Fared
Veo como Irina camina en círculos estando nerviosa y yo me mantengo sentado en la cama de los aposentos.
—Deberías irte, ya es tarde —le aclaro—. No puedes estar en la habitación de un hombre a estas horas.
Se detiene y me mira.
—¡¿Te das cuenta de todo lo que acaba de pasar?! —me grita.
—Sí, pero no es mi problema.
—El Reino del Cielo está a salvo por ahora, Alisther se fue con Serenity y lo más importante ¡Jacky está desaparecida otra vez!
—Sigue sin interesarme —digo sin ni un vilo de preocupación.
—¡A mí sí, ponte en mi lugar!
—¿Qué quieres que te diga, Irina? No soy empático.
—¡Agh! —Se sienta a mi lado enfurecida.
—Ya deberías irte —le aclaro.
—¿Por qué? ¿Temes atacarme? —se burla, volviendo a tener esa hermosa sonrisa que me convierte en un loco.
—Irina, no digas bobadas. —Giro mi vista a un costado, sintiendo el ardor en mis mejillas.
Hace calor.
—Fared... —me llama, pero me estremezco cuando me agarra del brazo—. Te quiero.
Vuelvo a mirarla y tiene las mejillas rojas, así que de forma instintiva me muerdo el labio inferior.
—No hagas eso.
—¿Hacer qué? —dice confundida.
Me inclino hacia Irina y casi que estoy sobre ella.
—Ser tan bonita.
El impulso me ataca, entonces la beso, ella no tarda en corresponderme.
¡Quita tus manos de ahí, depravado!
Me aparto y sin pensarlo mucho me levanto rápido de la cama.
—¿Qué? ¿Qué pasó? —pregunta ella avergonzada, mientras se acomoda la ropa.
—Estoy caliente, no es nada. —Muevo mi mano seguidas veces para que vuelva a la normalidad, ya que se convirtió en garra.
—¿Te encuentras bien? —Se levanta de la cama.
—¿No te dije que es tarde? —expreso sin mirarla y me pongo nervioso.
—Es que no me quiero apartar de ti, está pasando otra vez, Morket tiene a Rebecca, es probable que también a Jacky, así que es obvio que vendrá por mí, me llevará de nuevo, así que si pasa, al menos quiero estar contigo.
Me giro a mirarla.
—No va a pasar —digo directo.
—Creo que te equivocas. —Se oye la voz de un tercero.
Nos damos la vuelta, entonces vemos a Logan en la ventana.
—¡Tú! —Frunzo el ceño—. ¡¿Qué haces aquí?!
—Vengo a salvar mi pellejo, ya saben, Morket ya no me quiere, así que necesito un pase libre para volver ¡Oh, miren, encontré uno!
No lo veo venir, porque a gran velocidad, toma el brazo de Irina y cruzan la ventana, corro hasta allí.
—¡¡Irina!! —grito revisando en qué dirección se la llevó.
El viento me da en la cara con rapidez, pero salto de todas formas, convierto mis manos en garras y camino por la enorme plataforma para buscarlos.
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Belleza de las Tinieblas #4
FantasíaYa no hay respuestas, solo un dios de las tinieblas, dispuesto a todo. Recuerda respirar, porque puede ser la última vez que lo hagas. *Por Viviana Valeria V. Saga Bellezas, libro #4