Black Onyx [1]

CAPÍTULO 9, PARTE 2

──•─── ☽○☾ ────•──

INFIERNO ACABADO

─•─── ☽○☾ ────•──

Días después..

DIANA AYLEEN

Sabes que fue peor que cuidar a los niños una semana entera, hablo de todo lo que conllevaba eso, como soportar las miradas perturbadoras de Zept, las miraditas de burla de Amina mientras cambiaba los pañales de los recién nacidos.

Eew.

Lo peor fue hacer todo eso con mi menstruación, sentir punzadas constantes en el útero mientras cuidaba a esos 1% de 99% de efectividad en los preservativos fue un infierno. Pero hoy es mi último día, de menstruar y de cuidar a esos animales.

Meneaba con impaciencia mis piernas, esperando la campana para la salida de la guardería.

Vamos, vamos.

—Diana, tienes que salir del baño—Amina golpea la puerta.

—Sí, si, ya salgo —respondí.

Solo estaba sentada en la tapa del inodoro, esperando que tocarán la campana, con la misma escusa de todos los días cuando quedaban los últimos 20 minutos de guardaría, decía que me dolía mucho el útero y Amina me comprendia, cuando en realidad me encerraba en el baño a comer mi chocolate.

Era bajo, lo sé.

—Tres... Dos... Uno— la campana sonó y nunca fui tan feliz —¡Si!

Abrí la puerta del baño, Amina estaba frente a ella, con cara de amargada. Tome sus hombros y la sacudí para que se una a mi celebración. Tome sus manos, y dimos dos vueltas, como si bailaramos

—¡Se terminó, se terminó!—Canturreo con alegría.

Amina quita mis brazos de ella — No hagas un escándalo—Advierte.

Me quite el mandil de ositos con ayuda de Amina y lo tiro al piso bruscamente, los niños me miraban con curiosidad.

—Nos vemos en el infierno, perras—Le dije, ellos me miraron asustados y unos con los ojos llorosos. —Lloren, ya no es...

Amina me toma del brazo, y me saca arrastra del salón.

—Tan delicada como una flor, Diana —Solté una carcajada.

Salimos de la guardería, sentía los pájaros cantar, el sol más brillante y cálido y la vida más prometedora después de salir de ese infierno.

—¡Soy libre! —Grite, salte y chille euforica mientras nos acercábamos al auto—Libre, señores.

—Sube al auto —Ordena Amina con fastidio, pero algo más, preocupación.

Sin dejar mi sonrisa de oreja a oreja, le respondí con uno "okey ". Me siento de copiloto, y Amina no espera ni un segundo para sacarme de ahí.

Ella estaba seria, que rara vez pasó cuando nos íbamos de la guardería, usualmente se burlaba de mi torpeza con los pañales. Algo está pasando, en el castillo todo está más tenso de lo normal, Jessica siempre está en su oficina y cuando sale tiene juntas con hombres de traje por horas, han aumentado notablemente la seguridad en el castillo. 

No creo que se sientan amenazados solo por Alexa.  Y Liayh ya no va en la noche a mi habitación. Eso no me gusta, nuestra fuerza se debilitaba si no teníamos un encuentro de sangre, y no quería que nada le pasará nada malo a ninguna.