Askar
Dejo a solas a Jacky un momento y salgo del cuarto del curandero. Camino por los pasillos, entonces un hombre alto, con barba y con cara de asesino se me acerca. Lleva ropa del Reino de los Desiertos, así que calculo que es un asunto político.
—Su alteza. —Hace una reverencia—. Es mi deber informarle de algo atroz, un asunto de suma urgencia que podría interesarle.
—¿Y usted es? —Enarco una ceja.
—Oh, mis disculpas, soy Andur, líder del Comite del Reino de los Desiertos.
Calculo que es algo como los consejeros aquí. Aunque no tienen un líder como ellos. Sin contar que he escuchado el nombre de este tipo, en muy malas conversaciones, así que no es de fiar.
—¿Tiene que ver con los tratados? Eso debe hablarlo directamente con mi hermano, yo solo soy un príncipe y el menor, así que no tengo tanta autoridad.
—Oh, tranquilo, no tiene que ver con eso, cuando el Reino de los Desiertos formuló su rendición se aclararon todos los puntos y cuando pedimos asilo por el ataque demoníaco se reafirmaron, así que no es problema, yo quiero hablarle de algo más personal.
—¿De qué se trata? —Frunzo el ceño.
—Su esposa.
Mi corazón se acelera y abro en grande los ojos por la sorpresa.
—¿Qué pasa con Rebecca? ¿Está bien?
—Uh, no lo sé, pero me llegó de buena fuente, que su majestad el Rey Fared y la Belleza del Cielo lograron escapar, pero que a ella la dejaron atrás.
La ilusión se me esfuma.
—Imposible, Irina no haría eso.
—Con la mala influencia de Fared, no debió tener opción.
—Necesito aclarar esto. —Comienzo a caminar y él me sigue.
—Su alteza, lo acompañaré, ya informé a unos guardias, por si quería buscarlos, veo que acerté.
—No es necesario —digo serio.
—Insisto.
Bufo.
—Bueno, pero...
—Su alteza —me interrumpen—. Yo me encargo.
Me giro a ver quien es y sonrío.
—Endek ¿Dónde te habías metido? —expreso alegre—. Ojalá Kael se encontrara aquí, me estoy rodeando de toda su gente, menos de la mía. —Me río y me le acerco, entonces le doy un golpecito en el hombro—. ¿Me haces un favor? Cuida a Jacky, la habitación en la que se halla está al final del pasillo.
Lo saludo y me retiro esquivando a Andur, dirigiéndome a hablar con Fared e Irina.
ESTÁS LEYENDO
Belleza de las Tinieblas #4
FantastikYa no hay respuestas, solo un dios de las tinieblas, dispuesto a todo. Recuerda respirar, porque puede ser la última vez que lo hagas. *Por Viviana Valeria V. Saga Bellezas, libro #4