Black Onyx [1]

CAPÍTULO 29, PARTE 2

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LA PEOR HERMANA

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CARLOS FAVRE

Abrí el álbum, y en la primera página. Un Carlos de 8 años con las rodillas peladas y una paleta derretida en su mano, lloraba mientras Amina sanaba con alcohol las heridas de una primera transformación.

Siempre que me lastimaba, ella me consolaba con todo el helado que yo quisiera, decía que lo mejor para calmar el dolor es algo frio. Y ese día no fue la excepción:

-No entiendo porque fue tan duro-sorbí mi nariz, solté un alarido cuando el algodón tocó mi herida.

Amina ríe divertida.

-Eres un omega, pocas veces podrás transformarte. Así que no llores tanto, niño.

Levante la mirada al escuchar los gritos de mamá y papá desde mi habitación. Miré mi paleta, un poco desanimado, lamí el poco hielo que quedaba. Ya era la quinta pelea del día.

-¿Por qué mis padres no estuvieron en mi transformación? Mi padre curó las heridas de Jessica en la suya.

Ella levanta sus ojos verdes, y lleva a su mano al pecho, mostrandose ofendida.

-Insinúas que no me quieres aquí. Tan pequeño, y rompiendo corazones.

Cubre mi pie con el vendaje, esta vez con más delicadeza.

-Me gusta que estés aquí, conmigo-Confese un poco avergonzado.

La puerta se abre, y Jessica entra con una cámara entre las manos. Esboza una sonrisa burlesca, al verme.

-A ver, llorón, quiero retratar que eres un bebé. -La luz de la cámara lastimó mis ojos que tuve que llorar para que no doliera tanto, y su molesta risa me hizo hacer un puchero.

-Basta, Jessica, tu hermano fue muy valiente. No cualquier omega se transforma a temprana edad.

-Yo no lloré- Presumió. - por eso papá dice que eres un marica.

Me estremecí al escuchar esa palabra mundana. Amina se levantó, y se puso frente a Jessica. Mi hermana como siempre, no demostrar una pizca de miedo ante la vampira. Le quita el aparato de las manos.

-¿Por qué no vas a ver a Celeste, Jess? -Jessica enrojeció de inmediato, y después de fulminarme con la mirada, sale corriendo de la habitación.

Amina da media vuelta en sus talones. Alzó dos dedos y los puso en su frente, para luego hacer una reverencia corta, llamaba a esa seña: quitarse el sombrero imaginario para recibir alabanzas. A Jessica le molesta mucho que haga eso, porque piensa que se mofa de la alfa suprema.

Amina fue el pilar fundamental en mi vida: fue mi madre, mi padre y mi hermana. Jamás me sentí despreciado, se lo debo a ella. Ahora solo recibo sus miradas frías que parecen no terminar. No quiero un abrazo de su parte, quiero un golpe que me haga reaccionar que yo no merezco esto.

Las salidas nocturnas, la falta de atención, días enteros sin recibir una llamada de Vicente. "Estoy trabajando" era la excusa de siempre.

Y hoy, en la noche, ni siquiera se molestó en decirme a donde iba. Lo prefiero así, lo deja a mi imaginación, y pienso que solo hace su trabajo de beta.