El guardían caido.
Cuando el primer traslador llegó sin nadie, me levanté del sillón soltando blasfemias. ¿Y si yo había hecho algo mal? ¿Si di la señal muy tarde? ¿Si las casas de seguridad no eran tan seguras como deberían? Le di un puntapié a una roca de pequeño tamaño que descaqnsaba sobre el pasto del jardín. ¿Y si por mi culpa alguien salía lastimado? ¿Si Remus? ¿O Tonks? ¿Qué tal si Fred...? Sentí que la garganta me explotaría de impotencia cuando vi la luz del segundo traslador aparecer, nuevamente sin su pareja. ¡Esto era mi jodida culpa!
Un par de minutos más tarde, el tercer traslador hizo acto de presencia, afortunadamente con algún Harry y Hagrid.
-¡Molly! ¡Ginny!- grité rápidamente-
Tirando a un lado el cepillo que ya no brillaba, Harry se puso en pie, tambaleándose ligeramente, y fijó sus ojos en la Señora Weasley y a Ginny que venían corriendo por los escalones de la puerta de atrás, mientras Hagrid, que también se había derrumbado al aterrizar, se ponía laboriosamente en pie.
-¿Harry? ¿Eres el auténtico Harry? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde están los demás? -gritó la Señora Weasley.
-¿Qué quiere decir? ¿Nadie más ha vuelto? -jadeó Harry.-Los mortifagos estaban esperándonos, -le dijo-. Nos rodearon en el momento en que despegamos... sabían que era esta noche... no sé que pasó con los demás, cuatro de ellos nos persiguieron, y todo lo que pudimos hacer fue huir, y entonces Voldemort dio con nosotros...
-Gracias a dios que tú estás bien, -dijo, empujándole a un abrazo del que no se sentía merecedor.
-¿No tendrás algo de brandy, verdad, Molly? -preguntó Hagrid un poco tembloroso-. ¿Por propósitos medicinales?
Podía haberlo convocado con mágica, pero cuando se apresuró a volver a la encorvada casa, Harry supo que quería esconder la cara. Se giró hacia Ginny y ella respondió a su súplica silenciosa de información al instante.
-Ron y Tonks deberían haber vuelto primero, pero perdieron su Traslador, volvió sin ellos, -dijo señalando a una lata de aceite oxidada que descansaba en la tierra cercana, me sentía completamente idiota mirando todo esto desde un tercer plano, sin embargo ninguna pizca de aire perecía querer salir de mi garganta-. Y ese, -señaló a una vieja zapatilla deportiva-. debería haber sido el de Papá y Fred, se suponía que serían los segundos. Hagrid y tú eran los terceros, -comprobó su reloj- si lo consiguen, George y Lupin estarán de vuelta en alrededor de un minuto.
La Señora Weasley reapareció llevando una botella de brandy, que ofreció a Hagrid. Él la descorchó y bebió de un trago.
-¡Mamá! -gritó Ginny señalando un punto a varios pies de distancia.
Una luz azul había aparecido en la oscuridad. Se hacía más y más brillante, y Lupin y George aparecieron, girando y después cayendo. Supe inmediatamente que algo había ido mal. Lupin estaba sujetando a George, que estaba inconsciente y cuya cara estaba cubierta de sangre.
Harry corrió y agarró las piernas de George. Juntos, él y Lupin llevaron a George a la casa y atravesaron la cocina hasta el salón, donde le tendieron en el sofá. Cuando la luz de la lámpara cayó sobre la cabeza de George, Ginny jadeó y mi estómago se revolvió. Una de las orejas de George había desaparecido. El costado de su cara y cuello estaban empapados de una húmeda y sorprendentemente escarlata sangre.
Tan pronto como la Señora Weasley se inclinó sobre su hijo Lupin agarró a Harry por la parte superior del brazo y le arrastró, no muy gentilmente, de vuelta a la cocina, donde Hagrid todavía estaba intentando pasar por la puerta de atras.
-¡Eh! -dijo Hagrid indignado-. ¡Suéltale! ¡Suélta a Harry!
Lupin le ignoró.
-¿Qué criatura se sentaba en la esquina la primera vez que Harry Potter visitó mi oficina en Hogwarts? -dijo, dando a Harry una pequeña sacudida-. ¡Respóndeme!
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Can't Hold us (DM-3T)
Fanfic*Tercera Temporada* La muerte de Dumbledore fue un factor importante en esta Segunda Guerra Mágica. La inseguridad se cierne sobre la población. El actual Ministro de la Magia ha sido asesinado y Voldemort tiene el Ministerio a su merced, tal y cuál...