Las manos se cernían más y más rápido sobre mi, ya no había escapatoria. La pared se sentía fría y dura contra mi espalda. Un sudor frío me recorría la médula. Había decidido ir a la casa de Draco sólo para asegurarme que él estuviese bien, porque ya la próxima semana entraríamos a Hogwarts y necesitaba saber si él iría a su séptimo año. Pero mi error había sido entrar en la mansión de los Malfoy, ya que luego de recorrer sus fríos e interminables pasillos, Bellatrix Lestrange se reía enérgicamente de mi mientras me apuntaba con su varita justo en el pecho. Sabía que este sería mi fin, sabía que ella conocía mi integración a la orden y acabar conmigo le significaría un peso menos a ella, a Voldemort y a Draco. Bellatrix me repetía lo ingenua que había sido al creer que Draco me quería, que yo sólo había sido una jugada para tapar el regreso de Lord Voldemort, que había sido un simple peón en todo este gran juego de ajedrez. Levantaba la varita pero repentinamente la movía hacia sus espaldas, dónde estaba mi madre, Remus y Seamus. Bellatrix me decía que si no le contaba el paradero de Harry Potter, los iba a matar. Las lágrimas caían de mis ojos con fluidez, mientras le gritaba que no sabía dónde estaba. Bellatrix llamaba a Draco y este aparecía de las sobras, como siempre lo había hecho, silencioso y ágilmente, como la serpiente que era. De la voz de Draco salían las letras, armoniosamente del maleficio Cruciatus, mientras me miraba directamente a los ojos y mi madre gritaba de dolor. Mi desesperación era tal al gritar que los dejaran, que no sabía donde se escondía Harry, que Draco reía a grandes carcajadas y seguía su Trabajo con Remus y Seamus. Los gritos desgaradores salían de mi garganta, mientras el ardor de mi pecho era insoportable. Tía y sobrino parecían estar pasándosela en grande. Draco me miraba, y con una voz que no era suya, me hablaba suavemente.
-Abre los ojos, _______. Vamos pequeña, es sólo un sueño.
Unos parpadeos más tardes, me encuentro abriendo los ojos, sentada en mi cama de la casa de mi madre, respirando entrecortadamente y con Dora, Remus y mamá frente a mí. Cada uno tiene una vela en su mano y me miran con preocupación. Respiro entrecortadamente, intentando sacar los fantasmas de la reciente pesadilla, que se sintió tan real, más real que todas las pesadillas que he tenido en mi vida.
(…)
Hoy era día de madre e hija, o por lo menos, eso había planeado ayer. Necesitábamos salir un poco y despojarnos de todos estos malos momentos, y tener un agradable tiempo entre nosotras.
Los tiempos han cambiado de una manera tan drástica que llega a ser intimidante. El primer día de agosto de 1997 el Ministerio de la Magia cayó bajo el poder de Lord Voldemort, el golpe, sin embargo, fue catalogado por la Orden como “rápido y tranquilo”, el antiguo ministro Rufus Scrimgeour perdió la vida luego de ser interrogado mediante el uso de la Maldición cruciatus para saber el paradero de Harry, a pesar de saber el paradero, el último acto de Scrimgeour fue proteger el secreto, y llevarlo hasta la tumba. Ya estábamos notificados de que la gente más influyente del Ministerio estaban bajo el Maleficio Imperius, por lo que siempre estábamos en alerta con mi madre y Kingsley, que dentro de la orden, eran los que probablemente Voldemort quisiese entre sus filas. Pius Thicknesse, bajo Imperius también, había sido proclamado como ministro títere de Voldemort. Luego de la boda, todos y cada uno de los invitados han sido interrogados, con la intención de demostrar que Harry estuvo en ella, y ahora que el tiempo ha pasado, no han encontrado persona que lo admita. Aunque no se hizo público, sabemos que nos están vigilando, a todos nosotros. A mi madre, a Dora cuando van a trabajar al Ministerio, a Remus y a mí cuando decidimos dar una vuelta por los pueblos cercanos para no perder la cabeza encerrados en la casa. Sabemos que nos están vigilando, y que cualquier cosa que hagamos será registrado, y si la situación lo amerita, usado en nuestra contra. Al mismo tiempo que mortífagos entraban en la boda, otros del mismo bando forzaban la entrada de toda casa relacionada con la Orden en el país, incluyendo la nuestra. La casa de Dedalus Diggle fue quemada y los padres de Dora torturados.Ayer, he conversado con mi madre sobre mi reintegración a Hogwarts, le he dicho que quiero volver, pero me las ingeniaré con el fénix para salir cada vez que la orden me necesite; porque ayer, se había proclamado la Comisión de Nacidos Muggles, por lo que cada alumno que quisiese asistir al colegio, debía llevar el o los emblemas familiares, mostrando la estirpe y la calidad de sangre.
Mamá y yo estábamos listas para pasar un día de vereno en la cálida cuidad de Bath, al sur de Inglaterra cuando una esfera plateada que luego tomó forma de lobo habló con la quebrada voz de Tonks.
"Estoy embarazada, y Remus me ha dejado"
Junto a mi madre nos miramos y la sorpresa adornaba claramente nuestros rostros. Silbé con fuerza, haciendo que Hestia llegase a la escena, tras murmurarle suavemente que buscase a Remus, el fénix se marchó dejando tras si su peculiar fogonazo.
(...)
Hacer entrar en razón a Remus no fue muy difícil después de todo, al parecer se había encontrado con Harry, Ron y Hermione y el elegido había logrado hacer que Lupin notase el error, días después del suceso, regresó a casa de los padres de Dora y luego de aclarar sus cosas, volvieron a estar juntos, estaba muy feliz por eso, especialmente porque un pequeño o pequeña venía en camino y sabía que aquello alegraría mucho la vida de Remus, especialmente en estos tiempos.
Por fin el tiempo pasó y el primer día de Septiembre se hizo presente.
Mi sorpresa fue única cuando luego de pasar por el visto bueno de la comisión para la re-integración de Hogwarts, en la carta con los útiles que necesitaría para este año, se adjuntaba otra cartelera y una pequeña insignia. Mi primera impresión fue horrorosa, ya que como Harry no volvería a Hogwarts este año no había capitán de quidditch, pero luego de sacar el pequeño pedazo de metal del sobre, la sangre se me congeló en las venas.
Premio Anual. Había sido nombrada Premio Anual.
Estuve lo que me pareció una eternidad con la boca levemente abierta, la carta y la insignia en la mano, contemplando atónita, hasta que Remus, Dora y Mamá llegaron.
Supongo que celebrar bebiendo whisky de fuego en familia no estaba mal.
La ansiedad me estaba carmomiendo viva el día de reingreso en la mañana, quizá no por mi nuevo puesto, no por lo que vendría este nuevo año académico, sino porque aún estaba la posibilidad de verlo a él aun cuando él siempre mostró su descontento hacia el colegio y lo mucho que quería largarse de ahí, por lo que las probabilidades de que él volviera este año eran casi nulas. Llegué a la estación temprano en la mañana, tal y cuál en la carta señalaba, mi misión principal era mantener a los alumnos más pequeños salvos y sanos. No había querido que mi viniesen a dejar, no por un acto de rebeldía ni de vergüenza, claramente sabía que en casa mejores cosas tenían que hacer.
Faltaban cinco minutos para que el tren saliese, la estación estaba tan atiborrada de estudiantes como cada año, me había encontrado con otros estudiantes y conocí a los premios anuales del resto de las casas: Blaise Zabini en la casa de Slytherin, Ernie MacMillan en la casa de Hufflepuff, y Terry Boot en Ravenclaw.
Comenzamos a apresurar a los últimos muchachos que quedaban en el andén, y luego subimos al tren, para acomodarnos en el vagón de los prefectos, junto a estos. Zabini bromeó conmigo en un par de ocasiones sacándome risas como únicamente él podía hacer.
Discutimos las respectivas contraseñas y los planes de seguridad que se tomarían en Hogwarts antes de empezar con las rutinas. Todo esto era tan nuevo y emocionante para mi, que no noté cuando me acerqué a la sección de Slytherin, ni aún menos cuando me encontraba a escasos metros de él. Me daba la espalda, sentado junto a Goyle, Crabbe y las hermanas Greengrass. Sabía que era él. Podía reconocerlo dónde fuese.
Él estaba aquí.
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Can't Hold us (DM-3T)
Fanfiction*Tercera Temporada* La muerte de Dumbledore fue un factor importante en esta Segunda Guerra Mágica. La inseguridad se cierne sobre la población. El actual Ministro de la Magia ha sido asesinado y Voldemort tiene el Ministerio a su merced, tal y cuál...