Black Onyx [1]

TERCERA LUNA

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NOSOTRAS

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DIANA AYLEEN

Veía la espuma acariciar mis pechos y estómago. De algo no me podía quejar de mi estadía en el castillo, y es... Las duchas, este podría ser mi momento favorito del día. Un baño victoriano, con tina y regadera. Con jabones y perfumes, espuma.

Dios, es el paraíso.

Me encontraba en la tina, con una copa de champaña rosada y la espuma hasta el cuello. Alexa estaba un poco pasada de copas sentada en la tapa del inodoro. Ella había irrumpido en mi baño hace media hora, ya se encontraba delirando con alcohol y marihuana.

—Entonces me encontré con un amigo francés, porque yo no tengo mucha habilidad para hablar francés, pero lo entiendo...ya sabes—Explica. Es cierto, yo le hablaba en inglés, y nunca en mi lenguaje nativo. — Entonces, resulta... Que, qué...

Suelta una carcajada, y me hace reír a mí también.

—Entonces, entonces... —Niego con la cabeza, divertida por esta chica —El hijo de puta apenas vio a Atlas, corrió... Literalmente podía ver la linea de pipí en la acera.

—Ay, no inventes —Sonríe incrédula.

—No, no. Madre mía, no le digas a nadie, pero a Atlas le cuesta pronunciar las erres cuando habla en inglés... JA —Suelta otra carcajada, sirviéndose más vodka en su copa —Y yo no podía mantener una conversación seria e intimidante —Puso voz grave—sin que me dieran grandes arcadas de risa.

Hace una mueca al sentir el líquido correr por su garganta.

—Y yo, soy tolerante, te lo juro — Declinó con cierta gracia —Pero, amigo tienes más de cien años, mínimo toma un curso de inglés.

—Que cruel eres —La regaño.

Ella para las risas y me mira seriamente. Se lleva el porro a la boca y exhaló el humo cerca de la ventana del baño. Y luego me apunta con su dedo, acusadoramente.

—No le debes nada, no tienes porque tenerle lastima a cada ser que se cruce enfrente y menos cuando se trata de genocida híbrido— Exclamó secamente.

Asiento.

—Hablemos de otra cosa—Cambia radicalmente, y con una sonrisa juguetona —¿Cómo vas con esa rubia?

Bufé.

—No sucede nada, ya te dije... No me gustan las mujeres — Aclare.

Alexa agrandó los ojos, y estalló en  gritos. Tanto fue su escándalo que se cayó de espadas al piso, dejando el  inodoro atras e  hizo un intento de levantarse afirmándose del papel higiénico.

Era mi turno de burlarme de ella. No se levanta. Mierda, pudo golpearse la cabeza. Alcancé mi bata de baño, y salí de la tina a una velocidad irreal, colocándome la bata con un nudo improvisado. Alexa y yo hicimos contacto visual, y siguió riendo.

—Idiota—Espeto. Le extendí mi mano, se levantó tomando bocadas de aire para recuperarse—¿Vas a dormir conmigo?, ¡Pijamada!

Niega con la cabeza. Salimos del baño, y yo siguiéndola en busca de una respuesta.

—Pretendamos ser unas mejores amigas normales, aunque sea una noche—Rogué.

—Quiero ganarme la confianza de Jessica, y no puedo si piensa que me gustas —Aclara— para estar más cerca de ti, y cuidarte.