Epílogo

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Entonces simplemente entendió que aquel no era su lugar. Luego de cerrar los ojos e intentar proyectar su vida en Inglaterra luego de la guerra, entendió que no era posible, por lo menos no en un tiempo. Habían demasiados recuerdos dolorosos que revivir en las islas británicas: desde las secuelas de la guerra hasta el día en que descubrí la Marca Tenebrosa en el brazo de Draco.

Necesitaba estar lejos de todo esto. Y lo sabía.

Luego de indagar un poco con Hermione, descubrí que Harry había tenido la piedra de Resurrección en su poder, que Dumbledore se la había dado, y después de presionar un poco a Potter, este me confesó que la había dejado caer cerca de la antigua guarida de Aragog, en las profundidades del bosque prohibido.

Tardé tres horas, hasta que lo encontré.

(…)
Miro hacia mamá, ambas estamos recostadas en la que fue la habitación de Remus, ambas hemos llorado en silencio más que suficiente. Luego de ayudar a los profesores de Hogwarts con lo que pudimos, nos marchamos al atardecer del segundo día de Mayo con destino a la casa de Andrómeda.

Darle la noticia de las muertes ocurridas esa madrugada fue como abrir una herida en el pecho hacia Drómeda y nosotras mismas. Ella dijo que necesitaba estar sola con Ted. Mamá y yo entendimos y nos regresamos a nuestras casas. Hemos estado en la cama de mi padrino desde entonces. Ya ha oscurecido, y la piedra pesa en mi bolsillo. No la sacaré, no ahora. Entonces, lo suelto.

-Me iré.

Mi voz suena ronca, sé que es porque llevo horas sin hablar, y por todas las lágrimas que he derramado. Mamá se demora su tiempo en responder.

-¿A dónde?

-Luxemburgo, creo.

El silencio nos emuelve por un par de minutos más.

-¿Irás con Draco?

-No.

-¿Qué?

-Necesito un tiempo a solas, ¿sabes? Vendré a visitarte a menudo, a ti, a Ted y a Drómeda.

-¿Y a Draco?

-No lo sé.

-¿Le has… le has dicho?

-No.

-Piensas decirle.

-Yeap.

El silencio nos envuelve nuevamente, mientras me acomodo en la cama, tapándome con las mantas.

-Sam, ¿qué… qué harás con su relación?

-Yo… no sé. Nos es como si… como si estuviésemos terminando para siempre, sólo que… necesito tiempo para mí.

-Estaré de acuerdo contigo siempre, lo sabes ¿verdad Sammy?

-Si mamá.

(…)

-Así que te vas- dice evitando mi mirada, lo cual me rompe el corazón más de lo que debería hacer.

-Tú tienes una vida aquí, Draco. Una familia completa, yo sé que puedes… entenderme.

-Lo hago… pero, ¿es este nuestro adiós?

-No. Vendré a verte y cuando termine el juicio contra tu familia tú también puedes ir a verme.

-Siento que me estás dejando.

-No- susurro tomando sus manos, dejando caer mi cabeza en su hombro- tengo mucho que procesar, necesito tiempo para pensar.

-Lejos de mí.

-Lejos de todos.

Suspira una vez más antes de abrazarme con fuerza y depositar besos reiterados en mis labios.

Su madre va a despertarnos lo que parecen seis horas más tarde, diciendo que mi madre ha venido por mí. Lo miro, él me mira, y ambos sabemos que este no es nuestro final. Que este es sólo nuestro comienzo.

Can't Hold us (DM-3T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora