Sigo muy lejos de lo que quiero ser...
—Vincent van Gogh
La mañana había pasado más rápido de lo que me esperaba y ya me encontraba con el trasero plantado en el incomodo asiento de la cafetería. No tenía ni la más pizca de hambre, pero acompañar a Naila era necesario. Ella se sentó junto a mi con un par de pastelillos y jugo de frutas.
—Te noto nerviosa —y no era mentira, lo estaba.
De solo pensar que estaría en un lugar repleto de guardias me ponía los pelos de puntas, o de solo pensar que podría encontrarme con él me hacía replantear toda esta situación. En la universidad era muy fácil para mi evitarlo, pero en un lugar donde estaríamos solo a metros de distancia no lo creía posible.
—Diablos, Dorian, tuviste un fin de semana salvaje —soltó Naila cuando el moreno se detuvo frente a nuestra mesa.
Y era cierto, al Dorian no tener la piel tan oscura un par de chupones se le marcaban perfectamente en el cuello. Mis mejillas se sonrojaron considerablemente al percatarme de aquel hecho.
—Si, tu amiga es algo salvaje —comentó mientras se colocaba junto a mi y dejaba un beso sobre mis labios —buen día, Lucecita —sonreí considerablemente avergonzada por la situación.
—Espera ¿Qué? —miré a Naila mientras Dorian se sentaba junto a mi —¿ustedes...? —contesté antes de que hiciera la pregunta.
—Salimos en una cita —le aclaré.
La mirada indignada de ella no pasó desapercibida para mí, pero en ese momento la de ella era la que menos me preocupaba, pues muchos de los estudiantes a nuestro alrededor tenían su mirada curiosa puesta en nosotros.
—Oh por Dios —la escuché susurrar.
—Li, me encantaría quedarme, pero tengo que ir con mi hermana —dio un par de besos más sobre mis labios que me aceleraron el corazón a mil —adiós, Naila —luego se levantó y se fue a la mesa en la que solía estar.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó indignada.
—¿Para que me lanzaras tus malas vibras? —ella bufó —a fin de cuentas, no tenías razón, alguien como Dorian si puede soportar mi luz, lo dejó bien claro el sábado —dije antes de sacar mi teléfono y dedicarme a descargar app tras app.
—Lo siento, no pensé que... —ella movió levemente su cabeza —espero que te hayas divertido enserio —le sonreí suavemente —y me alegra que estés logrando todo lo que quieres —sonrió de forma sincera antes de dejar un beso sobre mi mejilla y seguir con su desayuno algo más decaída que en un principio.
Cuando las clases acabaron corrí fuera de las instalaciones hacia la parada de autobús, era gratis, pues tenia como dirección la fortaleza y las personas que lo utilizaban eran soldados o empleados. Yo era una empleada y no lo pensé dos veces para subirme en el cuando llegué a la parada.
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Kingdom of Shadows
General FictionUn rey jodidamente ardiente, sádico, descarado por mucho y con un ego tan elevado como las nubes. Cruel como un diablo y hermoso como un ángel. ◅▻◅▻◅▻◅▻◅▻ La mejor forma de liberarse de la oscuridad es caer en ella. Ese ha sido...