando vestida. Tome mi pelo en una trenza y salí hacia la sala común. Seamus, Lavander, Ginny y Neville estaban cerca de mi puerta, y giraron sus rostros para mirarme.

(...)

Nunca desayunar había sido tan incómodo, nuevamente me he sentado de espaldas al resto de las mesas del comedor, no quiero verle. Realmente no quiero, ayer me vi consumida por la emoción y actúe sin medir las consecuencias, no quiero que piense que lo he disculpado, porque no lo he hecho. No quiero hacerlo aún, pase por tan malos ratos cuando el se fue, que darle toda la cuerda a la relación es completamente algo a lo que orgullosamente no puedo acceder. Seamus me mira de reojo mientras come su cereal y Ginny parece estar aguantandose las ganas de decirme algo muy importante. Lavander mira su plato y no hace mucho, mas Neville no es tan disimulado y me mira fijamente, con su ceño levemente fruncido. Revoloteo los ojos por la mesa y observo a los alumnos de primer año mirándose nerviosos y apenas tocando sus platos de comida. Las puertas del Gran Salón se abren y los hermanos Carrows pasan por ella, seguidos de un alumnos de primer año. Es mi turno de fruncir el ceño cuando veo la cara del muchacho bastante roja y su cuerpo bastante tiritón. Miro directamente a Seamus y este suspira pesadamente.

-Hoy salió de la sala Común muy temprano, creo que al torre de las lechuzas a mandar una carta, cuando estaba devolviéndose a la torre de Gryffindor, tropezó con Alecto, botándola al suelo. Ha sido el primero en ser castigado.

Un escalofrío recorre mi espalda, y sin pensarlo dos veces me levanto de mi asiento, y camino hacia el muchacho, quien estaba a punto ya, de sentarse en la mesa. La profesora McGonagall se ha levantado también y llega segundos después de mi, ambas nos miramos con preocupación. Esto no ha estado nada bien.

-¿Cómo te encuentras?- le pregunta la profesora McGonagall. El nos mira a ambas y hace una pequeña mueca- Llévalo a enfermería, Samantha. Que Poppy haga algo por él.

Asiento rápidamente y le ofrezco mi mano al pequeño, este en una primera instancia se muestra reacio a tomarla, pero luego lo hace. Se que en el momento de salir del comedor, todas las miradas estaban puestas en nosotros.

-¿Cómo te llamas?- pregunto suavemente. El pequeño agacha la cabeza y respira entrecortadamente.

-Hayde- susurra- James Hayde.

-Soy Sam, Samantha Fudge- el asiente y yo le vuelvo a sonreír- Bueno James, ¿Quieres decirme que te han hecho los profesores?

-E-ellos, ellos me dijieron qu-que era un niño tonto y escuá-escuálido, y que sólo podían enderezarme a través de los, de los castigos.

Me detengo en seco al escuchar las palabras de James, han salido tan débilmente de su garganta que se que son verdaderas. Me agacho hasta quedar a su altura y limpio la lágrima que rueda por su pequeña y rosada mejilla. Mis voz sale temblorosa y débil.

-¿Qué te han hecho?

-Han usado, ellos lanzaron... Una maldición imperdonable.

Cierro los ojos de golpe y rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos, esto no esta bien. Tiene 11 años, el no se merece un castigo solo por tropezar con sus propios pies.

(...)

Madame Pomfrey se ve nerviosa al momento en que interrumpimos en la Enfermería, acuesta a James en una de las incontables camillas y le ordena descansar todo lo que queda del día. Me mira y luego de agradecerme, la enfermera me dice que ya me puedo retirar. Antes de hacerlo, me dirijo a James y tomo su mano entre las mias, intentando transmitirle una seguridad que no tengo.

-Si es que algún alumno te molesta cuando vuelvas a clase, no dudes en avisarme, ¿vale?

-Vale- dice James con una tímida sonrisa en los labios.

(...)

Cuando llego al Gran Salón nuevamente, el desayuno ha sido retirado, y cada jefe de casa esta entregando los horarios correspondientes a cada alumno. Me apresuro a llegar a mi asiento, y Seamus me tiende un papel con varios Ramos escritos. Sonrió al ver que mi primera materia es Transformaciones, había extrañado bastante las clases con nuestra jefa de casa. Siento la mirada de los hermanos Carrow y bastante parte del comedor a mis espaldas, mas no hago nada. No quiero ser yo la siguiente en aquella pequeña lista.

Seamus me sonríe y Neville se ve tenso, aprieta con demasiada fuerza el tenedor, y murmura con voz llena en furia "Esto no quedara así".

(...)

Estoy en el bloque libre antes de almuerzo, vagando por los pasillos del colegio, pensando en tantas cosas, que me sorprendo de no estar estallando. Draco se me ha intentado acercar en todo momento, pero yo siempre he encontrado la manera de alejarme. Hay algo en mi que me prohibe estar cerca suyo, hay una parte de mi, que le teme a lo que me tenga que decir.

Pero ahora parece ser su momento estrella, porque nos cruzamos en un pasillo en el quinto piso, y se que hacer que el no esta caminando frente a mi no servirá esta vez. Sus piernas largas me alcanzan con rapidez y su mano intenta agarrar mi muñeca, más yo me escabullo lo mejor que puedo, no quiero tocarle.

-Sam - un angustioso y quebrado gemido sale de sus labios. Soy incapaz de mirarle a la cara- Samantha, por favor.

Mi respiración se ha hecho pesada y siento que el aire esta más denso de lo que debería, y se que es por él, por su embriagadora presencia. Al no emitir palabra, Draco pasa su mano por su platinado cabello reiteradas veces, en símbolo de nerviosismo.

-¿Quieres hablar?- pregunta rápidamente, asiento sin muchos ánimos- Vale, aunque creo que un pasillo no es el mejor lugar.

Al notar que su intento de sarcasmo no me ha causado gracia, el terror se expande en su mirada. Giro sobre mis talones y camino hasta la Haya, en el patio Exterior de Hogwarts, con Draco pisándome los talones. Tomo asiento en el pasto amarillento y cierro los ojos, esperando que él se siente también. Lo escucho suspirar un par de veces antes de recostarse en el pasto y pasar sus manos por su rostro.

-No sabes cuanto lo siento, realmente lo hago. Nunca fue mi intención involucrarte emocionalmente con esto, juro que quería manterte alejada  tanto como me fuese posible, pero es que me fue tan imposible. Eres una persona tan buena, tan preocupada por el resto que querías ayudarme en lo que debía hacer, pero ¿Por qué te iba a involucrar en algo en lo que no podías hacer nada? Lo siento por dejarte así, a pesar de que no estábamos juntos, aquello que hice estaba mal, pero no podía hacer otra cosa, terminar contigo te iba a mantener alejada del Señor Tenebroso otro poco de tiempo, te juro que verte de rodillas en el suelo de la escalinata fue tan horrible que lo único que quería era correr a abrazarte por una última vez... pero no pude. Te amo tanto, eres tan importante para mi que pensar en siquiera perderte era superior a todas mis fuerzas. Lo siento por hacerte esto, por hacernos esto.

Incapaz de decirle algo, y hacer algo contra toda la cantidad de palabra que ha dicho, paso a mi forma de animago y me marcho de ahí, sabiendo que no tiene forma de seguirme.

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Hey (?) :c, lamento mucho no haber actualizado en estos últimos días. mañana me voy de gira de estudios con mi curso a Bariloche y el Sur de Chile y entre trámite y trámite, comprar la ropa y todo eso no tenía nada de tiempo. No voy a actualizar hasta que vuelva porque pienso estar lo más desconectada que me sea posible pero a la vuelta tendrán maratón :(

Nos leemos!

Can't Hold us (DM-3T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora