Capítulo 31

164 12 59
                                    




Stella

Después de unos minutos en silencio donde ambos estamos tirados en mi cama decido que es momento de comenzar a arreglarme. Daniel sigue con la toalla envuelta en su cintura regalándome la perfecta vista de torso.

Bajo un poco más mi vista al bulto que es muy notorio y relamo mis labios recordando que hace unos minutos lo tenia en boca.

Me duele un poco la mandíbula pero valió la pena.

Verlo derretirse de placer es fascinante, aún más cuando mi boca es la que esta haciendo esa magia.

— Deja de verme como si estuvieras apunto de saltar encima para comerme. — Dice Daniel pero pone ambos brazos sobre su cabeza. Poniéndose más cómodo.

— Estoy asechando a mi presa.

— Bueno tu presa va terminar muerta si llega demasiado tarde al cumpleaños de su madre. — Se sienta y estira un poco. — Así que querida empieza a vestirte que eres una tentación pura.

Me levanto riéndome y comienzo a moverme por mí antigua habitación para estar listos.

Después de unos minutos donde ambos nos arreglamos y recogemos todo, pongo las sabanas en la canasta de ropa sucia.

Bajamos y mi mamá ya se encuentra en la sala haciendo una llamada y parece molesta.

— Solo dile que tiene una reserva para la siguiente semana y listo. — Dice y se soba la sien. — Que no te escuche otra persona... — Se aleja a la cocina ignorándonos.

— Ahora que las veo juntas realmente se parecen demasiado. — Suelta Daniel de la nada.

— Sí, me perezco demasiado a mi mamá, pero estando a lado de mi papá tiene el mismo efecto.

— Eso es cierto.

— Lo siento chicos problemas en el restaurante. — Llega mamá a nosotros, se lleva ambas manos a su boca y suelta un gritito. — Se ven guapísimos, voy a tomarles una foto.

— Mamá...— Comienzo pero me interrumpe.

— Me lo agradecerás en un futuro cuando estes recordando, pónganse a lado de la chimenea.

Mientras nos acomodamos ella toma su cámara que tiene sobre un mueble de la sala.

Le hacemos caso y toma muchas fotos. Se queda observando las fotos y sos ojos se cristalizan.

— Por favor vean qué bien se ven, voy a enmarcarlas y las voy a poner junto a todas las de la familia.

Daniel se ríe y dice estar de acuerdo en que nos vemos increíbles. Toma nuestras maletas y sale para guardarlas en su camioneta.

—¿No se quedan?.

— En su casa, dijo que también había otra habitación para que te quedaras tu.

— Van a dormir juntos.

— Eh...

— Hija, por favor. — Toma aire y agarra mi mano. — Se perfectamente lo que sucede en las relaciones. Y también sé que arriba todo este tiempo no estuvieron durmiendo.

Ay no.

Voltea hacia Daniel que esta entretenido en su celular.

— Mis nietos va a ser hermosos. — Dice y se aleja para tomar su bolso.

Ignoro su comentario acertado y me acerco a mi novio. Parece frustrado.

— Pensé que te había relajado un poco. — Digo poniendo mi mano en su pecho. Inmediatamente sus brazos me rodean por la cintura y me sonríe.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora