Capítulo 8

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Daniel

La sorpresa fueron esos ojos. Unos ojos preciosos. Los mas bonitos que he visto en mi jodida vida. Aunque sentí como si ya los hubiera visto antes.

Y su sonrisa. Quiero ver esa sonrisa siempre.

Salgo de mi asombro cuando veo como suelta una risita. Y voltea a ver la que supongo es su amiga. Porque sus rasgos no se parecen.

— ¡Y sí que lo es!. — Contesta Dustin. — Mae, que gusto verte también. — Se gira un poco a su izquierda para decirle a la otra mujer presente.

— Lo mismo digo Doc. — Contesta sonriente.

— Miren chicas, ella es Adalia, mi esposa. — Menciona Dustin presentando a mí hermana. — El es mi cuñado, Daniel. — Dice señalándome ligeramente con la mano.

— ¿Adalia? No puede ser ¡lo lograste!. — Contesta ojos bonitos.Dustin sonríe orgulloso. Se gira a nosotros.

— Familia ellas son unas viejas amigas.— Dice mientras se hace a un lado. — Stella y Mae. — Señala a cada una respectivamente. Mientras ambas sonríen y levantan al mismo tiempo las manos para estrecharlas con mi hermana y conmigo.

— El viejo aquí eres tu.— Contesta Stella. Y después empieza a reír junto con mi hermana y su amiga.

— Bueno mínimo yo no soy el que anda con mayores. — Contesta Dustin riendo. Stella parece tensarse mientras a ella ya su amiga se les quita la sonrisa de la cara.

Dustin parece darse cuenta y la mira con curiosidad.

Stella carraspea antes de hablar.

— Huiste de Boston y no te enteraste de las noticias eh.— Contesta entre broma. En ese momento volteo a ver a mi hermana y ella también parece confundida.

Decido que es momento de intervenir. Quiero la atención en mí. Su atención.

— Stella, Mae, mucho gusto. ¿Por qué no toman asiento con nosotros?. — Pregunto levantándome y sacando la silla a lado de la mía mientras un mesero llega con otra silla.

Stella me sonríe y se sienta en la silla a mi lado mientras murmura un gracias.

Sonríeme toda la vida.

Su amiga también toma asiento y la platica continua.

— ¿Las noticias de que se casaron y no me invitaron?.— Responde Dustin tratando de lucir molesto. — Por cierto, debieron estar en mi boda. Las dos. — Las voltea a ver mientras las dos tienen una sonrisa tensa.

En eso el celular de Mae empieza a sonar mientras lo sostiene con ambas manos, se fija en quién es y voltea a ver con pena a Stella.

¿Qué mierda esta pasando?

Stella le sonríe tratando de darle a entender algo. Su amiga parece dudar pero se levanta disculpándose para contestar la llamada.

— Lo que no te enteraste es que el idiota de tu amigo me engaño, con una profesora mientras traía el anillo con el que me iba a pedir matrimonio en el saco. — Contesta Stella, mientras toma mi menú con tanta confianza que parece natural. Pero puedo notar que busca algo con que evitar la mirada de todos nosotros. — Por cierto si hubo boda, pero era con alguien mayor que él. Tal vez deberías enviarle tus quejas. — Continua mientras llega corriendo su amiga. 

— Stella, me hablaron del programa y tengo que ir con urgencia, no sé que desastre hicieron y tengo que estar ahí. — Le dice apenada. — Lo siento pero tengo que irme. — Se disculpa con todos. Su celular parece recibir muchos mensajes y ella cada vez luce más frustrada. — Luego repetimos el plan y ahora si desayunamos todos juntos. Adiós.  — Se despide mientras da media vuelta y comienza a caminar rápido.

Mi hermana voltea a ver a Stella como si fuera su hermana mayor y la tratara de consolar. Hasta parece haber ternura en su mirada. 

— ¿Hace cuánto fue eso?.— Le pregunta. Stella parece incomoda. Supongo que lo esta. Volteo a ver a mi hermana, mientras entrecierro mis ojos.

— Fue hace 5 años, la verdad ya no duele ni nada pero no es mi tema favorito. — Cuando se acerca el mesero solo pide un jugo de naranja. El mesero insiste en que sí desea ordenar algo más tratando de entablar conversación con ella. Cosa que no funciona cuando ella contesta un serio pero educado no gracias, le regala una mini sonrisa y centra su atención en nosotros.

Patético.

Él se lo pierde. — Contesta Dustin mientras todos asentimos y ella parece perdida en sus pensamientos. Pero termina asintiendo.

Sacude ligeramente la cabeza y parece ser otra porque ahora sí sonríe sincera.

— Es una pérdida de tiempo hablar de algo tan insignificante como el, mejor cuéntame como es que lograste que Adalia te diera el sí. — Dice sonriendo, mientras dirige la atención de la platica a algo mas. — Sinceramente cuando nos contaste que ibas a proponerle matrimonio jamas creí que aceptara. Eres muy enfadoso. — Dice tomando un sorbo del jugo que le acaban de traer.

Después de que mi hermana le contara su historia de amor, decide que es momento de preguntarles cómo se conocieron. Estoy ansioso por saber.

Dustin se remueve incomodo mientras yo entrecierro mis ojos con sospecha hacia él. Stella parece querer reírse.

— En una fiesta, de hecho en mi cumpleaños numero veinte. Él estaba algo triste en la terraza del local al que fuimos mis amigas y yo. Salí enfadada de la fiesta y por accidente lo golpe con la puerta. — Contesta recordando y sonriendo. Dustin esta un poco sonrojado. — Cuando me disculpe pude notar que no encajaba con el lugar porque estaba en traje y la fiesta no era formal, aparte de que se notaba unos años mayor.

— Espera ¿Que día es tu cumpleaños?. — Pregunta mi hermana tratando de sacar cuentas, porque esta volteando hacia mi cuñado con una sonrisa. Son raros.

— El 28 de junio. — Contesta Stella. — Ese día nos hicimos amigos mientras fumábamos un churro en la terraza mientras abajo celebraban mi cumpleaños. Fue raro pero desde ese momento le tuve confianza y él a mi. — Termina sonriendo. Dustin la ve con ternura, como ves a tu hermanita menor.

— ¿Ese no fue el día que ustedes dos pelearon muy fuerte?. — Les pregunto. Si me acuerdo porque ese día a mí me toco consolar a mi hermana y tuve que cancelar una carrera.

Ambos murmuran un sí al mismo tiempo y se ponen rojos de la pena. Stella suelta una carcajada y yo lo hago después de ella.

— Parece que ya podemos completar ambos lados de la historia. — Me dice Stella a mi lado, muy cerca de mi oreja, haciendo que me voltee muy rápidamente y nuestros rostros queden muy cerca. Unos centímetros mas y podría comprobar si sus labios son tan suaves como parecen.

Parece que ella tiene pensamientos similares porque su vista baja a mis labios y luego a mis ojos.

Si me acercara unos centímetros mas podría...

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora