Un rey jodidamente ardiente, sádico, descarado por mucho y con un ego tan elevado como las nubes.
Cruel como un diablo y hermoso como un ángel.
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La mejor forma de liberarse de la oscuridad es caer en ella.
Ese ha sido...
Maldita canción la que me he cargado en este capítulo. Estoy orgullosa de haber encontrado esta joyita.
Bienaventurada el alma que conociendo tu infierno decide quedarse a arder contigo... de ella será el reino que crees.
—MAU2301
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—Lo siento —susurré sobre su pecho —es solo que no puedo controlarlo, me han hecho demasiado daño y no quiero permitir que siga sucediendo, solo no me pude controlar, perdón por ponerte en semejante situación.
Haytan acarició con suavidad mi cabello y dejó un beso sobre mi cabeza inclinándose un poco.
—Yo por ti haría lo que sea —admitió —y si eso te hizo sentir mejor no tiene por qué molestarme —abracé con fuerza su cuerpo sintiéndome tan bien de tenerlo cerca.
—No me gusta ser tan mala —admití —pero cada vez que recuerdo como ellos me hicieron daño sin importarle mis sentimientos, simplemente no puedo acordarme de los de ellos —suspiré profundo cerrando los ojos en el camino.
—Y lo entiendo, preciosa, no tienes que explicarlo —yo sonreí ante el apodo.
—Si supieras como me mueves el piso cada vez que me dices preciosa.
—Si lo sé, recuerdo como me miraste la primera vez que lo hice —mis mejillas enrojecieron.
—Buenas noches, cariño —susurré sobre su pecho.
—Buenas noches, preciosa.
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—Necesito que hagas algo por mi —pidió Haytan cuando ingresé en la cocina —y no sé si te vaya a agradar.
—¿Qué es? —pregunté intrigada en tanto me sentaba en la isla de la cocina.
—Necesito que vayas al reino de las sombras —comenzó, y mi cuerpo tembló ante esas palabras —con el dragón.
—¿Y... y a que debería ir? —Haytan observó a la loba que se echó debajo de mis pies.
—Necesito acabar con ellos de una vez por todas, últimamente han estado atacando las torres de las ciudades intentando acabar con los aros de fuego, si llegaran a hacerlo...
—Pasaría como cuando yo tuve diez años y muchas familias quedarían destruidas ¿cuál es tu plan? —su cuerpo se tensó cuando cité el recuerdo.
—Destruir el lugar al que vuelven cada vez que nos atacan, no puedo movilizar a todos los oscuros a través del mar que atravesaste si ni siquiera barcos o aviones tenemos, se volvieron obsoletos —explicó parándose frente a mi —por lo que si destruyes su reino se reagruparan en un lugar más cerca de nosotros para atacarnos.
—¿Y ahí movilizarás a los soldados? —él negó —¿entonces?
—Les abriré las puertas de esta ciudad una vez todas las tropas se hayan agrupado aquí.
