Nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos.
—Anónimo
No quería entrar y podía parecer algo paranoico de mi parte, pero sabía que no era así, mis pocas ganas de ingresar a la universidad eran justificadas por mucho.
Armándome con el valor que no poseía ingresé al estacionamiento con la música a tope ignorando las miradas que recibía, con velocidad me acerqué a la puerta de la entrada y el basto pasillo repleto de universitarios me recibió logrando que un escalofrío me recorriera.
Naila tomó mi antebrazo y me acercó a su cuerpo en un intento de envolverme con su oscuridad y que pasara desapercibida, pero esta vez las miradas no eran por lo que era, sino por quién vino a buscarme ayer y hasta me abrió la puerta de su auto.
Esto era una completa mierda.
Quité mis auriculares en cuanto llegamos al salón y Naila se sentó junto a mi esta vez eligiendo los asientos que estaban hasta el fondo.
—¿Ya no somos amigas? —cuestionó luego de unos segundos en los que estuvimos en silencio.
Yo abrí el bolsillo más pequeño de mi mochila y saqué un collar con un diamante de corazón como dije.
—Voltéate —le pedí y así ella lo hizo recogiendo su pelo verde dejándome su cuello libre.
Coloqué el collar y antes de que volviera a su posición inicial dejé un beso en su cuello que la hizo estremecer.
—Si eres mi amiga, la única que tengo y si no te digo ciertas cosas que pasan en mi vida es solo porque no sé como abordarlas, no es fácil para mi decir que estoy trabajando como la secretaria del rey y que me puso en peligro ayer por sacarme de la ciudad siendo una luz —sus cejas se levantaron con preocupación mientras tocaba el collar.
—Es muy bonito, gracias, Eli —sonrió suavemente y sus mejillas se tiñeron de rojo.
Decirle mentiras a Naila no era algo que me gustara, pero debía hacerlo, porque lo de ayer se podría malinterpretar de muchas formas y no quería lastimarla. Además, el rey tenía una fama no muy buena según bocas femeninas y si estaba pasando algo entre él y yo lo más probable es que solo fuese algo pasajero y nadie tenía por qué saberlo.
—No te pasó nada grave ¿verdad? —yo negué y ella se inclinó para abrazarme y besar mi mejilla —te quiero mucho —susurró.
Su cuerpo se separó del mío en cuanto el maestro entró y la clase comenzó.
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—¿Tú eres Elin? —asentí en dirección a la mujer pelirroja que me había interceptado a la entrada de la cafetería —¿puedes esperarme unos minutos después de la salida? Solo necesito decirte algo rápido.
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Kingdom of Shadows
General FictionUn rey jodidamente ardiente, sádico, descarado por mucho y con un ego tan elevado como las nubes. Cruel como un diablo y hermoso como un ángel. ◅▻◅▻◅▻◅▻◅▻ La mejor forma de liberarse de la oscuridad es caer en ella. Ese ha sido...