Can't Hold us (DM-3T)

XXIV

A todas aquellas persona que hayan tenido problemas para leer el capítulo anterior- que jo se les haya cargado- por favor mándenme un interno, y yo les enviaré el capítulo. No sé porque ha pasado eso :c ni se como arreglarlo. Todos sabemos que Wattpad se endemonia de vez en cuando.

*We will Rock you- Queen*

-Esta temporada he disminuido el número de canciones por capítulo, mas realmente me gustaría que escucharan esta canción a lo largo del capítulo, y como dura poco, ojalá la puedan escuchar un para de veces-

-Sólo les puedo decir: prepárense. Porque cada vez que se enfrenten a sus enemigos, estos irán enserio.

Draco se voltea a mirarme con una sonrisa burlona entre los labios, hace sonar su espalda y achica los ojos.

-Muestrame lo que tienes, preciosa.

La mención del apodo debería- en un caso normal- hacerme sonrojar, especialmente porque nos encontramos frente a algo más de treinta alumnos mirándonos fijamente, pero en estos momentos me hace sonreír y sacarme la chaqueta yo también, revelando una delgada blusa de tiras. Seamus comienza a reír con fuerza mientras que algunos de la resistencia, ya más relajados, comienzan a silbar, alentando la causa. Sonrió más ampliamente cuando veo el semblante de Draco tensarse.

Agita la varita y una capa acaramelada nos separa de nuestro pequeño público, por mis ojos pasa el recuerdo del día del accidente en lo alto de la Torre de Astronomía, este es el hechizo que no me dejaba salir de mi habitación. Él baja sus hombros, en señal de disculpas y yo me volteo, levantando los brazos con la varita en mano.

-¡Hagan sus apuestas!- grito sonriente. Neville comienza a reír y algunos alumnos se le suman. Siento como Draco hace sonar su garganta y me volteo hacia él.

-Las damas primero- murmura, levantando las manos en señal de paz, un siseo envuelve a nuestros espectadores y doy un paso más lejos del platinado, mi varita está a la altura de mis ojos y rápidamente lanzo un encantamiento de desarme, Draco lo rechaza con un protego. Me guiña el ojo.

-Vamos Sammy- escucho el grito de James- Sé que puedes patearle el trasero.

Los siguientes dos minutos se tratan de eso. Entre Draco y yo hay un fluido movimiento de varitas y hechizos lanzados. Nos hemos desplazado un poco, esquivando algunos hechizos que venían muy fuertes como para poder esquivar los con un hechizo. Draco se ha ido acercando a mi, y le veo un par de gotas de sudor perfilar su rostro, desconcentrándome por una milésima de segundo, lamentablemente es suficiente como para que él pueda agarrar mis dos brazos y dejarlos tras mi espalda. Una risa se filtra entre sus labios y el público entre abuchea y aplaude a nuestra pequeña demostración.

-Deben ser rápidos si quieren salir con vida- comienza a hablar Malfoy mientras siento que el agarre en mis brazos se hace levemente menos denso, sonrió y tomo mejor la varita.

Lo último que sé es que le he lanzado un Expelliarmus que lo ha tomado por sorpresa, y lo he logrado botar al suelo. Estoy sentada sobre su regazo con los pies en cada una de sus manos y los dedos de la mano derecha presionando sobre su pecho mientras que en el izquierda sostengo las dos varitas.

-No pueden dejar a su oponente armado. Aquello es un suicidio asegurado.

Los aplausos, gritos de júbilo y risas llenan el espacio, mientras me levanto y le tiendo la mano a Malfoy, para que pueda levantarse.

Cuando está de pie, me da un rápido beso en los labios y le entrego su varita nuevamente.

-Nadie se enterará de esto, ¿verdad?- murmura bajo, niego divertida.

(...)

La práctica de ese día sigue adelante, pero con Draco sentado en una esquina, con una toalla al rededor de su cuello y sus manos entrelazadas sosteniendo su mentón. Sé que no quita sus ojos de mi mientras Neville, Seamus y yo enseñamos nuevos hechizos o corregimos algunos ya enseñados. Yo también se que algunas de las niñas no le sacan los ojos de encima y aquello me saca de quicio, logrando que sienta un malestar en la boca de la garganta.

¿Draco se habrá acostado con una de ellas a comienzo de año cuando aún no estábamos juntos?

No siento que me he ido hasta que Seamus posa una de sus manos en mi hombro, sacudiendome suavemente, me giro y lo miro.

-¿Estás bien?- pregunta mirándome con ojos atentos. Asiento y sonrió.

-Si, es sólo que estaba pensando- le doy una sonrisa y él achina los ojos.

-Es casi hora de irnos, quizá deberías ir a tu habitación para mantener las puertas abiertas.

Asiento y miro en dirección a Malfoy, al comprobar de que este sigue mirándome fijamente, le hago un movimiento con la cabeza hacia la puerta provisoria por la cual hemos aparecido, él asiente y se levanta, poniéndose la camisa nuevamente. Terry y Ernie también están llevándose a los alumnos de sus casas por sus respectivas puertas, así que comienzo a avanzar.

Draco se me acerca por atrás y rodea con uno de sus brazos mi cintura, y me estremezco con el tacto. Creo estar levemente molesta con él, y no se sí debería.

Luego de ver que todos se han marchado de mi cuarto, intento evitar a Draco, ordenando las cosas en mi habitación. Él se queda parado en una esquina con los brazos cruzados sobre el pecho. Nuevamente se que me está mirando fijamente.

-¿Quieres que me vaya?- dice con cierto tono amargo en su voz. Suspiro levemente y sin voltearme a mirarlo asiento.

-Tengo que entregar una redacción para Runas Antiguas mañana a primera hora, y aún no la termino.

-Entiendo.

Silbo y Hestia se levanta de su percha y vuela perezosamente hasta mi hombro.

-Llévalo a su cuarto- le ordeno. El fénix suelta un graznido y sobre vuela la cabeza de Draco, esperando a que el la toque.

-Te quiero Sam- dice, sin embargo no le respondo. Yo igual le quiero, pero no quiero decirlo. Se escucha su respiración profunda y la habitación es iluminada cuando Hestia se aparece con Draco en su habitación en las mazmorras.

Me tiro sobre mi cama y aspiro las sábanas de mi cama, que aún tienen su aroma fresco entre los hilos. No tengo que entregar ninguna redacción, pero estaba sentida. Yo solo había visto a una persona cuando nos separamos, y ni siquiera establecí ningún tipo de relación carnal con él, por otra parte Draco había estado con varias chicas tanto de Slytherin como de otras casas. ¿Que podía esperar de eso?

Nada.

Y el nudo en mi garganta se incrementaba.

(...)

Me había quedado dormida y apenas lo había notado. Me despierto porque siento el ruido fuera de mi pieza, y al comprobar la hora, veo que son pasada la siete y media de la mañana, tengo media hora para levantar y desayunar si no quiero llegar tarde a clases.

Me pongo la túnica rápidamente y como no tengo tiempo de arreglarme, todo mi cabello en un moño alto, se que esta enredado y voluminoso, así que no hay forma de que lo lleve suelto. Me abrí pasó hasta el retrato y me dirijo hasta el Gran Salón, donde la mayoría yace terminado de desayunar o simplemente ya se ha marchado. Me siento al lado de Ginny, quien es la única de mi grupo que sigue en la mesa y esta me sonríe, entregándome un pergamino de color magenta con una "W" estampada en el frontis. Dejo escapar el aire de mis pulmones, porque se perfectamente de quien es, y no me apetece leerla ahora, ni nunca.

Desde qué volví con Draco, hago todo lo posible por evitarle, ya no hablamos, no le respondo ninguna de las cartas que me manda y en las reuniones de la orden hago como si el no estuviese sentado frente a mi. Se que es muy inmaduro y cruel de mi parte, pero sé que lo que siento por Fred, si se desarrolla puede ser capaz de confundirme hacia Draco, como lo hizo una vez. Ginny renueve su cereal y carraspea, llamando mi atención.

-¿Viste el anuncio que estaba colgado en la sala común?- pregunta como si intentase aparentar que no es la gran cosa, más para ella si lo es.

-No, no tuve tiempo, ¿Que dice?

-Las excursiones a Hogsmeade han vuelto- dice, y me hace sentí muy feliz- para todos, menos para Neville, Seamus y para mi, por lo menos, la primera.