Cada palabra tiene consecuencias y cada silencio también.
—Desconocido.
Tanto él como yo estábamos sorprendidos de las llamas que se desprendían de mis manos y que se encontraban quemando parte de la piel de su cuello. Con ojos llorosos subí mi pierna encestándole un golpe en su abdomen, sus manos tomaron las mías e hizo fuerza retirándolas de su cuello.
Él soltó un aullido de dolor al sentir como sus manos se quemaban y sin saber que más hacer me empujó para luego salir corriendo, huyendo lejos de mí.
—¡No me vas a volver a tocar un puto cabello! —grité incorporándome para ver como se alejaba en la distancia.
Observé mis manos entre sorprendida y asustada al ver como las llamas se propagaban de mis manos a mis antebrazos con velocidad consumiendo las mangas de mi suéter. Mis pies se movieron por si solos hacia el río que sabía estaba cerca.
Mis pisadas eran contundentes en tanto intercalaba la mirada entre mis manos y el camino. Las lágrimas que no sabía por qué era escapaban de mis ojos sin contemplaciones nublando el camino que reconocía a la perfección.
Al llegar al río me arrodillé en la orilla y metí mis manos en él acabando con las llamas de mis manos que soltaron humo al ser extinguidas. Sorbiendo mi nariz las saqué del agua y las analicé con cuidado dándome cuenta de que estaban perfectas y la única evidencia de las llamas en mis manos eran las mangas calcinadas de lo que antes era un suéter gris.
Mis manos tomaron agua de la corriente llevándola a mi cuello para limpiar la sangre que había salido a borbotones de la herida que, aunque ya no se veía, aun dolía, podía sentir los estragos que aún causaba la cortada que me había destrozado las cuerdas vocales con todo el resto de las estructuras.
Me senté en la orilla del río soltando lágrimas tras lágrimas desahogándome de cosas que había intentado olvidar o de otras que creí superadas, en ese momento me sentía miserable con las ganas de seguir al mínimo, yo no quería seguir viviendo si la vida solo se trataría de sobrevivir, porque eso era lo que estaba haciendo, sobreviviendo día a día y viviendo solo instantes.
Con lentitud me levanté de mi lugar al ver como comenzaba a caer la noche. De la misma forma salí hasta la calle las cuales recorrí despacio observando a las personas verme curiosamente. Al recordar que iba llena de sangre me metí en un callejón y esperé en una esquina a que alguien pasara.
—Hey —llamé al chico que pasaba junto al callejón con la capucha de su sudadera levantada.
Él volteó de inmediato para luego detener sus pasos.
—Necesito tu ayuda —susurré sintiendo dolor al hablar.
—Oh, eres tú —el reconocimiento brilló en sus ojos mientras bajaba la capucha de su sudadera – te he visto en la televisión últimamente.
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Kingdom of Shadows
General FictionUn rey jodidamente ardiente, sádico, descarado por mucho y con un ego tan elevado como las nubes. Cruel como un diablo y hermoso como un ángel. ◅▻◅▻◅▻◅▻◅▻ La mejor forma de liberarse de la oscuridad es caer en ella. Ese ha sido...