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SOLO DOS CORAZONES
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DIANA AYLEENQuebré el huevo, y seguí batiendo al ritmo de la música. Eran las 10 am y era la única despierta. La cocina del hotel tiene de todas las comodidades que tengo en castillo para hacer pasteles. Decidí hacer hotcakes, los favoritos de Amina, pero eso no tiene nada que ver.
Di una vuelta, tarareando la canción. El sol estaba brillante, sus rayos iluminaban toda la cocina. Es un fantástico día para hacer lo que más amo, cocinar.
Al terminar mi vuelta, di un pequeño salto al verla sentada al otro lado de la mesa. Tiene su auténtica sonrisa, baja sus ojos recorriéndome el cuerpo entero con esa verdosa mirada. Pasé saliva, nerviosa.
—¿Qué necesitas?—Pregunté.
Repasó las cosas en la isla, mi cara con un poco de harina en las mejillas y sonrió con esa burla tan juguetona.
—Tengo hambre, rulitos.—Torció su sonrisa— ¿Qué me preparaste?
Bufe, y agache la cabeza, para que no notara mi sonrojo. Volví a bufar.
—Yo no te prepare nada, es para todos. — No estaba frente a mí. —¿Amina?
Sentí sus manos pasar por detrás, rodeando la zona de mis costillas. Recargó su cabeza en el hueco de mi cuello, con tranquilidad. Temblé ante el contacto de su piel, y casi como una adolescente hormonal, solte un suspiro.
—Amina, nos van a ver—Le susurré, mirando hacia el pasillo de las habitaciones.
—Te estoy ayudando a cocinar.
Seguí batiendo la crema, tratando de distraerme de sus manos. Su respiración tibia era relajada, que parecía dormida. Sus manos bajaron con lentitud, con las yemas de sus dedos, acariciaba mi vientre, haciendo pequeños circulitos. Apreté el recipiente, para que no se cayera de mis manos temblorosas.
¿Cuándo perdí el control del juego? Quiero la maldita respuesta, ahora.
Me sacudió un poco con su cuerpo, logrando que deje de cocinar. Al oír mi gruñido, ella ríe contra mi piel. Solté una sonrisa torpe. Bajó sus manos a mis muslos, levantando mi vestido un poco. Recargue mi cabeza en su pecho, cerrandos mis ojos.
Impulsivamente puse mis manos sobre las suyas, metiendome entre sus dedos para subirlas mas arriba, tocando mis caderas.
—Mi Diana —Murmura.
Sentí sus manos tomar mis caderas, para luego subirme a la isla. Gemí por la sorpresa, sus manos aun estaban debajo de mi vestido, tocando mis muslos.
Primero dejó un pequeño beso en mis hombros descubiertos. Para que cada corto beso formara un camino hasta mi cuello. Lo único que expresaban es cariño, sus manos nunca fueron más allá.
No había segundas intenciones en sus caricias, algo que yo no estaba acostumbrada.
Llegó a mi oreja. Arqueé mi espalda, ocultando mis gemidos del resto. Es delicada conmigo en cada uno de sus movimientos, esta sensación era más allá que el simple sexo. Se que ella esperaba mi consentimiento para besarme, lo sentía en su respiración entre cortada, en como rozaba su nariz con la mía, pidiéndo mi permiso. Quería sus labios sobre mí, pero tengo miedo de hacerme adicta.
Lo que sea que tengamos, o lo mucho que sintamos no cambiara mi rol en la manada, no cambiara lo que tengo con Jessica y Liayh. Amina pagara las consecuencias si esto se llega a saber. La pueden desterrar por traición, la podía perder para siempre. No me atrevería a hacerle eso.
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Black Onyx [1]
Teen FictionLa piedra de onyx negro te brinda protección de todos los males, quien la posea debe ser una alma pura e inocente. como Diana Ayleen, una chica que aspira a ser la mejor versión de ella y que lucha constantemente con esos pensamientos endemoniados ¿...