Aparte 1

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Regreso a Inglaterra dos días después. Mi principal idea había sido alejarme de la isla unas buenas semanas antes de volver, pero había algo en mi que me recordaba que el funeral de Remus era algo que simplemente no podía evitar. Luxemburgo era mucho más diferente que mi país natal, aún quedaban varios pueblos de magos y ciudades pequeñas en las que muggles y magos convivían pacíficamente, mientras los unos no se metieran con los otros. Encontré un pueblo armonioso y frío a las afueras de la capital, en donde la mayoría de sus habitantes eran magos, rápidamente fui aceptada en una casa de acogida en donde el nombre de mi padre había llegado. Todos ellos tenían ganas de saber como había terminado la segunda guerra mágica, pero simplemente no me encontraba en condiciones para tocar el tema, no aún. Safka era una muchacha de veinte años, alemana, con la cual compartía habitación, tenía ese aire alegre y divertido de Tonks, por lo que normalmente se me escapaban unas lágrimas cuando me encontraba con la guardia baja. Safka se había ofrecido a vestirme para el funeral ya que yo aún no me traía todas mis pertenencias de la casa de mi madre. Con artefactos muggles alisó mi cabello y delineó mis ojos, haciéndolos ver menos cansados de lo que ya los tenía. El día antes del funeral me acompañó al centro del pueblo a comprar un vestido negro, hasta la rodilla y con encaje oscuro en los hombros, también me dijo que si usaba uno de los sombreros negros que vendían en la tienda del frente, me iba a ver mejor. Me despidió con un beso en cada mejilla y me recordó que llorar no era malo, que era sacar todo lo que nos duele y dejarlo ir.
Le sonrío antes de girar sobre mis talones y a aparecerme en Hogsmeade.
Por la carta que leí de mi madre ayer en la mañana, en primera instancia se haría una ceremonia general, para conmemorar a cada uno de los héroes de guerra que sacrificaron sus vidas por nosotros, y que luego iríamos a la ciudad natal de Remus, en donde él y Tonks serían enterrados junto a los padres de Lupin. Andrómeda había estado de acuerdo y hasta había manifestado el remover el cuerpo de su difunto esposo para que todos quedasen juntos.

(...)

Si es que para el funeral de Dumbledore había mucha gente, ahora las cifras se duplicaban. Aprovechando las hectáreas de terreno destruido en la batalla, se arregló una especie de explanada llena de pasto recién plantado, en donde la vista al lago era más linda y clara debido a la cantidad de árboles que se habían sacado. Cada familia tenía su asiento guardado para que no nos quedásemos sin asiento. Como los padres de Remus habían muerto hacía unos años y a parte de Teddy no tenía más familiares vivos, mi madre y yo ocupamos esos lados. A nuestro lado está Andromeda con el pequeño Ted durmiendo entre sus brazos. Mamá se ve muy feliz al verme, y se que se está conteniendo de llenarme de preguntas, su rostro se ve cansado, como el mío y no tengo la menor duda de que ha estado llorando a todas horas estos últimos dos días. La ceremonia empieza y yo no logro concentrarme, mi mente se ve atrapada en un vaivén de recuerdos de mis últimos años en Hogwarts.
Fred, Remus, Dora, Lavander, Crabbe, Ojoloco, Sirius, Snape, Dumbledore.
Tanta vidas se han perdido en la causa, y me siento egoísta al no haber dado la mía.

Estoy tan metida en mi propio debate interno que no siento cuando el asiento al lado de Andrómeda y los dos que siguen al mío son ocupados. Ni siquiera noto cuando la embriagadora colonia que tanto reconozco llena el aire que respiro. Todo parece irreal e irrelevante hasta el momento en que su mano se entrelaza con la mía.

Levanto la mirada y me encuentro con un par de ojos, grises, audaces, tristes, del color de una tempestad cuando es iluminada por un rayo, o a veces comparada con el color de la plata líquida me miran con fascinación.

El cansancio es igualmente notorio en sus facciones, pero el alivio lo llena cuando aprieto sus dedos y descanso mi cabeza en su hombro, dejándome llevar por su cercanía, le he extrañado a montones.

Un sollozo es audible desde mi posición, giro mi cabeza y miro al lado: ahora es mamá quien tiene a Ted en sus brazos, mientras Andrómeda y Narcisa se funden en un abrazo. Se que desde el momento en que Dromeda se casó con el padre de Tonks ellas no se hablaban, han pasado más de veinte años. Miro a Draco y el sonríe mirando en la misma dirección que yo. Me pilla mirándolo, baja su cabeza y deposita un pequeño beso en mis labios. Me sonrojo cuando noto que su padre, sentado al lado de Draco nos mira.

Luego de la ceremonia, nos dirigimos al funeral de Dora, con los Malfoy incluidos, mamá habla con el padre de Malfoy, mientras esperamos que empiece el funeral, le dice que hay muchas probabilidades de que los dejen absueltos, porque no participaron directamente en la guerra y porque se rindieron antes de la caída de Voldemort. Yo estoy mirando con una sonrisa en mi rostro, ya que Draco juega con Teddy. Mi mente juega con esa imagen, proyectándonos en algún momento a años posteriores, me gustaría proyectarme con el al nivel de tener una familia, pero sólo tengo 18, aun me queda una vida por vivir.

(...)

Los funerales terminan, hablo un poco rememorando los recuerdos celebres que tengo con Remus y los pocos que viví con Tonks, la voz se me rompe cuando digo que no es lo mismo sin ellos pero rápidamente recobro la compostura al cruzar mi mirada con él.

Al terminar, nos vamos a mi casa, mamá ha invitado a los Malfoy a tomar el té y ellos han aceptados, al parecer ahora Andromeda y Teddy viven en mi casa.
Pero nada es perfecto.

Luego de comer, subimos a mi cuarto conversando animadamente sobre los adorable que es Teddy cuando cambia de rasgos físico y de un momento a otro él me está preguntando cuando volveré a Inglaterra.
Terminamos en gritos.
En lágrimas.
En llantos.

Él decía que me entendía y que iba a darme mi espacio, mas ahora me parece tacaño y prepotente, porque sólo está pensando en él, en su comodidad, yo estoy pensando por ambos, porque a pesar de querer tener mi espacio lo vengo a ver, está en mi casa, está conmigo. Pero no le parece lo suficiente.

Bajo las escaleras sin despedirme de nadie, él no me sigue, no esperaba que lo haga.

Voy cruzando el patio delantero cuando mamá me grita que no me vaya, pero ahora es muy tarde, y yo ya estoy lejos, muy lejos.

Can't Hold us (DM-3T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora